Ojos de caramelo

Las cosas que no nos decimos

June.

Fue llegar y enterarse de la noticia; una estudiante nueva, otra, en este mes ya van 3, aparentemente vienen de un internado que tuvo que cerrar por clausura, un incidente de termitas en las habitaciones y dos techos cayéndose, así que aquí están. 

Primero llegó Matt Drawer, quien aparentemente es un genio matemático amante del ajedrez, pero buena onda, se junta con los chicos que se sientan al frente. 

Luego está Cameron Wells, un idiota compulsivo que carece de sentido común y con un pésimo humorismo, pero Logan dijo que nadie iba a robarle su puesto así que será como ver a dos orangutanes pelear por una banana. 

Por último, está ella, que tiene cabello rubio y pestañas kilométricas. Ella, que se volvió objetivo de muchos pares de ojos. Ella, que llegó directo a sentarse junto a Alex. 

—  oh, Alex, estabas aquí, ¿Por qué no me esperaste? —  pregunta ella mientras deja su bandeja de comida junto a las nuestras, en la mesa. 

Y al parecer ahora lo persigue. 

—  No sabía que querías que te espere, Lilian —  responde Alex. Egoísmo donde. 

—  ¿Todavía no conoces el camino a la cafetería? —  pregunto tratando de sonar desinteresada, Abery me patea por debajo de la mesa. 

Lilian o como se llame pasa de mí, por supuesto. 

Se sienta junto a Connor tomando el último asiento vacío y sonríe batiendo sus pestañas hacia Alex. Trato de no rodar los ojos. 

Por favor, es tan obvia. 

— ¿Cómo encuentras el colegio? — le pegunta Abery, todo sonrisas y simpatía como ella sola. 

— Bastante agradable, sobre todo por las personas. — dice — la verdad esperaba encontrarme con gente rara, pero ustedes son geniales. 

¿Acaso debo mencionar que cuando pasa la mirada sobre todos a mí me omite o es muy obvio? 

— Abery y yo también nos transferimos así que sería hipocresía de nuestra parte no darte la bienvenida como se debe. Te llamas Lilian, ¿cierto? Yo soy Connor. A Alex y a Abery ya los conoces. —  me señala para luego acotar. —  ella es June, es la nov... 

— Es un placer — sonríe interrumpiéndolo de lleno. — Connor es un bonito nombre, ¿Viene de Cornelius? 

—  Pues no, viene de... 

—  ajá. ¿Y el tuyo, Alex, viene de Alexis? 

—  De Alexander. —  musito. 

Obviamente solo hablo cuando creo que puedo acotar algo a la conversación. A pesar de que mi interior está lleno de sarcasmo y chistes ingeniosos sigo siendo un amasijo de nervios poco social y cerrado. Pero ha preguntado por el nombre de mi novio, algunas cosas tienen prioridades. 

Ella me mira por una fracción de segundo y luego regresa su atención a Alex, quien por cierto me mira con una pizca de preocupación, tal vez notando mi evidente mal humor o el hecho de que mi tenedor haya atravesado el plato de plástico. 

No me considero celosa en absoluto. Y quien diga lo contrario puede irse directo al arco del triunfo y no regresar. 

— Entonces, Alexander —  sin perder la sonrisa —  puedes decirme Lili si deseas. Por cierto, después de esto tenemos Economía, ¿verdad? Aún no me ubico bien, ¿será que puedes escoltarme? 

No sé si me molesta más su aura de princesita o su modo de hablar tan medieval. 

—  Lo haría con gusto, pero tengo EF y la cancha me queda del otro lado del edificio así que no tengo mucho tiempo. June, tu tienes economía, ¿cierto? Puedes acompañarla. 

— Claro. — suspiro. Si no hay de otra, quiero decir, pero me contengo después de la primera palabra. Tal vez estoy siendo una completa idiota, no es la primera persona que tiene un flechazo por Alex y de seguro no va a ser la última, así que al menos debería darle el beneficio de la duda. Quizá es buena gente. — ¿Dónde te gustaría sentarte, si quieres puedo hablar con el profesor de Economía para que...? 

Dejo de hablar en el momento en que toma su celular y se pone a mensajear sin más. Ni siquiera me enojo, no porque no lo encuentre indignante, sino que no lo veo necesario; tengo tres personas que lo hacen por mí. 

Alex frunce el ceño, Abery se cruza de brazos y Connor la mira atento. 

Sé que Abery es la más propensa a sacar las garras, así que aprovechando que estaba sentada junto a mi, apoyo la mano en su brazo y le indico que no con la mirada. Suelta un suspiro, pero obedece, obviamente contrariada. Connor naturalmente nota este gesto y se calma también. Si es que se puede decir ''calmar'' a relajar los hombros y apretar la mandíbula. 

Para mi sorpresa, es Alex quien habla. 

—  Ya que obviamente tienes asuntos más interesantes que atender, ¿Por qué no le pides a alguien más que te lleve? Nosotros nos vamos. 

Lilian levanta la mirada de golpe, agudiza el oído y enrojece desde las cejas hasta el cuello, miradita de soy una buena chica. 

— Lo siento muchísimo, mi papá está hospitalizado y la enfermera que lo atiende me escribe constantemente para avisarme de su condición, no tenía intención de ignorarte. Estoy muy apenada. 

Bueno. Después de eso hasta yo me siento mala persona. Noto a Alex obviamente contrariado así que le doy una patadita por debajo de la mesa. Estúpido sentimental, no me gustaría tanto si no fuera tan buena persona. 



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En el texto hay: comedia, complejo, romance

Editado: 28.08.2021

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