Nunca sueltes mi mano.

Capítulo 4

Capítulo 4

 

Con mucho pesar, tuvo que apartar la vista por respeto hacia Ivonne.− Perdón, no sabía que estabas aquí…−Saliendo del baño.

Ivonne, solo pudo taparse con la misma Daniela, poniéndose roja.− Ya salgo –dijo muy nerviosa y apenada. Salió del baño cubriendo a Daniela con su toalla, ella se puso una bata de baño, para salir del baño.

−Perdón… De verdad no pensé que se estuvieran bañando –comento aun con esa imagen en su cabeza, mirando para todos lados y no conectar con sus ojos, más al verla que estaba muy incómoda así como apenada.

−Lo que pasa es que aún… No me acostumbro a bañarla sola en la tina, me da miedo que se me resbale y se lastime –comento muy ruborizada, solo moviendo su bata tapándose como si con eso pudiera quitar el hecho, que la vio desnuda.

−Si yo hago lo mismo, igual me es difícil hacerlo, aunque en su mente aun recordaba lo que vio, aún estaba en shock, solo pasaba la mano por sus cabellos, el nerviosismo se apoderó de él. −Sé que estas cosas pasaran, vivimos en la misma casa y bueno invadimos la intimidad del uno hacia el otro.

−Si no te preocupes digo, tu no sabías que yo estaba… bueno tu sabes…Desnuda –comento como un susurro, tratando de cambiar a Daniela pero por los nervios ni podía hacerlo.

-Deja yo la cambio, ve a terminar de bañarte –hablo en lo que buscaba los pañales y las cosas para ponerle la ropa.

-Si gracias –dijo metiéndose de nuevo al baño para terminar de ducharse.

Esa noche Rafael, no puedo ni dormir de solo estar pensando en la imagen que Ivonne, le había regalado. −‹‹ ¡Dios es tan hermosa! Que no puedo dejar de pensar en ella, ya me está afectando el hecho que hace meses, que yo no estoy con una mujer.››

Al siguiente día estaba en su oficina, entrando Leonardo Guzmán un amigo y colega de la empresa que era su mejor amigo, el cual confiaba ciegamente en él, ya que se conocían por años desde habían estudiado juntos desde la primaria. Tenía un vínculo más de amigos como si fueran hermanos, Leonardo si sabía todo lo que acontece en la vida de Rafael, de hecho aplaudió el hecho que supo que tendría una familia con la mujer que amaba, que en ese tiempo era Marcia. Cuando supo que Rafael se convertiría en padre, igual se lo aplaudió ya que él en automático se convertiría en tío y hasta dijo que ayudaría a malcriarla, para que le sacará canas verdes a su amigo.

−Amigo ¿Qué te pasa? Estás muy pensativo, por esa cara que traes se ve que no dormiste bien. –Sentándose frente al escritorio de Rafael.

−Si amigo casi no dormí, estoy en una encrucijada, que no sé ¿Cómo proceder? –pregunto a su amigo, mirándolo a los ojos.

−¿Qué pasa? Sabes que puedes contarme, digo desde que tu mujer se fue, no te había visto así, hasta ahora. –dijo jugando con un bolígrafo, punzando en el escritorio.

−Bueno amigo, no sé me está gustando mucho la niñera de Daniela, no sé si debo o no iniciar algo con ella, sé que quizás el hecho de que viva en la misma casa, me está afectando pero últimamente no dejo de pensar en ella, en su cabello, su cara, sus ojos, que…No lo voy a negar me gusta y me gusta mucho. –Comento reclinándose en su escritorio.

−Bueno ¿Qué te digo? Mi mayor consejo es que no te involucres, mejor sal con Vania está soltera y disponible, aparte de que babea por ti desde hace mucho. Digo que con tu niñera puedes tener problemas, qué tal si no funciona, ella saldrá de tu casa ¿Y tu hija?, ¿Qué pasará con ella? Si las cosas entre ustedes no funcionan. Dime entre tu niñera y tú ¿Ya pasó algo? –pregunto con una sonrisa de soslayo.

−¡No! Digo me gusta, pero hasta ahí no le he insinuado nada, ni ella me ha coqueteado ni nada, es solo que bueno es muy bonita y está despertando cosas en mí que…Pero tienes razón, mejor no me involucro, por Daniela.

−Sé que tienes ya casi 3 meses de que tu mujer ¡Digo eres hombre tienes necesidades! A lo mejor es lo que te tiene muy vulnerable, deberías buscar una cita para sacar el fua que llevas dentro. –Comento pícaramente

−Sí…− Suspirando−. De hecho, tú sabes eres mi amigo, desde mucho antes que yo no estoy con una mujer, el verla ahí por la casa en esas batas de gatitos y con calcetas cuando va por Daniela a su cuna, me está volviendo loco. –Llevando sus manos a la cara−. Y no es solo eso, el trato que le tiene a la niña, con qué cariño le habla hasta parece que es su madre, cosa que hubiera querido que ese trato lo hubiera recibido de su verdadera madre.

−¡Cuidado! Solo no te involucres, la más afectada será Daniela, así que piénsalo, por otro lado, no se quizás sientes afecto por ella, porque cuida a tu hija. Como dices el hecho que sea cariñosa con ella, quizás solo lo haga enfrente de ti; para que tú creas que es así con ella siempre, ya sabes hay cada trepadora y esa chica pueda ser una de esas, yo que tú le pongo cámaras de seguridad.

-Siento que el cariño que le profesa es genuino, no sabes con qué devoción la cuida, pero tomare en cuenta eso que dices, pondré una cámara quizás sea necesario por seguridad.

-Sal con Vania, es más acorde a tu estatus, dale una oportunidad a ella, hace mucho que está enamorada de ti, hasta se peleó con Marcia cuando se hizo tu novia, digo ¿Que puedes perder? Así te quitas de la mente a tu niñera y apagas esa calentura que traes.




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