Capitulo doce.

Gente sorpresa.

—Hey, hey, hey, ese es mi control.— dije intentando arrebatarle el joystick a mi novio de sus manos.

—Usa el otro, no puedo jugar con ese.— dijo eligiendo su personaje en el mortal kombat.

—¿Que? No, ese era el mío.— intente recuperarlo pero se alejo mas del sofá y mi brazo no alcanzo. — El otro no anda bien.

—Es por eso que vengo perdiendo.— Se defendió y empuje mi mejilla con mi lengua sentándome de vuelta en el sofá y tomando el que anteriormente era control del Kyle.

—¿Sabes que? Puedo ganarte de todos modos con este, el perdedor eres tu, no el mando.—Troné mi cuello para agarrar firmemente el dispositivo eligiendo a mi personaje para la batalla.

No fue hasta que apenas empezó que alguien llamo a la puerta de Kyle.

—Ve tu— pidió llenando a mi personaje de golpes, aprovechando mi distracción. Rodé los ojos y puse en pausa el juego —¿Estas hablando en serio?— dijo sin poder creer que me tendría que esperar.

—¿Esperas a alguien?— pregunte levantándome del sofá y colocándome la capucha del buzo del contrario para ir a la puerta de entrada a atender. Antes de abrir, mire por el rabillo de la puerta y divise a mi mejor amiga con una bandeja tocando el timbre nuevamente. —Mierda.— dije y volví a la sala con Kyle. —Es Lea.

El rápidamente saco el videojuego y reanudo una película romántica de Netflix mientras yo recogía las palomitas tirada en la mesa y las volvía a colocar dentro de su bandeja para acomodar rápido, también escondí las botellas de cerveza detrás del televisor y me quite el buzo de Kyle dejando a la vista un vestido rosado corto y bonito.

Aclare mi garganta y le abrí la puerta.

—¡Lea!— dije entusiasmada abrazándola apenas verla.

—Hola mounstruito, veo que andas echa toda una princesa incluso cuando nadie mas te ve.— comento separándose.

—Hum, si. Me gusta estar arreglada para mi novio, el me ve todos los días, no solo en clases.— explique tímida.

—Va, ¿Nos dejas pasar?

—¿Uh? ¿Por que hablas en plural...?