Alex.
29 de enero, 2019. 9:00 a.m.
Después de estar toda la noche pensando donde puede estar Alicia nos quedamos sin ideas. Me siento completamente desesperado y agotado. La señora Green nos recibió ayer por la noche. Se veía devastada, sus ojos hinchados por el llanto, y sus ojeras resaltando en su piel pálida. Intento convencerme para volver al hospital pero se terminó quedando con nosotros cuando vio que no iba a irme.
- Tiene que estar en alguna parte... - susurra Nick con las manos en la cara.
- Señora Green, ¿sabe si su ex marido tiene alguna propiedad o algo? - pregunta Mike con voz tranquila. Creo que él es el único que mantiene la calma en todo esto y la verdad se lo agradezco porque sino sería un caos.
- No que yo sepa, vivía aquí hasta que lo metieron en la cárcel y antes de eso...
- ¡Eso es! - me levanto de golpe y todos me miran extrañados. - Antes de mudarse aquí tenían otra casa unas pocas calles más lejos. Alicia me contó que su padre nunca vendió esa propiedad.
- ¿Cómo que no la vendió? Él me dijo... - Sara me mira confundida y niega rápidamente con la cabeza. - Tenemos que llamar a la policía.
- No, tenemos que ir ya a buscarla. - digo yendo hacia la puerta.
- No Alex. - me detiene tomándome del brazo y ese acto me recuerda a la chica que está en peligro. - Las cosas no se hacen así, y lo sabes. Necesito que mantengas la cabeza fría en todo esto, ¿sí? - asiento con los ojos llenos de lágrimas y vuelvo a sentarme en el sofá.
- Necesito encontrarla, necesito que esté bien... - Mike se acerca a mí y pone una mano en mi hombro antes de hablar.
- Cuando estabas en el hospital ella dijo algo parecido. Dijo que necesitaba decirte cuanto te quería, dijo que te necesitaba y que tenías que ponerte bien. Ella te adora, Alex, aunque no supo decírtelo aquel día, te quiere, te quiere muchísimo. Va a estar bien. Vais a estar bien. - asiento limpiando las lágrimas que han caído de mis ojos y le abrazo contra mí dejando salir todo lo que tenía contenido.
- Ya he llamado. - la voz de la señora Green hace que me separe de mi amigo de inmediato y me levanto rápidamente. - Van a ir a revisar la casa.
- Tenemos que ir. - no espero su respuesta, camino hasta la puerta y salgo a la calle sin mirar atrás.
Voy a encontrarte, nena.
Alicia.
29 de enero, 2019. 9:00 a.m.
Me siento sucia. Todo mi cuerpo me duele. Estoy llena de marcas y golpes. Mis ojos se han apagado por completo.
Lavo mi cara con agua fría después de dos horas vomitando y me recuesto contra la pared llorando sin parar. Oigo pasos de nuevo por el pasillo y me niego a salir del baño.
- Alicia, venga, sal del baño. No seas cría porque si me haces entrar a buscarte va a ser peor. - oigo la voz de mi padre al otro lado de la puerta y me muevo con dificultad.
- No me hagas más daño, por favor. - digo cuando le veo sentado en la pequeña cama llena de sangre.
- Eres más débil de lo que creía. Yo que crie a una niña fuerte. - se acerca a lentamente a mí hasta que quedamos frente a frente. - No eres más que una puta, princesa. No sabes cuanto ha disfrutado Richard contigo, ¿tú no te lo has pasado bien? - mis ojos se llenan de lágrimas otra vez cuando recuerdo todo lo que ha ocurrido esa noche y deseo suplicar que me mate, sin embargo me mantengo firme frente a él. - Te aseguro que le encantará volver. - me acaricia la cara con suavidad y trago saliva ocultando el miedo. - Tranquila, te acostumbrarás a que te traten como lo que eres. - se acerca a mi oído y susurra despacio. - una perra.
- ¿Por qué me haces esto? - susurro rendida. - Yo nunca te hice nada. Joder, yo te adoraba. ¿Qué te pasó?¿Qué hiciste con mi padre?
- No te confundas princesa. Que no lo vieras no significa que no estuviera. Fuiste demasiado ingenua durante gran parte de tu vida, y estabas mucho mejor así. Pero te creíste una heroína y mira, he acabado contigo, así que supongo que tan buena no eras. - me sonríe irónico y me arroja de un golpe al suelo. Sale de la habitación dejándome temblando y cierro los ojos esperando que todo desaparezca.