¿Quíen es el chico?

A medida que continúa soñando con este misterioso chico, Brenda empieza a cuestionarse si él es una visión de su imaginación o quizás algo más. Ella comienza a preguntarse si el joven podría ser un presagio de algún cambio que está por venir en su vida, ya sea bueno o malo.

Mientras tanto, su situación familiar continúa empeorando y no puede evitar sentirse atrapada y sin esperanzas. Comienza a buscar formas de encontrar la felicidad y el amor que tanto desea.

El sol comienza a asomarse por el horizonte y los rayos de luz se filtran por las cortinas de la habitación. Brenda se despierta con los ojos hinchados por el sueño y las lágrimas de la noche anterior. Se incorpora en su cama y se recuesta en la almohada, todavía pensando en el chico de su sueño.

Al levantarse, Brenda se dirige hacia el baño para ducharse y prepararse para el día. Mientras se cambia y se cepilla el cabello, no puede evitar pensar en el joven misterioso de sus sueños. Se pregunta quién podría ser y si alguna vez lo encontrará en la vida real.
Mientras se viste y ordena su habitación, escucha a sus padres en la cocina. Su mamá todavía parece enojada y su padre permanece en silencio.

Al bajar las escaleras, ve a sus padres desayunando en silencio. Su mamá le lanza una mirada fría y su padre no levanta la mirada del teléfono.
En silencio, se sienta a la mesa y se sirve un tazón de cereales. Nadie habla, pero la tensión en el ambiente es visible.
Brenda comienza a preguntarse cómo irá su día en la escuela.

De pronto, su mamá rompe el silencio con un tono serio.
-Brenda, tenemos que hablar- dice con seriedad.
Brenda siente un escalofrío por su espina dorsal y se pregunta qué será lo que su mamá va a decir.

A Brenda se le acelera el corazón al darse cuenta de lo serious que es el tono de su mamá.
-¿De qué quieres hablar?- pregunta, con un toque nervioso en su voz.

Su mamá la mira con una expresión seria y comienza a hablar.

-Brenda, últimamente hemos notado un cambio en tu actitud. ¿Qué está pasando contigo?

Brenda siente una mezcla de emociones en su interior. Al principio está nerviosa por la charla que su mamá quiere tener, pero al mismo tiempo se siente un tanto aliviada que al parecer no es sobre sus padres o su situación familiar.
-

No sé a qué estás refiriéndote- responde Brenda.

Su mamá la observa con atención y continúa con el tema.
-Desde hace un tiempo, pareces estar más deprimida y callada que de costumbre. ¿Algún problema en la escuela?

Brenda siente una punzada de culpa al recordar su situación en la escuela. No tiene amigos ni nadie con quien conversar y siente como si estuviera constantemente siendo ignorada por sus compañeros.
-No en realidad- responde sin convicción.

Su mamá frunce el ceño y parece darse cuenta de que hay algo más que Brenda no quiere decir.
-Brenda, no me mientas- dice con un tono más firme. -Sé que algo te está afectando. ¿Te están molestando en la escuela?

Aunque en el fondo sabe que es cierto, Brenda no quiere preocupar a su mamá y continúa negando que la estén molestando.
-No, mamá. De verdad, no es nada- responde, esforzándose por mantener la calma.