Olivia
Una vez que me hicieron mostrar este bello y tranquilo lugar, fuimos a una cabaña que era pequeña pero era muy bonita y encima, estaba en medio de un bosque con criaturas lindas y extrañas a la vez.
Nos sentamos en una sillas, ellos tomaban agua y yo café, que por cierto era el mejor café que tomé en mi vida, sin exagerar.
— Y cuéntanos Olivia, ¿cómo llegaste aquí?- preguntó Aiden con una cara de curioso.
— Pues.. es largo pero les voy a contar todo..- dije y conté toda la historia que sabíamos los pueblerinos, la luz mágica y la escuela.
Una vez que terminé de contar todo, ellos me miraron sorprendidos y algo sonriente.
— Mm por lo que nos contaste, sospecho que la luz que tocaste el día que la viste por primera vez en el bosque, tuvo algo ver con qué pudiste cruzar la barrera Mágica- dijo Damián mientras me miraba a mi y a Aiden,—. Digo como nos contaste que ningún mortal puede cruzar y tampoco ver a simple vista la Barrera, pues o esa luz te hizo algo o eres una mortal especial - dijo mientras ponía su mano sobre su mentón.
— Yo opino lo mismo que vos- dijo Aiden.
— Osea me quieres decir que gracias a esa luz, estoy acá, ¿en este mundo con ustedes?- dije sorprendida por lo que me dijo.
— Exacto, lo que escuchaste pequeña- dijo Aiden con una sonrisa que cuando la veo, me hace derretirme. Estoy en el paraíso o eso creo.
— ¿Pero ahora como hago para volver? Estoy segura que mis padres deben estar muy preocupados- dije preocupada.
— No lo sé peque pero si regresa, lo más probable que si llegas a cruzar la Barrera, te llevé a otro mundo. Es aleatorio el lugar a donde te llevará- dijo Damián con tristeza.
— Me da lástima volver pero yo no pertenezco aquí y además yo tengo mi familia, mis amigos y mi vida en mi mundo- dije triste porque debo admitir que no me quiero regresar de este mundo increíble pero lo tengo qué hacer.
— Esta bien peque pero prométenos que vas a volver- dijo Aiden con sonrisa.
— ¡Lo haré! pero... ¿Será fácil cruzar de nuevo?.
— Obvio, lo podrás hacer la veces que quieras pero ojo, tienes que pensar muy bien a qué mundo quieres ir porque la Barrera te llevará a un mundo aleatoriamente.
— Okey, bueno ya me voy- dije mientras me levanto y me dirijo hacia la puerta,—.¿Me dicen hacia donde es el camino?.
— Claro, ven- dijo Damián mientras me agarra la mano guiándome hacia un camino en el bosque. Cada vez me enamoró de este mundo, ¿porque no hay paisaje así en mi mundo?.
Caminábamos hasta que llegamos al mismo lugar dónde me encontré a estos dioses griegos. Se puede ver la Barrera Mágica a simple vista y mejor no ver de cerca porque te quedas ciego, sin exagerar pero es cierto.
— Bueno pequeña, ahí está la Barrera y ya sabes, tienes que volver porque te vamos a extrañar- dijo Aiden mientras me da un abrazo que debo decir que es el mejor abrazo que me dieron.
— Yo también quiero un abrazo peque- dijo Damián haciendo un puchero.
— Para vos también hay abrazo damiancito- dije mientras lo abrazaba,-.Bueno ya me voy chicos, nos veremos pronto. Lo prometo.
— Bueno pequeña, cuídate.
Era lo único que escuché mientras cruzaba hacia mi mundo y cerré los ojos porque era muy brillante y que apenas podía ver. Cuándo sentí el césped, abrí los ojos y estaba totalmente igual cuando me fui pero ya no estaban esos perversos así qué me dirigí hacía mi casa.
Mientras caminaba, se me venían recuerdos de todo lo que pase en ese mundo de fantasía y los chicos. La verdad me la pasé muy bien con ellos y las especies hermosas que vi ahí que sigo sin poder creerlo que todo los que me contaron mis padres es real.
Llegué a la conclusión de que tal vez la Gema estaba en ese mundo porqué cuando me enseñaron un poco su hogar, había una parte en el bosque que los chicos me dijeron que tenían prohibido el paso hacía el lugar. No sé muy bien pero en ese instante sé me ocurrió que ahí podría estar la Gema, ya que había guardias cuidando la entrada que era como una cueva o algo así.
Mientras caminaba, veía los autos pasar, las personas en tiendas, parques, en las calles tan tranquilos sabiendo que había conocido más allá de la Barrera. En un momento, siento que me tocan el hombro y hizo que pegara un sobresalto ya que estaba sola por donde iba caminando. Me doy vuelta y vaya sorpresa me llevé al ver de quién se trataba..
— ¿¡John?!- dije sorprendida porqué recién eran las 15:14PM y se suponía que tenía práctica de Fútbol.
— Hola Olivia, perdón si te asusté pero te vi sola entonces pasé a saludarte- dijo mientras veía que estaba sudando y con esos pelos castaños desordenados.
— Tranquilo no pasa nada y ¿porque estás sudando? Ya terminó la práctica?- dije un poco confundida, lo sé, soy muy curiosa.
— Si de hecho, hoy el profesor dijo qué haría grupos de Fútbol para ver quién será el capitán y pues me postulé para ser líder del grupo A- dijo con una sonrisa, estaba emocionado por estar en un grupo de Fútbol y más ahora que puede llegar a hacer capitán.
— ¡Que bueno John! De seguro que vas a hacer un buen capitán- dije mientras los abrazaba, no me importó si estaba sudado.
— ¡Gracias Olivia! Cambiando de tema, estaba pensando en decirte de otra forma ya que me gustaría tener un apodo para ti, estás de acuerdo?- dijo separándose del abrazo y quedamos en una distancia conforme.
— Si claro, ¿cómo me dirás ahora en adelante?.
— Mm, estaba pensando en "Pequeña"- dijo agarrándome del hombro y se me vino los recuerdos de los dioses griegos y su mundo, pronto iré de nuevo mientras no lo sepa nadie.
— Me parece muy bien- dije mientras le tocaba esos pelos lisos que me encantan mucho.
— Esta bien pequé- y más recuerdos con los dioses griegos, dios que día.
Luego de ese momento, ya eran las 21:23PM. Estaba sentada en un sillón pequeño en mi habitación leyendo un libro de Harry Potter, si me gusta mucho.
Editado: 19.04.2024