Los muros desde que tengo conciencia e uso de razón mi madre me ha prohibido acercarme a ellos, o tener contacto con todo lo que viva en el interior de ellos, que ya pensaban que vivíamos en el interior, según mi madre las personas que viven dentro del muro son muy adinerados sin piedad alguna hacia nosotros. Que vivimos como exiliados en el pequeño alrededor que queda fuera de estos, mi hermana mayor discute con mi madre, sobre que ella podría ir al interior del muro y liarse a un hombre adinerado y dejaríamos de vivir en la miseria que estamos pero mi padre se niega rotundamente, aunque no entiendo la razón pues desde el punto de vista de mi hermana así se solucionara todo y para mi ella tiene razón.
Mi hermano que es mucho más mayor que nosotras dos, se va todas las madrugadas junto a mi padre a escudriñar comida y como abastecer la pequeña casa en que vivimos, sin electricidad, como si todavía viviéramos en la prehistoria. No asistimos a la escuela, porque en el pequeño pueblo improvisado no existen, tampoco los niños pequeños, todas desaparecieron los días de luna roja, sin ninguna explicación, tan solo quede yo, cuando tenía diez años, mi madre me enseño como debo cerrar tanto puerta como ventanas esas noches.
Nuestro corazones son reincidentes en sentir miedo pues cuando tenemos que abrir la puerta en la oscuridad de la noche, con tan solo la pequeña y débil iluminación de una vela, empieza el juego de saber seguirás vivo mañana, mientras contienes la respiración esperando que lo peor pase.
Actualmente mi padre y mi hermano mayor desaparecieron en una noche de luna roja, por lo tanto sus compañeros de pesca se resignaron en buscarlos por que supusieron que los residentes del muro lo habían asesinado, sin haber hecho el mínimo esfuerzo en buscarlos, el odio de mi madre hacia esas personas se hizo más fuerte y notable, mientras que mi familia se fue haciendo pedazos.