Mi Amor Inusual

Capítulo 7 - Juntos de nuevo

Alessa.

Esto no se ve nada bien. Todos y cuando digo todos, es todos. Incluyendo los profesores, me miran con desprecio e indiferencia, intenté preguntar varias veces dónde quedaba el salón de clases y me ignoraron, a excepción de la secretaria que me entregó mi horario de clases. No creí que estudiaría tan rápido a días de haber salido del orfanato.

—tu eres la nueva ¿cierto?—me giro y es una chica de mi edad maso menos, termino por asentir—hola, soy Renata Villamizar—me sonríe

Pero ¿Por qué me habla? Se ve tan.. tan ella. Tiene un bonito vestido floreado, su cabello negro lo tiene a la altura de los hombros, su perfume huele a kilómetros, una mochila súper pequeña en la espalda, sus uñas bien arregladas las veo bien porque me extiende su mano para saludarme y unas sandalias altas que luce.

—no es muy educado dejarme con la mano alzada—blanquea sus ojos pero no deja sonreír

—mucho gusto, soy Alessa—le respondo de inmediato, también con una sonrisa

—Alessa ¿qué?—pregunta con curiosidad

—Lambert.. Alessa Lambert Evenson

Al final.. es cierto, me adoptaron, solo que.. los Lambert no me dijeron si podía decirlo. Ahora es que me entra unos nervios de punta si alguien me pregunta si soy adoptada.

Renata entreabre sus labios, los cierra y los vuelve abrir sin saber que decir por un momento. Me mira sorprendida por lo que digo pero niega y empieza a caminar conmigo.

—así que los Lambert te adoptaron

Ahora soy yo la que me sorprendo ¿cómo lo sabe? No pudo ser Valentín, ese egocéntrico me odia, además le doy vergüenza, él y su “no nos conocemos”

—es obvio que fue la secretaria quien te entregó tu horario—se encoge de hombros restándole importancia al tema—vaya.. eres la segunda aquí—se toca el mentón pensativa

—¿segunda?

Nos quedamos calladas al escuchar la campana de la preparatoria, indicando el comienzo de las clases. Renata me arrebata de las manos el horario que tengo y lo lee.

—¡que suerte! la mayoría de clases las tenemos juntas—se agarra de mi antebrazo y me dejo guiar

O Renata es la extraña, o ¿qué le sucede? es muy alegre y ella no me mira como si fuera un mosquito al que hay que aplastar.

—¿puedo saber por qué me hablas Renata?—le digo cuando subimos por las escaleras, espero que sea en el segundo piso y no en el tercero

Me mira con una de sus perfectas cejas delineadas alzada

—Alessa, desde que entraste todos empezaron a hablar de ti—arrugo mi entrecejo, que desgraciados—claro que nada bien..

Genial.

—entonces la vocecita en mi cabeza me dijo “vé y sálvala Reni”—se lleva una mano al pecho dramatizando la situación

—¿es tan malo aquí?—pregunto ahora si con un poquito de miedo

—te acostumbrarás—sus tacos dejan de sonar cuando se detiene

Las clases empiezan con un profesor alto, serio y con un bigote con las puntas levantadas, muy parecido a Pedro Paulet físicamente, no paso desapercibida su mirada de “no encajas aquí” y peor aun cuando me hace presentarme delante de todos, pero cuando escuchan el “Lambert Evenson” empiezan a cuchichear incluyendo al profesor.

—te hace falta ropa, ya iremos de compras—Renata me mira desde su asiento que está a mi lado—aquí son muy..

Dejo de escucharla cuando veo por la puerta abierta del salón de clases, a ese odioso insoportable de Valentín seguido de unas chicas que sostienen algunos libros en sus manos. Lo odio, entrecierro mis ojos viéndolo, se cree la gran cosa y no lo es. Podrá ser muy guapo, pero también es un egocéntrico de mierda.

Escucho un crujido.

—señorita Lambert parece que odia mi clase—el profesor está frente mío con las cejas alzadas

Maldita sea. Miro hacia abajo y he roto por la mitad el lápiz que tenía en mi mano derecha.

—realmente creo que odia a su hermano, profesor—Renata entrecierra sus ojos hacia la puerta y llega a ver a Valentín

—habla de mi hermano ¿el que enseña historia?—el profesor ahora me mira con ceño fruncido

Miro a Renata culpándola, me está metiendo en un problema.

—no su hermano profe—Renata le sonríe

El profesor alias Pedro Paulet luce confundido y molesto pero no dice más y vuelve al frente de toda la clase para continuar con lo que estaba explicando. Miro sin mover la cabeza a los lados y hay algunos que me ven con curiosidad, me siento tan chiquita que termino encogiéndome en mi asiento.

—dejen sobre la carpeta sus trabajos, solo aceptaré los que estén anillados no los que parecen copias sacadas de último minuto, se los advertí—el profesor habla señalando su escritorio

Casi al instante veo a todos ponerse de pie y correr a su escritorio.

—¡Lambert!—salto en mi asiento—usted tiene cuatro días para entregar el proyecto, no me importa que sea nueva, se pondrá al corriente

Termino por asentir, este profesor me da miedo.

Parece que son dos profesores que enseñan por día, ya terminé con el profesor bigotudo, ahora estamos en el comedor, en el primer y único receso.

—¿que hay entre tú y Valentín?

Casi me atraganto con mi gaseosa. Trago el líquido y veo a Renata divertida con la situación. Me río por los nervios.

—un profundo odio—le digo muy segura, en sí, no es mentira

—odio es una palabra muuuy fuerte—se ríe sin creerme

—así como su egocentrismo—murmuro

Renata mira a la parte de las señoras que entregan los pedidos de comida a los alumnos.

—Valentín Lambert, jamás creí que sus padres lo pondrían a estudiar aquí

—¿lo conoces?

Blanquea los ojos haciendo obvia su respuesta.

—todos lo conocen, ninguna chica es suficiente para él.. los Lambert siempre quisieron una hija pero solo tienen dos hijos hombres. Mis padres son sus amigos, son personas muy agradables.. con todo respeto amiga—se acerca—tu nuevo papi es la fantasía de muchas



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En el texto hay: amor juvenil, amor odio, romance humor

Editado: 15.03.2022

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