Mirada de las almas

La Gran Ama

La llegada de la chica pelirroja despertó en mí cierta curiosidad. La rutina se había vuelto aburrida, pero algo anunciaba que finalmente encontraría algo emocionante.

La vida aquí era solitaria, aunque no podía quejarme, ya que tenía un trabajo decente. Aunque, no recibiera ninguna recompensa especial por mis esfuerzos.

Entre todos los que servían a la Gran Ama, posiblemente era el más competente. Los demás trabajadores apenas hablaban, a menos que se les exigiera o se les ocurrieran conversaciones triviales. Como resultado; a menudo era yo, quien era llamado en situaciones desafiantes.

Desde el primer momento, noté que 0806L estaba más desorientada que nadie en este lugar. Su rostro se puso pálido cuando le mencioné que estaba muerta. Sin embargo, pude sentir en ella, el deseo ferviente de tener respuestas, algo que podría ser problemático en un futuro.

En ese instante, pensé en la posibilidad de que ella consiguiera consiguiera su objetivo, esa idea comenzaba a agradarme. Para lograrlo, decidí que formara un equipo con 2211M, un chico que también sufría de amnesia, al igual que ella. Sabía perfectamente que esta acción podría enojar a la superior, pero sinceramente, poco me importaba.

Mientras pensaba en lo que había hecho; N.º 24, uno de los tantos trabajadores, anunció que deseaban mi presencia en el salón principal. Asentí y me dirigí de manera inmediata.

Al ingresar, me encontré con la imponente figura de la Gran Ama, sentada en su trono. Su mirada penetrante me explicaba que estaba al tanto de las noticias de la recién llegada. Sin embargo, en vez de enfadarse, mostró cierta intriga.

Veamos qué tienes para decir, Asher —dijo con voz fría pero curiosa.

Con firmeza, mencioné al nuevo equipo formado por 0806L y 2211M. Destacando el posible anhelo de la pelirroja por buscar una forma de salir, omitiendo mi propia intervención en el relato. Finalmente, expresé mi intuición en que quizá ellos podían lograr ese objetivo.

La Gran Ama escuchó atentamente mis palabras, pero no mostró ningún signo de ira. En cambio, sus labios se curvaron en una sonrisa sutil.

Veo que está firme en su decisión, pero lamento mucho decir que su idea es una ilusión. Es triste, porque es totalmente irreal. Es imposible que alguien fallecido pueda revertir su destino y regresar al mundo de los vivos.

Ha olvidado que han pasado 3000 años, mi señora.

¿3000 años? —su rostro mostraba cierto desconcierto—. ¿Tan pronto?

Si, dentro de poco deberían empezar los preparativos del evento. El dúo que gane el torneo tendrá la oportunidad de vivir de nuevo.

Es cierto, tienes razón. Pero dudo mucho que sepan de esa opción. ¡Siempre estuve en desacuerdo con esa tonta ley!

Por supuesto. Entonces, me imagino que desea que no le mencioné a los habitantes sobre eso. ¿Cierto?

Te me has adelantado, creo que seria lo mejor.

—A ninguna alma, le agradará que se oculte esa información. Podrían crear disturbios...

—Si nadie les avisa, no lo sabrán. El resultado podría ser muy peligroso. Ya tuvimos muchas dificultades antes.

—Pero... Existe alguien que puede ser un incoveniente... —dije cabizbajo.

Lo sé. Sin embargo, dudo mucho que Electra Tamaj tenga interés en el "evento". No tiene ningún motivo para anhelar una vida nueva.

—Aun así, será necesario que me asegure.

—Como gustes.

Concluida nuestra conversación, una sonrisa se dibujó en mis labios mientras hacía una reverencia en señal de respeto. Salí de la sala, dejando atrás el imponente semblante de la Gran Ama. Sin embargo, no pude evitar notar una expresión pensativa en su rostro, lo que me hizo preguntarme qué cosas podrían estar pasando por su mente en ese momento.

****************

En los pasillos, N.º 24, me preguntó si deseaba cenar. Rechace la propuesta con la cabeza, ya que tenía que hacer algo. Él solo me miro, sonrió y se retiró sin decir absolutamente nada.

Luego de esto, me dirigí a la aldea que estaba en la parte más alejada. Era una zona tranquila y hermosa, con árboles frondosos y flores de colores brillantes. Aunque el sendero era conocido por ser el hogar de seres extraños y misteriosos, aquel rincón era el único en el que me sentía cierta paz.

Mientras caminaba, tuve la suerte de encontrarme con Electra, al parecer mi presencia por estos lugares la había sorprendido. Sin embargo, a diferencia de muchos otros, ella no mostraba temor por la situación.

Buen día, Electra, ¿Como estas hoy? —la saludé con una sonrisa amistosa.

Ella me miró por un momento antes de responder con voz suave.

Buen día, Asher. ¿En qué estás pensando?

Estaba pensando en la hermosa vista que se puede tener. Tras un largo tiempo de ardua labor, un descanso no es malo, ¿Verdad?

Electra asintió levemente, sus ojos claros reflejaban una mezcla de tranquilidad y enigma. Parecía estar en sintonía con la naturaleza que la rodeaba, como si formara parte de ella misma.

Es cierto, el ambiente emana una energía especial —respondió, mientras sus dedos acariciaban con ternura las hojas del árbol cercano—. Me agrada pasear por aquí y pensar en muchas cosas...

Intrigado por su comentario, decidí adentrarme un poco más en la conversación.

¿Acaso sientes nostalgia por los viejos tiempos?

Ella volvió su mirada hacia mí, y una chispa de confusión brilló en sus ojos.

A veces siento que estoy atrapada entre dos mundos. Como si quisiera recuperar lo perdido y estuviera tratando de encontrarlo. Hay veces que se siente una gran soledad.

Sus palabras me llamaron la atención y recordé sobre la naturaleza misma del "más allá". Un mundo, donde ciertas almas vagaban en busca de respuestas y redención.



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En el texto hay: almas, amnesia, muerte

Editado: 06.08.2024

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