Ahí estaba yo... Un pequeño bebe recien nacido.
Era el día 22 de diciembre del año 1996. Mi madre me tenía en brazos débiles.
Yo no pensaba, no tenía idea de lo que pasaba, pero ahí estaba. Llorando de confusión y de dolor de nalgada que me dio el doctor.
-¡Felicidades señora Kageyama! -Escuché decir- ¡Está sano y fuerte!
No entendía por qué mi mamá reía miestras me cargaba, se supone que yo estaba llorando, no debería hacer eso.
Paron los días, los mese y ya podía entender un poco más que pasaba. Mi padre me cargaba todos los días, escuchaba a mí mamá decirle “Amor”. Pero yo dolo le decía “Papi”.
Los días pasaban volando. ¡Buah! Aburrido. Todos los días pasaba lo mismo: Despertar, biberón, jugar con mis cochecitos, biberón. Hacer popo, biberón, acostarme, biberón en la boca.
El día era pesado, mucho por hacer. Cuando intentaba decir algo, pero no lo lograba, mis padres reían y a fin de cuentas yo también.
Varias veces me caí por intentar pararme como ellos, incluso hubo un tiempo en el que decidí ya no intentarlo, pero…. Les tenía envidia por no arrastrarse en el suelo como yo.
Un día miré a mi madre llorar mientras me abrazaba. Papá le gritaba muy fuerte, de hecho, casi siempre lo hacía.
Otras veces, simplemente mamá y papá se escondían bajo las sabanas y movían mucho la cama. Parecía que hacían ejercicio pues su respiración era muy agitada, varías veces oí a mamá hacer ruidos extraños, como si papá la golpeará, pues gritaba. Aunque no corrían ni salían debajo de las sabanas.
Ya era la cuarta vez que me hacían una fiesta, con pastel y globos.
Ya entendía por qué mamá lloraba… Mi padre la golpeaba con su cinturón parecía mareado cada vez que lo hacía, y a veces hasta se caiá. Mi madre decía que era la culpa de una tal Alcohol que mi padre veía a diario en la cantina, que era como un Kinder, solo para Papás y Mamás.
Ya me habían hecho otras dos fiestas cuando madre me dijo que tenía que ir a otro Kinder más grande llamado escuela. Ahí iban niños más grandes y también ahí comenzó mi problema y tambien el amor a mi deporte favorito.
Había un niño de quinto grado que todos los días me golpeaba y me quitaba mi comida, muchas veces llegaba y me cortaba el cabello o incluso la piel. Un día trate escaparme de ellos, aunque no corrí tan fuerte como hubiese querido llegue a un establecimiento y por el miedo que sentía simplemente entre para que no atraparán, sin darme cuenta que entre al club de voleybol mientras entrenaban, todos ellos me miraban preguntandose “Quién es el” “Qué hace aquí”. Y yo simplemente me quede estatico mientras los miraba y vicerversa, pero algo me saco de mi asombro y fueron los gritos de los que me perseguían y simplemente hable.
-Hola puedo unirme-
Y ahí comenzo mi travesía por el club de voleybol, algo que me llenaría de felicidad, pero tambien tristeza.
Otro día, llegaron el y otros tres compañeros y me agarraron y sostuvieron mientras con un cuchillo pequeño me hacían una cortada en toda la palma de la mano y después me echaban alcohol, esa fue la primera vez que la conocí, lloré y lloré mientras no sabía que hacer para que el Alcohol me dejara en paz. Ardía mucho.
Al llegar a casa, mi madre me vendó y me curó. Le mentí diciendo que me corté en medio de una practica de voleybol realmente no creí que me creyera.
Fue así como expulsarón a dos de ellos, para ese entonces ya había tenido otro año más, ya había cumplido mis siete años, para ser exacto, fue el 15 de diciembre cuando me golpearon.
Íbamos en el coche devuelta a casa con mamá y yo.
-¿Por qué no me habías dicho Tobio? -Me gritó muy enojada.
-¡Me dijeron que si te decía me iban a golpear más fuerte! -Le dije mientras lloraba.
-¡Ten en cuenta que….!