Más allá de tu oscuridad

El colapso de la mente

Encerrada en su oficina enfocada en resolver todos los pendientes lo más rápido posible para poder continuar con sus planes, se encuentra ella, antes de poder hacer cualquier cosa debe dejar todo en completo orden por lo que ha debido controlar su ansiedad y buscar la paciencia en su interior. La puerta de cristal de su oficina se abre de pronto dejando ver a su hombre de confianza, el individuo avanza con rostro lleno de preocupación hasta llegar frente al escritorio de la mujer y coloca sobre este una carpeta, la mujer eleva la mirada y lo observa sin comprender muy bien lo que sucede.

–Es de suma importancia que vea esto –expresa con tono lleno de seriedad.

La mujer sin decir palabra alguna deja lo que hacía a un lado y toma la carpeta, la presencia de su mano derecha ahí y con esa expresión únicamente puede significar una cosa, problemas. Al leer el contenido de la carpeta comprende de manera inmediata la actitud del hombre que la observa esperando las indicaciones respecto a la manera en la que actuarán, «Esto cambia por completo mis planes.» se dice la mujer poniéndose de pie y tomando todas sus pertenencias.

–Debo viajar de manera inmediata, te quedaras a cargo de todo.

–No la dejare ir sola, mi señora.

–Es necesario que te quedes aquí, yo no puedo esperar más tiempo, creí que todo estaba en orden pero como te darás cuenta todo ha cambiado, no puedo continuar siendo paciente, ya hemos enviado a algunos de nuestros hombres no estaré sola, no debes preocuparte.

El hombre poco convencido se limita a mover su cabeza de manera afirmativa, en realidad no desea que nada malo le suceda a la mujer por lo que preferiría asegurarse de la seguridad de ella de manera personal; sin embargo, también es consciente de la importancia que tiene el quedarse y supervisar todo en la empresa.

Encerrada en su habitación de un lado hacia otro se encuentra Halia Loughty, no ha conseguido dormir pensando una y otra vez en lo sucedido la noche anterior, «Debo hacer algo, cuando Casey se entere perderé todo lo que he ganado en este tiempo, ¿Qué puedo hacer?» se cuestiona tomando asiento sobre su cama. Esa terrible sensación de sentirse atada de pies y manos para poder actuar como debería, la llena de frustración, ella siempre sabe cómo actuar pero en ese momento no tiene ni la menor idea del camino que debe tomar, decirle a Casey implicaría traicionar a su hermano, una vez más se encuentra entre la espada y la pared, sin importar lo que decida hacer se verá herida.

De pronto el sonido de un objeto romperse la hace sobresaltarse, acto seguido escucha el escándalo que parece provenir del pasillo que conecta las habitaciones, al no ser capaz de escuchar lo que ocurre decide salir para poder averiguar, a qué se debe todo ese caos en el exterior. Rápidamente llega hasta su puerta, sale de su habitación y de manera inmediata consigue ubicar el lugar de donde proviene todo aquel desorden, rápidamente se aproxima encontrándose con Andy que detiene a la mujer que su hermano ha raptado. Conociendo a Andy, se llena de sorpresa al percatarse de lo difícil que le es dominar a la joven.

De manera atenta observa como Andy la sujeta y Levana lucha liberándose una y otra vez de la joven hasta que Andy consigue someterla a pesar de que la mujer continúa removiéndose, luchando incansablemente. De pronto algo más llama su atención, se trata de su hermano que sale de la habitación donde había encerrado a la mujer, Marlon avanza hasta la joven sujetándose la cabeza,  « Creí que únicamente era capaz de hablarle de esa manera a Casey por la confianza pero ya veo que es aun mas aguerrida de lo que pensé y tan muñeca de porcelana que parece.» piensa riendo en silencio al imaginar cómo se ha atrevido a golpear al gran Marlon Loughty.

– ¡Eres una fiera atrevida! –exclama molesto Marlon tomando el rostro de la joven que lo observa furiosa mientras Andy la sujeta.

–Dame la oportunidad y peor te irá, será mejor no te acerques a mí, abusivo.

–No escaparas de aquí.

–Eso lo veremos, soy perseverante –replica sin mostrar el más mínimo temor.

Sin poder controlar su risa ante la situación, Halia ríe de manera sonora llamando de inmediato la atención de los tres presentes en el pasillo, « Creo que he interrumpido la cómica escena, que lastima.» piensa cubriendo su boca. Realmente se estaba divirtiendo mucho, aquella mujer que parecería no ser capaz de matar ni a una mosca le estaba dando problemas al temido jefe de la familia y a su mejor elemento al mismo tiempo, admiraba a aquella mujer aunque le molestara tener ese sentimiento hacia ella.

– ¿Tú? ¡Ahora todo cobra sentido! –exclama Levana posando sus grises ojos en la morena que se aproxima –. Yo nada tengo que ver con ustedes, incluso te ayude, ¿Y haces esto?

– ¿De qué hablas, angelito? Nada de esto tiene que ver conmigo, deberías pensar que le has hecho a mi hermanito para que actué de esta manera –comenta posándose al lado de Marlon.

– No conozco a tu hermano pero a ti si te he visto, él no sabe nada de mi pero tú…

–Estas sobre estimando a Marlon Loughty, muñequita–la interrumpe sujetando la barbilla de la joven que aparta su rostro con molestia causando que Halia coloque en su rostro una sonrisa divertida–. No la tomes contra mí que soy un ángel inocente en toda esta historia.

– ¡Guarda silencio, Halia! –ordena el joven sujetándola del brazo haciéndola avanzar, no comprende porque le ha molestado la actitud de su hermana pero le ha molestado y lo más importante aún deben tratar un asunto pendiente –. Andy, ya sabes lo que debes hacer.

Andy se limita a mover su cabeza de manera afirmativa haciendo avanzar a Levana para que ingrese en la habitación, rápidamente la empuja y cierra la puerta antes de que esa problemática joven pueda reaccionar e intentar salir de ahí nuevamente. Llena de molestia y frustración Levana se recupera comenzando a lanzar todo lo que se encuentra hacia la puerta, jamás en la vida se había sentido tan molesta. Marlon hace avanzar a Halia por el pasillo debe hablar muy seriamente con ella, furioso no la libera de su agarre, a mitad del pasillo la mujer se detiene y lo mira con sus ojos flameantes de ira, Marlon conoce perfectamente bien esa mirada pero no le importa.




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