Han pasado ya 3 años desde que Nathaniel Andrade está viviendo conmigo en España, hemos tenido una vida tranquila, podría decir que somos una pareja muy feliz, él se encarga de la empresa de su padre mientras que por mi parte le colaboró con los gastos, ya que doy clases en una de las universidades más importante del país en la que entre con ayuda de Saray, puesto que ella también trabajaría allí y lo mejor fue que me adapté muy rápido a esta, los estudiantes eran personas civilizadas, no era un lugar donde se viviera el "matoneo", ni cosas cómo la que viví en mi vieja escuela, que a decir verdad lo único bueno que esa me dejo fue a mi hermoso novio.
Me encontraba haciendo algunas compras con Saray cuándo vi a Nathaniel que se acercaba con unas bebidas a nosotras, lo espere con una gran sonrisa en mis labios para poder besar de sus labios, había pasado una semana sin mi hombre, puesto que había viajado por negocios junto a mi compadre Ross el prometido de Saray, porque sí se iban a casar esos dos, yo simplemente anhelaba que Nath hiciera aquella petición para jurarnos amor eterno.
Recuerdo que cuándo le estábamos ayudando a planear la propuesta a Ross, mi hermoso novio me dijo que pronto yo tendría un anillo cómo el que le estábamos comprando en ese entonces a Saray, en ese momento mi corazón empezó a brotar emociones de felicidad.
—. ¿Un viaje muy cansado mi amor?
—. Algo, pero lo importante y lo más feliz es que ya estoy aquí contigo mi amor.
Sus brazos rodearon mi cintura en un abrazo mientras sus labios volvieron a impactar en los míos a lo que sin duda alguna extrañaba estas muestras de afectó de parte de él.
—. Oigan no coman frente a los pobres.
Dice con tal burlita y en tono de berrinche Saray a lo que me separe de Nathaniel soltando una pequeña risita.
—. Tranquila hermana él está viniendo en dos días te lo prometo, solo está esperando el documento para ya cerrar el negoció.
—. Está bien, es que lo extrañamos.
Dice con una sonrisa mientras acariciaba su pancita de 5 meses de embarazo, era su primer hijo porque hace un tres años cuando estaban a 7 meses Saray sufrió un aborto por culpa de un hombre que la intento violar y la pequeña que esperaban no pudo sobrevivir, ellos dos habían quedado devastados, a veces me pongo a pensar que si salgo embarazada podría tener un embarazo de alto riesgo por mi sobrepeso, por lo que desde ese entonces estaba haciendo ejercicios y dietas por temporada, había logrado en un año bajar 29 kilos de los 100 que tenía, aunque me puedan decir que es poco a lo mejor, para mí fue mucho, tenía que tener guías de parte del médico hasta obtener el peso adecuado para engendrar un hijo.
Llegando a la casa con las compras al entrar sentí que me pego un olor super desagradable que al preguntarle a nuestra nona de que provenía esta dijo que estaba haciendo pescado frito con mariscos para la cena, este era un plato que me gustaba demasiado en su momento, pero ahora con solo olerlo quería vomitar no entendía por qué, así que solo subí casi corriendo a la habitación siendo seguida por un Nath preocupado.
—. ¿Amor...? ¿Qué tienes amor? ¿Quieres que te lleve a un médico? No me gustó verte así... Te ves muy mal amor...
—. N… No amor tranquilo…
—. Lilly, estás segura de que no…
Lo interrumpí asintiendo mientras le colocaba la mano en frente en señal de Stop y me recostaba en la cama haciéndole señas para que se acostara a mi lado, ya al tenerlo cerca simplemente busqué abrazarlo, sentía aquella necesidad de buscar como una especie de protección en alguien, y ese alguien era mi novio.
Ambos nos habíamos quedado dormidos sin darnos cuenta, Nathaniel por el cansancio que ha de tener y por mi parte por aquel malestar que me llegó de la nada, al despertar mi hermoso compañero de vida se encontraba aún en un profundo sueño por lo que me levante con cuidado de la cama para bajar y llamar a Saray a lo mejor me podría ayudar... Aunque no lo crean a lo mejor y parece algo tonto... Sentía como si estuviera... ¿Embarazada? ...
// Llamada telefónica con Saray //
—. Hola Lilly, ¿Cómo te encuentras?
—. Me siento rara Saray, por eso te llamo, me gustaría hacerte un par de preguntas...
—. Oh... Claro dime ¿Pasó algo con mi hermano? ¿Te hizo algo Nathaniel?
—. No, no tiene que ver con mi Nath, escúchame lo que pasa es que tú misma eres testigo de cuánto me encanta la comida de mar, bueno hoy cuando llegamos nona había hecho para la cena, pero el olor me hizo vomitar por poco, se impregno muy fuerte además que me dio un mareo y tuve que recostarme.
—. ¿Has ido al médico para ver que tienes Lilly?
—. La verdad es que no, Nath me intentó llevar... Pero me resistí porque escucharme aquí va la otra parte de la historia.
—. Ohm... Dime que me estas como preocupando.
—. Bueno Saray, lo que pasa es que yo presiento que estoy embarazada... Algo en mí me dice que puedo al fin conformar una familia con mi Nath, pero me da miedo hacerme una prueba de embarazo y que salga negativa... Es decir, antes he sentido pequeños mareos, y bueno sí he tenido intimidad con Nath así que ando viendo el cuadre de las fechas, pero cómo te digo me da miedo...