Mi Genio, el Encuentro

Capítulo XX

>> Narra Moon

Veo cómo estas dos titanes se aproximan para batallar. Sally está aún más fuerte que antes y Solana más furiosa que nunca. Que yo recuerde, nunca antes alguien se había atrevido a medirse o compararse con Solana en alguna batalla. Pero ambas están causando mucho desastre a nuestro al rededor. Medio bosque está en llamas y si siguen así pronto se esparcirá el fuego sin control.

-Sally, detente... - Grito y grito hasta sin quedarme sin aliento mientras las dos titanes intercambian golpes. -Solana, detente... el fuego se está esparciendo, deténganse. Sally, tu familia está en peligro.

Ambas se intercambiaban golpes, en cada choque ambas armas tiran chispas de colores. Ambas flotan entre las ramas de los árboles en llamas. Ambas furiosas. Ambas embistiéndose sin dudar cada vez que pueden. Desde muy lejos se escuchan los rugidos y las malas palabras entre ambas.

- ¡Deténganse! - Se escucha un gruñido a lo lejos. Eskol viene aproximándose a toda velocidad en una de sus pequeñas naves de exploración. - ¿Quién se atreve a atacar a mi hija? - Muy furioso y envuelto en llamas, se acerca hacia ambas bestias enfurecidas. Algunos príncipes y soldados bajan de la nave y logran separarlas.

- ¡Salte del medio, la voy a matar o moriré en el intento! - Grita Solana furiosa a quienes la detienen.

- Muévanse, debo detenerla. - Dice Sally intentando llegar a su objetivo.

- ¿Quién te crees tú para tocar a mi hija? - Eskol mira a Sally con asombro. Se pone nervioso y disminuye su tono de voz.

Sally sigue prendida en llamas, pero ya no queman, así que logro acercarme a ella y la abracé para calmarla, pero fue en vano.

- Esa sucia bruja quiere dañar a mi familia y no se lo voy a permitir.

- No soy una bruja, no tienes idea de lo que es una bruja. Tu tía me atacó primero cuando caí de Sol, estaba aturdida y desorientada, y ella me atacó así sin más, ella se aprovechó de mi debilidad.

- ¿Qué le hiciste? – Insiste Sally, su voz con un tono de enojo agresivo.

- Ella me atacó y yo me defendí.

- ¿Qué le hiciste? - Grita cada vez más alto Sally.

- En la sala ella me atacó de nuevo. Yo solo me defiendo y tú me atacas también, idiota.

- No me importa si te defiendes o no, mi familia no se toca jamás.

- Estúpida, muérete, muérete ya... - Grita Solana desesperada y decepcionada.

Mientras las escuchaba discutir, apagué el fuego más cercano a la casa. Todos podríamos sobrevivir a estos ataques, pero no esas pobres humanas que están asustadas dentro de la casa. Puedo reparar pequeños desastres como el fuego cercano, curar heridas, reparar cicatrices, pero si alguien muere o recibe un daño mayor, no puedo regresar al pasado para reparar alguna muerte.

- ¿Quién eres para atacar a mi hermana? ¿No sabes quién es? - Habló el hijo mayor de Eskol, Youta. Youta, el más letal de los soleros, seguido de su hermano menor Mutab, quien se encontraba justo a su lado soltando miradas fulminantes a cada uno frente a ellos. He escuchado que Youta con su enorme espada puede acabar con un campo infestado de soldados él solo, acompañado solo de su espada.

- Soy Sally Gastrell. - Dice con mucho orgullo y la cabeza en alto. - Hija de Lunvena y Soleil, nacida y criada en este pueblo y salvadora de su hermana, ella me debe respeto, el cual faltó al atacar a mi familia. - Entonces, Sally es hija de Luvena, de nuestra Luvena. No puede ser posible.

- ¿Qué no entiendes? Ella me atacó primero, idiota. - Grita Solana justo detrás de su hermano.

- Calma, hermana. Estamos ayudándote, contrólate ya. - Le reclama Youta a Solana.

- Responde una vez más, malcriada, malagradecida, acércate y verás cómo tuerzo tu feo rostro, extraterrestre desfigurado. - Le grita Sally a Solana.

Las llamas de los árboles comienzan a evaporarse de momento y el ambiente se refresca un poco, mi padre había llegado sin que me diera cuenta. - Deténganse. - Llegó a cuerpo entero acompañado de algunos soldados que se posaron frente a Sally, separándola de los otros soldados de Eskol.

- Papá... - No me miró ni me respondió, solo pasó a mi lado mirando a Sally e ignorándome por completo.

- Debes calmarte, pequeña, estás causando mucho mal, debes mirar a tu alrededor y recuperar tu control. - Posó su arrugada mano sobre el hombro de Sally y le habló en voz baja, ahora dirigiendo una mirada fulminante a Eskol.

- Eskol, ¿qué haces aquí con tu hija? Este no es lugar para ustedes y menos encendidos en llamas.

- Abuela, abuela, ¿dónde estás? - Sally comenzó a gritar muy asustada y llorosa. - Tía, ¿dónde están? Abuela. - Tapó su boca y comenzó a llorar desesperada.

- Sally, tu abuela está en la casa, deberías ir. - Le dije mientras sostenía su mano, dirigiéndola hacia la casa.

- Suvan, esto no te importa, vete ya. - Solana espetó de mala gana mirando en dirección a Sally.

- Gracias a la Tierra nosotros podemos existir, así que sí, me interesa todo lo que pasa en la Tierra. Además, respeta a tus mayores, niña malcriada. Eskol, sigo esperando tu respuesta, ¿por qué están en la Tierra causando tanto daño? - Mi padre sabía muy bien cómo mantener la calma, pero lo conozco muy bien y sé que está muy molesto.




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