Cuando llegue a mi habitación cerre con llaves para que nadie molestarse. Y me quedé allí en la puerta hasta deslizarme hata el suelo, me sentía mal totalmente mal. Como había pasado todo aquello con mi hermana eso me dolía y mucho.
Desde arriba se escuchaba las risas y la música, mi llanto se ahogaba con toda aquella música.
En ese momento recordé al profesor cuando me ofreció un puesto en la compañía. Y busque el número entre las cosas de mi bolso y saqué en teléfono y lo llamé.
— Buenas noche profesor, he cambiado de parecer quiero ir a Rusia con la compañía.
— Sabía que me llamarías, lo sentía y claro que la propuesta siguen en pies.
— Gracias profesor.
— Te espero mañana temprano Cristal, y gracias por cambiar de parecer.
— Gracias a usted profesor, mañana estaré allí temprano.
Después de colgar seguí pensando en todo lo que había ocurrido aquella noche, así que era mejor alejar de todo aquello. Me dolía tanto todo lo que me había hecho que necesitaba salir de allí, pero habia conseguido la solución con la compañía de Ballet.
Al día siguiente ella se levanta temprano para hacer la maleta y ordenar sus cosas. Cuando sale de su habitación su padre la observa que estaba llorando y llevando la maleta en las manos. Y se acerca a ella con el ceño fruncido.
— Y esa maleta Cristal. —ella da la vuelta al verlo y le dice.
— Disculpa para pero anoche iba a decirte que me iba con la compañía de ballet y a Rusia, pero me encontré con lo de Bella.
Ella sabía que era una mentira, se quería alejar de allí para no ver cómo si novio, el cual ya no lo era casarse con su hermana y ella darle un hijo.
— Lo fueras dicho delante de todos hija, eso no importaba.
— Por favor papá era el compromiso de Bella, y eso no era importante.
— Bueno hija porque mejor no te llevo.
— Gracias papá pero ya me está esperando un taxi y voy tarde.
Su padre la abraza y la acompaña al taxi, ella se sube y se despide de sus padre, después ella comienza a llorar. Que el hombre del taxista le pasa un pañuelo y le dice.
— Vamos jovencita, deje de llorar la familia la final es familia y verá que a donde va, los va a tener presente.
Ella en sus pensamientos. "si supieras lo que me hicieron", y ella lo mira y lo que hace es sonreírle.
Se que esto duele mucho, y se que muestra más lejos de todos esto, me sentiré mejor. Este dolor es profundo y duele mucho pero bailando lo soportaré. En eso pasó el tiempo en mis pensamientos que no me di cuenta que habíamos llegado al aeropuerto, allí me bajé y el hombre del taxi se despidió de mi. Al entrar en el lobi, allí estaban todos mis compañeros hasta galeth quién se acercó a mi.
— Cristal que te ha pasado, se que dijistes que no ibas a ningún lado que te ibas a casar.
En eso ella abraza a su amiga y comienza a llorar, y van se sientan en unos asientos a hablar mientras salía el vuelo.
— Cuéntame que pasó amiga.
— Galeth, Michel se comprometió con mi hermana Bella, anoche... Oh Galeth fue horrible.
— Carajo Cristal te dije que ese era un desgraciado ese solo quería acostase contigo nada más, claro y tú hermana que no se queda atrás es una fresca.
— Por Dios Galeth no digas eso.
— Por favor si a Bella se le ve lo fresca que es.
— Ya Galeth que me duele todo lo que me han echo.
— Entonces por eso es que cambiaste de parecer, por lo que te ha pasado.
— Si amiga.
En ese momento llamaron a los pasajeros de vuelo, y las dos se levantaron de sus asientos.
— Cuando lleguemos verás que te sentirás mejor, te olvidaras de todo y vamos a estar en varias presentaciones.
— Eso espero Galeth.
— Bueno ahora vamos a subir ese avión y ver otro mucho.
Y así fue se montaron en el avión, y el viaje fue largo aunque a cada momento hablaba con otros compañeros de la compañía de ballet. Hasta que Cristal se quedó dormida hasta que llegaron a Rusia, cuando bajaron todos estaba haciendo la cola para que revisaran las malestar y sus documentos.
Después de que todo estuviera en regla, tuve que salir corriendo ya que algunos chicos estaba ya esperándome, y corrí cuando me tropiezo con un hombre alto, sexy y con unos ojos azules como el profundo de mar. Y si querer le derrame su café encima, y me mira con cara de no buenos amigos.
— Carajo... ¡Es que estás ciega! —dijo aquel hombre se trabe gris, y de marca como un Armani y yo mirándolo como una tonta.
— Disculpe no me di cuenta.
Cristal se quedó viendo aquel hombre que parecía esculpido por los mismos ángeles.
— Da gracias que no te cobre por ello, por lo apurado que estoy, carajo mocosa.
— Oiga, no soy una mocosa.
— Para eres una chiquilla, así que mejor siga si camino antes que cambie de parecer y en verdad la haga pagar mi traje.
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Editado: 17.11.2024