Nick.
28 de enero, 2019.
Me siento junto a Mike en la sala de espera del hospital y le miro un momento antes de suspirar pesadamente.
- ¿Todavía no has sabido nada de ella? - me pregunta mi amigo, la preocupación es visible en su voz y me limito a negar incapaz de decir nada. - Tranquilo, estará cansada de todo esto, ya va a estar bien, todo se arreglará y...
- Alicia no dejaría a Alex solo en medio de esta mierda, Mike, y lo sabes. - Le interrumpo. Después de la conversación en la cafetería Ali no volvió a aparecer. Eso fue hace algo más de 24 horas. No responde el teléfono y no ha ido esta mañana a clase, tampoco ha venido a ver a Alex como hacía cada día.
- Sabes que tiene que ser difícil pasar su cumpleaños con su chico tumbado en esa camilla. - ignoro los intentos de Mike por tranquilizarme y me termino levantando de la silla. - ¿Dónde vas?
- A ver a ese capullo y obligarle a que se despierte.
- Creo que esto no funciona así... Nick entiendo que te preocupe Ali, yo también estoy preocupado, pero necesita tiempo. - le ignoro una vez más y abro la puerta sin cuidado.
- Genial, no te has molestado ni en moverte un centímetro. - me siento a los pies de la camilla y me paso las manos por la cara completamente frustrado. - Joder, Alex, ya tenías que haberte despertado, ¿sabes? Te estas portando como un puto egoísta mientras el resto nos derrumbamos y a ti te importa una mierda. - tomo aire y miro sus ojos cerrados. - Estoy pagando toda mi frustración contigo, pero te necesitamos. Ella te necesita. Mira Alex, no sé si me escuchas, pero necesito que te despiertes. Algo no va bien, tío, tengo un presentimiento horrible y no sé que hacer. - le miro esperando que por arte de magia despierte pero sigue sin mover ni un dedo y el vacío en mi pecho se vuelve más grande. El sonido de mi móvil interrumpe mis palabras y contesto a toda prisa esperando que sea Alicia, sin embargo me sorprendo cuando veo el número de su madre en la pantalla.
- ¿Nick? - su voz suena angustiada y me tenso al instante. - Dime por favor que Alicia está contigo.
- ¿Qué...?¿Ha pasado algo?
- ¿No está contigo?
- No, señora Green, no está conmigo. Yo estoy en el hospital con Mike... No la vemos desde ayer por la mañana.
- Se la ha llevado... - la oigo susurrar, más para ella misma que para mi. Un nudo se forma en mi garganta e intento buscar las palabras apropiadas.
- ¿Cómo que se la ha llevado?¿Quién...? - y entonces recuerdo que Ali me contó que su padre había salido de la cárcel días antes. - Ese cabrón...
- Tiene a mi niña. - dice con voz rota. - Se ha llevado a mi princesita.
- Vamos a su casa, señora Green. - digo saliendo de la habitación e indicando a Mike que me siga. - Todo estará bien, vamos a encontrarla.
Con toda la tensión en mi cuerpo conduzco a toda velocidad por la carretera mientras le explico a Mike lo que ha pasado. Siento mis ojos arder y el sabor salado recorre mi garganta al pensar en Ali, en lo que le pueden estar haciendo. Mi cabeza duele y me obligo a mantenerme firme cuando aparco frente la casa de mi mejor amiga. Corro a la puerta y Sara me abre a toda prisa recibiéndome con un abrazo que me rompe por completo. Siento sus sollozos contra mi camiseta y me permito llorar con ella durante largos minutos en los que dejo mi mente en blanco. Mike la abraza también y veo sus ojos brillantes mientras intenta mantener una actitud fría en todo esto.
- ¿Has llamado ya a la policía? - le pregunta cuando entramos a la casa.
- No, no he podido... lo siento...
- No te disculpes, Sara, nada de esto es tu culpa. - desbloqueo mi teléfono intentando mantener la calma y marco el número de la comisaria. - ¿Hola?
- Policía, ¿cuál es su emergencia?
- No encontramos a mi amiga, su nombre es Alicia Green...
- ¿Cuándo fue la última vez que la visteis? - interrumpe el hombre con voz mucho más seria.
- Ayer por la mañana, hacia las 12. No ha vuelto a su casa desde entonces y su móvil está apagado. Nadie la ha visto.
- ¿Tiene idea de dónde puede estar? ¿O con quién? Tal vez su novio o alguna amiga...
- Su novio está ingresado en el hospital por un accidente de tráfico que tuvo la semana pasada, le cortaron los frenos del coche; y sus compañeras de clase tampoco saben nada de ella.
- ¿Sus padres están por ahí? Necesito hablar con un familiar.
- Sí, le paso a su madre. - le tiendo el móvil a Sara y lo coge aún llorando. Sus ojos no tienen el mismo brillo que siempre, sus manos tiemblan y su piel ha perdido color.
- Sara Green. - Contesta con voz rota. Veo como asiente con algo que le dicen del otro lado y como su cuerpo se tensa. - No he recibido noticias de él, y que yo sepa ella tampoco. Entiendo. Vale, gracias. Por favor, encuentren a mi hija. - cuelga y me devuelve el teléfono completamente rendida. - Se ha llevado a mi bebé. Me la ha quitado y me la va a dañar como hizo conmigo. - Miro a Mike que tiene los labios apretados en una línea y sus ojos rojos y me esfuerzo en no llorar con la escena que tengo frente a mis ojos.
- Vamos a salvar a Ali. - asegura Mike sujetando la mano de Sara.
- Ella no puede morir.