No mires el espejo

Puerta

Annabelle estaba tranquilamente viendo cómo unos hombres llebavan los muebles a dentro de la casa y a su madre dirigiendo en dónde se pondrá, mientras atrás de ella venía alguien sigilosamente dándole un susto a la pobre chica.

An: oh mi Dios, qué

Dijo para voltear a ver una joven con el pelo negro y  largo hasta las rodillas, sus ojos azul cielo, la piel blanca y lisa y una sonrisa "perfecta" vestía un elegante vestido azul con estampados de rosas rojas y blanca.

An: María -dijo sorprendida- que haces aquí, no se supone que tenías clases de español

Ma: sip pero me dijeron que lo puedo hacer virtual, le pedí permiso a mi mamá pero ella solo me dejó si no venía con

no termino la frase ya que un chico de su mismo color de pelo, pero con el color de ojos marrón las saludó.

Ma: el -dijo con despreció-

An: Ricardo Montaner, años sin verte

Ri: si asia mucho que no nos veíamos Annabelle Durand -dijo ya por fin cerca-

Se quedaron hablando unos minutos y después Annabelle les enseño sus habitaciones, mientras Ricardo ayudaba a su madre, Annabelle y María se dirigían al tercer piso.

An: y está es la puerta

Ma: el color rojo y el decorado de león es, impresionante, que ay adentro

An:no lo se -mira a su amiga- no ay una llave

Ma:que mal y que haremos

An:podemos destruirla con una motosierra -emocionada-

Ma:oh podemos encontrar otra forma sin tener que destruir nada

An:-mira hacía otro lado- le quitas lo divertido a la vida

Ma:no ay una ventana

An: no lo se, nadie nunca la a intentado abrir

Ma: no crees que sea por una razón -mira la puerta- digo, si nadie lo a intentado es porque adentro tiene que haber algo, peligroso

An: es muy probable, y eso es lo que lo ase más interesante -dijo y bajo las escaleras con rapidez-

Ma: -suspira- y por eso yo soy la más razonable de esta amistad -sigue a su amiga-

Ya atrás de la casa pudieron ver la ventana, pero la ventana estaba llena de raíz de árboles haciendo que sea imposible mirar algo.

Ma: bueno sube

An: eh y porque yo

Ma:porque tú eres la que querías aventuras, yo solo estoy de espectadora

An: ajá y si me caigo

Ma: el pasto te puede atrapar, eso es lo más interesante

An:{odio cuando me ataca con mis propias palabras} -pensó y se subió lentamente para no pisar algo mal, las ramas la ayudan así que no era tan difícil, pero evitar que una astilla se le clave no era nada fácil-  

Al llegar por fin a la ventana intento abrirla pero está estaba cerrada por dentro, suspiro y bajo con cuidado.

Ma:déjame adivinar, está cerrada -dijo mirando la ventana-

An: bueno tendremos que hacer el plan B

Ma:tenemos un plan B -dijo mirando a su contraría-

An: ya se -agarra una piedra-

Ma: no creo que eso sea buena idea

An:yo tampoco, pero hay que intentar no

Annabelle con todas sus fuerzas tiró la piedra hacía la ventana pero está en vez de romperse reboto hasta ella dándole en el lado izquierdo de su frente, Annabelle callo al frío pasto lo único que pudo escuchar eran los gritos de María pidiendo ayuda, después de eso todo se volvió negro.
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Annabelle se despertaba poco a poco su cabeza dolía y daba vueltas, a su lado estaba sentada su madre está al ver que su hija despertó la abrazo pero no con tanta fuerza.

Lu: gracias a Dios que estás bien

An:estoy bien mamá tranquila

Lu:-se separa- tu idiota, en que mundo se te ocurrió querer romper una ventana blindada

An:pero yo no sabía

Lu:no me respondas jovencita

An:-se queda callada-

Lu: y, no me dirás nada

An:pero tú

Lu: silencio -se sienta-

An:mm y María y Ricardo

Lu:María está atrás de ti durmiendo en el mueble

An:-se voltea- oh

Lu:y Ricardo fue por comida

Dos días más pasaron y Annabelle ya se podía ir a su casa ya que no fue un golpe tan fuerte como para dañar algo importante.

Eran las 4 de la mañana Annabelle estaba en el baño mirando su herida en el espejo, se veía mejor que ayer eso era un Hecho, al terminar se dirigió a su habitación pero en el camino escucho un ruido arriba iba a subir las escaleras pero alguien atrás de ella la asustó.

An: Ricardo -dijo exaltada un poco-

Ri: jajaja perdón, te Vi tan concentrada en las escaleras que no pude evitarlo

An: Dios, sabes que no puedes asustar a alguien así, casi me das un infarto

Ri: perdón, perdón pero que hacías

An:solo escuché un ruido, pero supongo que solo fue mi imaginación

Ri:el golpe te hizo mal

An:fermer (cállate)

1 mes paso y todo era normal, Annabelle se mejoró, su madre está mejorando mucho la mansión ya ni parece tan vieja, y María ayudaba a mover o ordenar cosas, Ricardo ayudaba con las cosas pesadas.

Era un día como cualquiera Annabelle iba a ver el tercer piso cuando escucho a su madre llamarla, bajo al primer piso donde estaba su madre , María y Ricardo.

An: que pasó

Lu: Ricardo y yo iremos a la tienda por algunas cosas, tu y María pónganse a pintar las paredes del segundo piso

Ma: okey

Lu: y no quiero ningún accidente, hablo por ti Annabelle

An:lo dices como que si me la paso arriesgando mi vida

Lu: enserio vamos a ponernos a discutir esto

An: no mejor no

Al por fin irse su madre y amigo, su amiga y ella se quedaron pintando, cuando Annabelle iba a mover un armario para poder pintar.

An:María ayúdame con esto

Ma:voy

Las dos con todas sus fuerzas empujaron el gran armario al por fin despejarlo Annabelle comenzó a pintar pero escucho algo raro en las paredes, se bajó de la escalera y tocó varias veces la pared pero en un punto dónde se escuchaba algo.

Ma:-se le acerca- que se supone que estás asiendo

An:búscame un cuchillo de la cocina -sin mirarla-



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En el texto hay: el comienzo, el espejo, las voces

Editado: 29.03.2022

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