Capítulo 6

Laura ha venido a mi casa tras dormir toda la tarde. Estaba tan cansada y tenía un agotamiento mental que creía que no iba a poder más. Al final conseguí levantarme mejor y ver las cosas más claras. Lo nuestro se acabó, igual no fue porque el amor se marchitara, pero las circunstancias fueron idóneas para terminar algo que no podía seguir siendo.

Nos ponemos nuestros mejores vestidos, ya que hay que ir demasiado formal. Laura lleva un vestido turquesa que se ajusta a su cintura y luego abre un vuelo hasta abajo que la hace verse espectacular. Yo en cambio, me decidí por un vestido ceñido negro con mangas y un escote algo pronunciado, su corte desde el muslo hasta más abajo hace que me vea segura de mi. Y por supuesto, unos zapatos de tacón para esterilizar mucho más este conjunto.

El mensaje no nos tardo en llegar, la fiesta comienza a las 9 de la noche en uno de los sitios favoritos de nuestro jefe para realizar este tipo de eventos. Gracias a Dios el catering suele ser muy bueno porque realmente tengo hambre, y bueno las vistas hacia la Torre Eiffel son magníficas.

Un taxi para Justo enfrente del portal, y ahora mismo sólo pienso en que lo voy a volver a ver.

Tras pasar el control de la fiesta, decidimos que es hora de tomarnos una copa de vino para relajarnos.

-No debería beber, pero lo hago por ti- ríe Laura dándome una caricia en el brazo.

-Ayer no opinabas lo mismo- la digo levantando las cejas y no puedo evitar contagiarme de su risa.

-Ayer solo pensaba en disfrutar, pero después de esta Mañana, quería morir -niega dando un sorbo de la copa.

-Por poco mando a tomar por culo a tu jefe y me vuelvo a meter a la cama, si.

Asiente dándome la razón y antes de contestar aparece encima nuestro.

-Señoritas no se queden ahí paradas, y vayan a sociabilizar un poco,¿No?-dice nuestro jefe sin mostrar ni un grado de alegria.

-Buenas noches a ti también- respondo sin pensar

-Hoy la verdad que no estoy para aguantarte, así que ya saben lo que tienen que hacer-se coloca su corbata y se marcha intentando parecer lo que no es. Una persona divertida.

-Venga, vamos a levantarnos que no quiero problemas el lunes en la oficina- dice Laura obligando a levantarme. Asiento de mala manera y cojo mi copa.

-Que remedio.

La sala está hasta arriba de gente, gran parte conocidos del trabajo, al final con el papel que tengo en la empresa debo hacer muchas amistades y lo peor, mantenerlas. Siempre tener algo tentador detrás de la manga.

Tras conversar con varios invitados decido que es hora de tomar el aire, salgo dispuesta a encenderme un cigarro hasta que me encuentro cara a cara, aunque eso no es lo que me angustia, si no la mano que está rodeando su brazo. A su lado se encuentra una chica demasiado deslumbrante con una melena rubia que la llega hasta los hombros, sus caderas parecen de una modelo y siento que todo se me desvanece.

Me saluda junto a su compañera y un par de socios más. Asiento y los saludo cordialmente.

-Es una fiesta espectacular, dile a Lucas que gracias por recibirnos así- habla

Uno de los socios, creo que se llamaba Max,muestra una sonrisa sincera y yo se la intento devolver.

-Si, yo se lo diré, aunque creo que está dentro, seguramente puedas decírselo en persona, y si me disculpan-ellos asienten mientras Marco se queda sin inmutarse.

Me refugio en el humo del cigarro mientras estoy apoyada en la barandilla. Como decía las vistas a la Torre Eiffel son magníficas y me deleito con ello para no pensar mucho. Juego con una copa de champán sobre la barandilla hasta que que un sonido me dispersa de todo pensamiento. Me giro para darme otro golpe de realidad.

-Necesito hablar contigo- dice Marco seriamente.

-No creo que tengamos que hablar de nada, al fin y al cabo todavía no hemos empezado a trabajar juntos-digo dispuesta a hacerlo frente.

-Sabes perfectamente que necesitamos hablar, deja ya las niñatadas-dice perdiendo toda la calma, y esto último hace que recuerde todo nuestro pasado. A él se le ve mucho más maduro, y con una dureza en su forma de mirarme que no entiendo.

-¿Niñatadas?-suelto una risa sarcástica.

Suspira y no dice nada durante un par de minutos. Los cuales aprovecho para deleitarme. Viste con un traje azul oscuro que no le puede quedar mejor, tras el traje sobresale una camisa la cual lleva desabrochada un par de botones, los cuales me provoca quitarle alguno más. Borro eso de mi mente, pero que estoy diciendo. Céntrate.

Pero esos dos minutos parecen eternos porque no deja de clavar sus ojos en mi. Mi respiración se agita y aparto Mi mirada dando un trago largo de mi copa.

-Debo volver a adentro- suelto de repente y el me mira con más dureza si aún se podía más.

-Tú lo has querido- suelta amenazante y se marcha dejándome allí. El aire invernal me sacude aún más fuerte y no puedo evitar recogerme con mis brazos.
 

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