Opuestos en el amor

II

No había notado ese pequeño detalle, estaba de camino a unos de los club más importante de Nueva York y solo para festejar el cumpleaños de uno de mis jefes o de un nuevo posible jefe. Mi  cara había cambiado totalmente y  Dave lo había notado completamente.

Dave manejaba por las frías calles de Manhattan, pero el  calor del auto hacía todo más ameno. 

El viaje fue totalmente silencioso la verdad que si seguía un poco molesta por lo de esta tarde, por que sere yo la que mañana pague los platos rotos de Dave y a él poco le importaba eso, realmente no me molestaba quedarme más tiempo en la oficina, no tengo mucho para hacer aquí.

—Te urge un vaso de vodka Noora, cambia esa cara. —dice Dave, mientras estaciona  su auto 

—Puedes que tengas un poco de razón. 

—Entonces cambia esa cara, ponte en modo perra. —Dave baja del auto y yo no me tardo en bajar también. 

Al bajar lo primero que notamos en que no hay fila, ni siquiera parece que es un bar o club o antro, como les apetezca llamarlo , es tan íntimo el lugar hasta que puede ser que entrar aquí sea ilegal 

Cruzamos la puerta del lugar hacemos dos o tres paso por el pasillo oscuro lleno de luces rojas y lo primero que notamos son dos hombres o gorilas mejor dicho 

Dave tiende unas tarjetas rojas y ellos nos ceden el paso rapidamente 

El lugar está completamente lleno, no parece tan íntimo como parecía al principio y ni tan elegante como me lo pintaba Dave.  Tiene dos plantas una pista bastante grande donde la gente baila y una pequeña barra donde todos pelean para comprar un trago 

—Nosotros vamos arriba, ponte delante Nor. —en un intento de agarre Dave logra moverse adelante para guiarme 

—Okay —asenti. la multitud era tan grande que no lograba moverme con facilidad, pero vi unas escaleras rojas que hicieron darme cuenta que ese era el lugar que buscaba 

 Al subirlas habia de vuelta dos hombres negro, uno con una lista en la mano y  otro solo observando a las personas de la pista.

Dave se acercó a ellos, les dijo nuestro nombres y ya pasamos a la zona VIP por lo que veo,  era mucho más relajado aquí había pocas  personas y una barra totalmente más amplia que la de abajo

 

giro mi cabeza para poder hablar mejor con Dave

—¿Y ahora qué hacemos? —pregunto divertida

—Tomarnos un trago hasta que encuentre al cumpleañero. —propuso,mientras tomaba camino hacia  la barra 

Nos dirigimos de inmediato hacia allí,  tampoco era que iba hacerme de rogar. Necesitaba ese trago  realmente lo necesitaba.

Para mí era bastante incómodo encontrarse en un lugar el cual no conocía a nadie y mas me molestaba por que no me gusta mezclar el trabajo con mi vida privada el estar  aquí arruina todo eso.

Ambos nos sentamos en los taburetes de la barra, Dave pide dos margaritas para cada uno, noto como busca con la mirada a sus colegas, pero lo unico que llego a notar  son variedad de lo mismo, personas vacías riendo con sonrisas falsas y atuendo caros 

—Iré por el cumpleañero. —Quédate aquí, ya vuelvo —soltó mientras se levantaba.

—No voy a quedarme sola, Dave dijiste que te quedarías conmigo.  —puse una mueca

—No tendría que haber venido.— suspiro 

—Solo tardaré un minuto. No exageres

—PUSSSSS.  —suspire por segunda vez 

Y Dave me abandono en una montaña de desconocidos,  mi mejor plan es intentar conquistar al barman, por lo menos no pensaran que soy una marginada 

pero, todos conocemos los clichés 

Bingo  el camarero es gay y Dave no aparece desde el momento que llegamos llevo en esta barra cuanto hora y media ya. Tendré que  empezar a socializar o irme 

Y cuando todo podría empeorar llega  un chico, va que digo, un hombre, dios debería ser ilegal ser tan apuesto 

Me quedo  mirándolo, al parecer viene tan  solo como yo  

Mis ideas bajan desde mi mente a mis manos y a aquí estoy  invitando un trago al caballero 

El hombre apuesto de traje negro levanta su mirada en direccion a  la mia y por primera vez observo todas sus faccines con  mayor comodidad. Su mandíbula es tan detallada que con esa barba rebajada se puede notar la perfección, como dije lleva un traje negro, se nota que es caro, solo espero no llevarme una gran decepcion cuando comience hablar 

Nose que estoy pensando cuando me levanto de mi taburete para ir al siguiente para poder estar más cerca de el, estara pensado dios esta chica solo esta acosandome 

El solo levanta la mirada y pues me hice pis 

¿Se puede en la vida ser tan guapo? pues no, me centro en sus ojos tan oscuros y claros a la vez. Y miran demasiados los míos 

Avergonzada, corro la mirada de inmediato, concentrándome en mi trago que por cierto ya era el quinto, me gaste una pasta desde que Dave me dejó sola  y comprarle uno al caballero no ayuda. 

—Gracias por el trago.—murmura 

Le sonrío y bajo la mirada un poco divertida , pero siento su mirada intimidante en mi costado. No puedo creer lo que me está pasando, soy una mujer grande,  esto no puede intimidarme. Estoy segura que debe esperar mas de mi, no cualquiera le regala una margarita a cualquiera 

— Es la primera vez que una señorita me regala  algo.—Levanto mi cabeza y suspiro . Tiene una sonrisa burlona  y muy seductora , es seguro que sabe el efecto que tiene cuando utiliza esa sonrisa con las mujeres 

— Entonces, ¿tú puedes regalarme tu nombre? —Pregunto burlona solo para romper la tension

Veo como su mirada vuelve a bajar a su trago para jugar con la cereza de su margarita y  me encuentro a mi misma imaginando si podría hacer un buen besador. cada dia estoy mas  loca déjenme 

Vuelvo a mirar al mi alrededor en busca de dave, pero no hay rastro de él  

Levanta su cabeza y apoya sus brazos descuidadamente sobre la barra observando 

—Oliver ¿tu? —pregunta 

Creo que los tragos comienzan hacer efecto, cuando es la primera vez que  encuentro a un hombre atractivo al hablar, mejor dicho su voz. es tan grave, firme y por supuesto que también seductora. 




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