La Leyenda de los creadores

—Yo llegue aquí hace un par de semanas, al igual que tu estaba desorientado. Por suerte, me topé con una mujer reconocida como una de las más veteranas. Gracias a su ayuda, pude acceder al pergamino y descubrir valiosa información —comentó 2211M compartiendo conmigo lo que había descubierto.

Interesada, me senté en la silla de madera que se encontraba junto a la mesa y le pedí que continuara.

—Una vez, me relató una historia de su infancia, una antigua leyenda que narraba la creación del universo por seres poderosos. Junto a ellos coexistían entidades egoístas que desafiaron a los creadores y fueron finalmente castigados tras caer en una trampa tendida por su falta de respeto.

Con gran intriga, me sumergía en la historia que se revelaba ante mí, anhelando que el relato no se detuviera.

—La mujer me comentó algo más: los creadores del universo son los mismos que dieron forma a este lugar, y la que lo gobierna es uno de ellos.

—¿Los superiores de Asher? —exclamé sorprendida.

—Exacto.

Sin duda, una sorpresa abrumadora me invadía. Trataba de digerir lo que acababa de escuchar: la existencia de creadores del universo, entidades divinas y poderosas, presentes en nuestro mundo. Resultaba difícil concebir o aceptar tal idea. Pero después de lo que ya había visto, era imposible no hacerlo.

—¿Por qué estabas investigando esto? —pregunté tras un rato.

2211M dejó escapar un suspiro antes de proseguir, sus ojos mostraban la seriedad y la carga de responsabilidad que parecía llevar consigo.

—Al llegar, mis recuerdos eran escasos. Solo anhelaba encontrar respuestas y me negaba rotundamente a que este sea mi destino; no recordaba mi pasado, pero sentía que no quería estar acá. Desde el primer instante, he estado buscando de manera desesperada una forma de salir, sé que debe existir una —expresó con voz enérgica, transmitiendo su determinación y frustración.

—Y, ¿Haz encontrado algo?

—No, no he conseguido nada, todos han sido caminos sin salida —dijo con un tono de tristeza

—Siento mucho por lo que estás pasando, debió ser difícil —expresé con sinceridad, deseando brindarle consuelo y mi apoyo.

2211M asintió, agradeciendo mi gesto. A pesar de la frustración que tenía, sus ojos aún reflejaban esperanza y parecía que rendirse no se encontraba en sus planes.

—Pero ahora que ya lo sabes, tal vez juntos podamos encontrar más respuestas. Ya que tenemos el mismo objetivo, ¿No? —su voz mostraba un tono de determinación.

—Por supuesto, estaremos juntos en esto. Es reconfortante tener tu apoyo. 2211M.

Después de escucharme, dio un suspiro y quedó en silencio por un momento.

—Debe parecerte difícil tener que llamarme por ese código. Esto se volverá incómodo, especialmente cuando conozcas a otros. Los trabajadores son los únicos que lo utilizan.

—Cierto, supongo que los demás utilizan los nombres que recuerdan de sus vidas anteriores, pero yo...

—No te preocupes. Estoy en la misma situación. Por eso decidí escoger mi propio nombre.

—¡Me parece una excelente idea! ¿Y cuál elegiste?

—Luca. No sé si mi nombre original era bueno, pero por ahora, puedes llamarme así.

—Ahora me toca a mí, dejame pensar... Debe ser algo sencillo y fácil de recordar. ¿Qué te parece Mary?

—Suena lindo, si te agrada puedes llamarte así —respondió con una sonrisa amable.

Después de nuestra conversación, Luca me pidió que lo ayudará a organizar el estante de libros.

—¿Te gusta leer? —le pregunté con curiosidad.

—Puede ser, a veces lo encuentro entretenido. Tal vez, solía hacerlo mucho en el pasado —respondió Luca.

—Me preguntó que hacia yo, hace un rato recordé que debía estar terminando la escuela. Ni siquiera recuerdo bien qué me gustaba.

—A propósito, ¿Has explorado el lugar? —preguntó de manera inesperada.

—Aún no he tenido la oportunidad de explorar mucho todavía —respondí con un toque de curiosidad en mi voz —. Apenas estoy asimilando todo lo que está sucediendo.

Luca asintió de forma comprensiva.

—Ya veo. En ese caso, tal vez podríamos ir a explorar juntos —sugirió con un leve brillo de emoción en sus sus ojos—. Puedo mostrarte lugares y personas interesantes, y dado que estamos trabajando juntos en busca de respuestas, me parece una idea apropiada.

—Pienso lo mismo. Una pregunta, ¿Qué tanto sabes de este lugar?

—Probablemente más que tú, eso es seguro. ¿Qué te parece si empezamos por la plaza?

—¿Plaza? No pensé que podía existir una.

—En realidad así es como todos suelen llamarla, a menudo esta concurrido y es lugar preferido de muchos. Será una excelente manera de conocer a otros habitantes. Además, si te interesa, suelen tocar buena música.

Sentía cierta inquietud ante la idea de conocer a más personas, dado que hasta ese momento, había interactuado solo con dos. A pesar de ello, Luca tenía razón y confiaba en que era una buena opción.