Calma.
Respira.
No pasa nada Alessa.
¡Claro que pasa! ¿Cómo no se me ocurrió que eran ellos? Trago en seco. Era obvio, no siempre ves paseando a gente desconocida en el orfanato.
Jane me mira sobre su hombro.
—¿viste al Don? Está buenazo.. —arruga sus cejas—¿porqué tienes cara de Gasparín?
La miro ofendida ¿tengo los cachetes inflados o qué?
—mandé al suelo a ese señor—con las cejas le hago señas que es el hombre que acaban de presentar
—¿qué hiciste qué? —abre más sus ojos—¿Cuándo? ¿a qué hora?
Dejamos de hablar cuando la Madre Superiora camina junto a los señores Lambert y pasan de una en una diciendo nuestros nombres. Muerdo mi labio hasta que ya están por llegar a mi amiga que está delante de mí.
—ella es Jane—dice la monja. Pero los señores Lambert ya me están mirando—tiene dieciséis años y llegó aquí a los siete..
Lamo mis labios cuando dan un paso hacia mí.
—ella es Alessa—me presenta ahora
Me atrevo a mirarlos a los ojos. El señor rubio me sonríe, haciendo sus ojos más pequeños, unos hoyuelos se forman en sus mejillas, me ofrece su mano en modo de saludo.
—Alessa, soy Máximo— puedo ver su reloj dorado, de oro obviamente, debajo de la manga de su saco azul.
Vacilo en si darle la mano o no, pero la mirada de la madre Superiora hace que rápido alce mi mano y le acepte el saludo.
—lo lamento señor Lambert—murmuro sin soltarlo
—¿lamentar que?—una de las monjas pregunta en mal tono
—nada de importancia—habla la señora Carmen y con la mirada le agradezco que no de detalles, me metería en problemas.
Suelto la mano del señor Lambert.
—tiene dieciséis años también, en dos meses cumple diecisiete.. esta aquí desde los cinco años
Miro al suelo cuando dice lo último ¿es necesario? ya es suficiente que las personas que vienen tengan pena por cada una de nosotras por haber tenido una trágica infancia, no habernos criado con nuestros padres o el abandono de algún familiar, hay demasiadas historias en el orfanato.
Resoplo cuando veo a los señores alejarse junto con la Madre Superiora y las Hermanas.
—estoy harta de esta tontería—Jane se voltea y me coge del brazo—vayamos al baño, necesito verme en el espejo—con su otra mano se toca una de sus mejillas
—pero aún no suena la campana—digo yendo con ella
Suena la campana. La miro con los ojos bien abiertos.
—llevo casi toda mi vida en este lugar, ni reloj necesito—se encoge de hombros mientras sonríe por mi expresión
Jane entra a uno de los cubículos mientras yo me quedo refrescándome la cara con agua fría en uno de los lavaderos ¿Los Lambert adoptarán a Jane?
Es lo más obvio. Cierro la llave y me miro en el espejo antes de secarme la cara con papel toalla. Jane es bonita, rubia y de tess blanca, es la única rubia en el grupo de las mujeres del orfanato, encajaría bien en esa familia.
Camilo se fue. Creo que llegó el turno de Jane ahora.
Me seco la cara y me pongo mis lentes justo en el momento que Jane sale. Se lava las manos y me mira. En ese momento entran tres compañeras pero cada una va a un cubículo directamente.
—¿porqué siempre venimos juntas al baño?—ahora que lo pienso es extraño
—¿y lo preguntas?—me dice sarcásticamente—¿terminaste de leer mis libros de Harry potter?
Oh mierda. La muerte de Sirius me dolió en el alma.
—Hermione fue sola al baño y la atacó un troll, Myrtle fue sola y la asesinó un basilisco, Ginny la hermana de Ron fue sola ¡y la secuestró el recuerdo de Voldemort! ¡¿Quieres que siga?! —Jane lleva su mano derecha a su pecho dramatizando el tema
Me río por su fanatismo, que manera de recordarlo todo. Ahora que lo dice es cierto. Muy cierto.
—amas la saga de Harry Potter—le digo saliendo del baño
—¿y quién no?—mueve sus manos
Jane es demasiado ocurrente, es como ese toque extra de azúcar en tu vida. La conocí el primer día que ella llegó al orfanato, yo regresaba de verme con Camilo y entré a mi cuarto, pero en mi cama estaba ella.
—¿hola?—la miré extraño
—hola, soy tu nueva compañera—Jane estaba tirada en mi cama con las piernas cruzadas
—esa es mi cama—le dije—esa es la tuya—le señalé la cama de al lado
—¿quieres pelear por la cama?—me sonrió y en sus ojos pude ver como tramaba algo
Sacudí mi cabeza
—no, yo no peleo por nada—levanté mis manos
—juguemos michi—se sentó y colocó sus palmas sobre el colchón—
la que gane se queda con esta cama
—no quiero
—que cobarde—rodó los ojos
¿Cobarde yo?
—hecho—terminé por aceptar
Claro que.. ella terminó por quedarse con mi cama, el lado bueno fue que, conseguí una cama nueva, algo dura, pero era nueva y una mejor amiga.
Me hace reír con sus locuras, la voy a extrañar si la eligen para ser adoptada.
La mañana ha pasado, ya va a ser hora del almuerzo, luego tenemos clases en las aulas. Últimamente me he puesto a pensar que carrera escogeré cuando salga de aquí, pero no encuentro algo que realmente me guste y de lo que pueda vivir, en mis condiciones, deberé tener un trabajo para sobrevivir.
Jane está revisando unos libros en su mesa dentro de la habitación mientras yo estoy ordenando mis lápices por el grafito que tienen, tengo varios lápices, unos pintan más fuertes que otros a la hora de dibujar.
—Alessa—una Hermana entra a la habitación—a la dirección, ahora—ordena y sale
Cierro los ojos un par de segundos maldiciendo por lo bajo, cuando los abro, Jane me mira con pena.
—ya se me hacía raro que no te castigara la vieja esa—se acerca y con sus pulgares levanta las comisuras de mi boca—sonríe, todas somos bonitas sonriendo
Le sonrío antes de salir y voy a la dirección resignada por el castigo que me caerá por haber llegado tarde en la mañana. Toco un par de veces la puerta, hasta escuchar la voz de la Madre Superiora decirme que entre.