Esté no es un final feliz

Urella volvió tarde de la casa de Christopher. En la cocina mientras, mientras se servía un vaso de agua, Lucía se apareció con la ropa de dormir

-Lucia. Te desperté?-

-No, te estaba esperando. Ova me dejó está nota para darte-

-Qué le pasa a ese muchacho,no tiene agallas para hablarme a la cara!?-

-Renunció. Creyó que no iba a volver a verte, espero sentado allí lo que pudo-dijo señalando la butaca dónde solía sentarse -cómo no venías me pidió una hoja y una lapicera- dicho todo Lucía se retiró.

Urella se sentó entonces allí,y desdobló la hoja:-" Señorita Urella, siempre fui sincero con respecto a mis sentimientos... incluso con la forma en la que hice todo para llegar a usted... estoy seguro qué me tomó como un hombre inmaduro y caprichoso, y sí puede que tenga razón... pero créame que sí le digo que llevarla a mí cama no fue por ello, como dijo una vez Diego,mí amigo... usted era mí observación... él lo decía cínicamente... pero sí,la observé... usted siente lo mismo que yo,pero no por mí...Ese hombre canoso tiene presa su mente y su corazón...de algo estoy también seguro,lo que tuvimos aquella noche,en mí cama fue real y ese hombre no estuvo allí... éramos usted,yo...la camo...eso...(Póngale la definición que quiera)"

Urella rompió la nota en mil pedazos,la tiró a la basura y se fue a dormir.

Unas semanas después el teatro Vellón,les dio fecha para las flechas restantes de la cámara sinfónica"L'trua"

Dennis tenía un nuevo chófer,a pedido de ella, Andrés entrevistó, sólo hombres de Cuarentena a cincuenta años,en lo posible en buen estado de salud,casado,hijos y la madre en coche. Fue a la primer noche de los únicos dos conciertos que si hija tocaba antes de ir a Londres.

Ova estuvo allí, pero ella nunca lo supo. Sólo quería verla tocar y superar su imagen mental en cuanto el pudo imaginarla.

En la última noche,no sólo se despidió la cámara sinfónica ante una multitud que aplaudía de pie.

-Este es su último concierto-le comento Beatriz a solas en cuanto encontró a Urella en el toilette.

-Qué?- dijo ella casi sin voz- él no me...-

-No le dije que yo te lo diría. Nuestra hija adolescente nos necesita- y se retiró, dejándolo a Urella sosteniendo un llanto en pecho agitado.

"Londres siempre me pareció triste,hoy me parece más triste todavía"pensó mientras caminaba por la avenida principal...