No mires el espejo

Silencio

Una joven de hermosa cabellera roja, ojos azules y piel blanca corría por el bosque con su hermoso vestido azul oscuro estaba manchado con sangre y roto, sus pies estaban heridos, hinchados 
Pero aún así no paraba de correr por más que quisiera no podía parar.

A la joven la atrapó una trampa para osos, se tapaba la boca para no gritar, si gritaba la encontraría no podía arriesgarse, con todas sus fuerzas abrió la trampa y con pedazos de su vestido amarro su pierna con ayuda de los árboles se puso de pie, caminaba lentamente y con el menor ruido posible.

La joven llegó a una carretera, ella esperaba que algún carro cruzará, espero y espero pero nadie pasaba hasta que por fin alguien cruzó con emoción la joven se paro del pasto y dió señal de que se pare y lo hizo.

Buenos días señorita -dijo un hombre un poco mayor-

Buenos días señor, me podría ayudar -dijo ella sonriendo-

Claro, a dónde va -dijo el hombre-

A donde sea pero que sea lejos de aquí -dijo ya desesperada-

Bueno, suba -dijo quitándole en cerrojo a la puerta-

Se lo agradezco -dijo entrando-

El camino era silencioso, pero no incómodo, la joven se veía asustada como si en cualquier momento lloraría pero no lo aria no cuando aún seguía en peligro.

En medio de la carretera avía un animal, pero el señor no lo vio haciendo voltear el carro, la joven pudo salir del carro y tocó varias veces al señor pero este no despertaba, estaba por irse cuando alguien la tomo de los cabellos.

Te encontré -dijo aquel con una voz gruesa y enojado-

Por favor suéltame -dijo desesperada ya llorando-

Enserio pensaste que te podías escapar de mi -dijo tomando a la joven del cuello y apretándolo-

Su-sueltame -dijo lo más que pudo-

El hombre solo se rió y apretó más su agarre del cuello de la joven, clavaba sus garras en su piel desgarrando su piel, poco a poco la joven se quedaba sin aire, pero este la soltó haciendo que la joven cayera en el pasto, el hombre se puso de rodillas y la miró.

Volvamos a casa, cariño -dijo y levanto a la joven para seguir su camino a "casa"-

Annabelle se levanto exaltada estaba sudando y llorando a vez, su corazón latía fuertemente estaba temblando, sus manos se dirigieron a su cuello que estaba sanó.

An:que clase de sueño fue ese -dijo recordando todo el sueño- y quién era esa jóven

Annabelle se sentó en la cama y sus ojos voluntariamente se dirigieron hasta el espejo que aún seguía en la caja, miro su celular eran las 10:00 AM suspiro y se dirigió hacia la cocina donde estaba su madre.

An:buenos días mamá -dijo mientras sacaba la leche del refrigerador-

Lu:buenos días -dijo por fin viendola- mal sueño

An:ni lo mencioné, uno de los peores -dijo tomando la leche directamente de la  caja- oye mamá

Lu: dime

An:sabes quién vivía aquí

Lu: realmente no se mucho, pero lo único que se que el hombre que tenía muchas mujeres

An:secuestradas

Lu:no, esas mujeres Iván por voluntad propia, bueno eso es lo que se dice -dijo tomando un sorbo de su café-

An:y me puedes decir quiénes eran esas mujeres

Lu:no, lo lamento

An:está bien

Annabelle se despidió de su madre y se dirigió a su habitación, se quitó la ropa y se dirigió al baño, al terminar se topo con su amiga.

An: María, ya pudiste mejorar al fotos con la computadora

Ma:no, pero hay que darle tiempo, esas fotos son muy viejas

An: ok -dijo y se dirigió a su habitación-

Horas más Annabelle se fue a la habitación de su amiga estaba cargando una de las fotos que encontraron en esa habitación.

An:porque tarda tanto -dijo tirándose en la cama-

Ma:la paciencia es un virtud -dijo mirando su computadora- oye tuviste un pesadilla

An:si, soñé con una joven de cabellos rojos, piel blanca y hermosos ojos azules, pero estaba herida, asustada, quería irse pero no podía

Ma:¿porque?

An:porque el la encuentro -dijo poniendo sus manos en su cuello mientras temblaba-

Ma: tranquila mujer, solo fue un sueño, nada real -dijo mirando su computadora y mirando la foto que estaba cargando- oh no

An: que pasa -dijo y se levanto de la cama para ir hasta donde su amiga- no puede ser

En la foto estaba una joven con los cabellos rojos, piel blanca y unos hermosos ojos azules, llevaba un vestido azul oscuro y sonreía ampliamente.

An:me estoy volviendo loca

Ma:si lo estás

An:oye, no pudiste ser más piadosa

Ma:la verdad ante todo

An:bueno, y si lo olvidamos y seguimos normal como si nada pasará

Ma:te apoyo

Dijo apagando se computadora, Annabelle por su parte regreso a su habitación miro varios segundos la caja que contenía el espejo suspiro y la abrió agarro el espejo y lo colgó poco a poco le quitaba el papel que tapaba el vidrio al por fin quitarlo se pudo mirar ella misma.

An:soy di-vi-na  -dijo alargándose-

Al terminar se dirigió al comedor donde estaba su madre, amiga y amigo sentados en la mesa esperándola para comenzar a comer.

Se olvidaría del accidente con la ventana, se olvidaría de la habitación, se olvidaría del sueño, se olvidaría de todo seguiría siendo una joven de 17 años sin una pisca de emoción a su vida.

Pero tranquilos el silencio no es para  siempre, siempre se puede hacer un poco de ruido.

 



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En el texto hay: el comienzo, el espejo, las voces

Editado: 29.03.2022

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