Me imaginaba en... París.

CAPITULO 1

 

CAPITULO 1.

Narra Andrea.

 

El amor pude ser una gran medicina… o el veneno mas letal que pueda existir. Pero nadie podría asegurar a ninguna de las dos.

 

-        Te amo. – Confeso mirándome a los ojos, mientras sostenía nuestras manos en señal de promesa. 

-        Yo también. – Solté emocionada.

Darius era el algo así como mi primer amor, había estado enamorada de el desde que tenía 6 años.

Fue algo de amor a primera vista, un día en otoño mientras me mudaba a mi nueva casa me tope con un chico pelinegro. Que solía esconderse en mi patio. Con el paso del tiempo nos hicimos amigos, crecimos y mi amor por el aumento. Cuando éramos niños corríamos por las calles de nuestro pequeño pueblo. En la adolescencia observar el pueblo desde el punto más alto, se volvió nuestro pasa tiempo.

Disfrutábamos de la compañía del uno del otro. Mientras imaginábamos lo que queríamos lograr en el futuro.

Su sueño era ser un hombre importante, tener mucho dinero. El mío era permanecer a su lado y que en algún momento fuéramos a parís. Que tomáramos muchas fotos mientras apreciáramos la vista desde la torre Eiffel.

Pero por mas tiempo que pasáramos juntos en nunca dio señal alguna de gustar de mí. La esperanza fue muriendo.

Hasta el día de hoy. Trece años después de tanta espera, estando en nuestro lugar en la cima, él dijo lo que tanto deseaba escuchar. Sentía una energía inexplicable. Podía incluso levantar un auto de lo fuerte que me sentía.

 

-        No se ni como empezar, pero todos estos años siempre me gustaste. - Sus palabras me provocaban mariposas. -  Siempre me contuve de expresarte mis sentimientos por miedo a que me rechazaras. Pero hoy te quiero confesar que TE AMO. – En su rostro pude ver el amor que tanto me confesaba.

 

-        También me has gustado. Creo que desde la primera vez que te vi quise decirte lo que causabas en mí. – Sonreí.

 

-        Lo hubieras hecho, soy muy tonto para este tipo de cosas. – Dijo nerviosos rascándose la nuca.

 

-        Yo tampoco soy una experta en esto. – Exprese tímida. – Entonces…-

 

-        Entonces…- Carraspeo- ¿Te gustaría…ser …mi…novia? - Pregunto dudoso.

 

-        Si te digo que no ¿Lo aceptaría? - Bromee, el mantuvo su mirada en la mía.

 

-        Si no deseas que forme parte de tu vida lo aceptare y no interfiriere con quien sea que quieras estar. – Dijo decidido. causándome gracias, lo conocía muy bien y sé que haría todo lo contrario.

 

-        Entonces mi respuesta es sí. – Acepte. Lo había esperado tanto tiempo y ni loca desperdiciaría la oportunidad de poder estar a su lado.

 

-        Que bueno. De otra forma pensaba en secuestrar y escapar a una isla. – Sentí que era el comienzo de algo bueno.

 

No pude imaginarme de otra forma, solo a su lado. En un momento de valentía, tome la parte trasera de su cabeza. Uniendo nuestros labios en un beso.

El beso que confirmaba el amor que tanto sentíamos.

Sus labios sobre los míos. Sus manos aferradas a mi cintura. Sin duda el mejor momento de mi vida. Me separe a regañadientes.

 

-        Mejor huyamos a parís. – Rei. 

 

Tomamos asiento, recargue mi cabeza en su hombro y observamos la hermosa vista. Sin soltarnos de la mano.

 




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