Axel Myres

Siempre fui una chica muy energética y despreocupada que se deja llevar por la emoción de las cosas, sin embargo, muy pocas cosas llaman realmente mi atención y las tomo con seriedad. Me atrevería a decir, que vivo una vida con una máscara en mi rostro que me es imposible quitar, muestro lo que deseo que vean los demás… mientras lo que me aterra y me produce intranquilidad, lo guardo en lo más profundo de mi alma deseando el que llegue el día, en que no tenga la necesidad de esforzarme por mantener la máscara.

–Ese día parece ser hoy…

No podía evitar observarlo mientras se alejaba al ritmo de un sonido sordo que retumbaba en mi cabeza, sentía como si me hubiese detenido en el tiempo mientras tragaba un poco de saliva, y a su vez, quedaba inundada en mis pensamientos preguntando si esto es una señal, acaso… ¿Todo lo que ocurre tiene una razón de ser?, o simplemente ¿Sera que ocurre por el azar del destino? Es extraño, mi corazón late de una manera tranquila, pero con mucha fuerza.

–¿Sera que es él… el chico de mis sueños? – Susurré mientras que una pequeña sonrisa se dibujaba en mi rostro y mi corazón me lastimaba el pecho de la emoción.

Quería saber si era él, necesitaba acércame para descubrirlo, así que entonces… ¿Está claro no es así?... debo ir tras él y descubrir si es por quien esperé tanto tiempo poder patinar. Agarré mis pertenencias y las introduje rápidamente en mi mochila que a su vez tomé rápidamente para salir corriendo tras de él sin que notara mi presencia.

Llegué a la pista de hielo, tal como pensaba vino aquí para patinar. Lo observé detenidamente mientras me escondía en uno de los pilares de las instalaciones, mientras más lejos mejor, pero de un ángulo necesario para poder verlo con detenimiento. Era impresionante, mis ojos no podían apartar la mirada de él, su forma de patinar eran las de un profesional… se movía con mucha fluidez y agilidad, podía notar como los músculos de sus pantorrillas detallaban su delgado, pero fuerte cuerpo, sentía algo de envidia, no me extrañaría pensar que haya dedicado toda su niñes y casi adolescencia en practicar su patinaje, mientras que, por mi lado, no pude hacer nada por miedo y falta determinación por conseguir lo que quería desde niña.

–“Si hubiera patinado desde niña… ¿Me hubiera vuelto así de buena?” – Pensé mientras que mi frustración tomaba posesión de mis sentimientos.

(5:30 de la tarde, febrero del 2026)

No sé en qué momento, pero… terminé observándolo hasta que literalmente terminó sus prácticas. Cualquiera pensaría que sería suficiente, pero… mi cuerpo ya se movía por inercia.

–“En serio…”– Tragué saliva –“¿Enserio lo estoy siguiendo hasta su vivienda?” – Fue lo que pensé mientras me maldecía a mí mismo –“Parezco psicópata por el amor de dios”

Continue persiguiéndolo, mientras lo hacía no paraba de pensar que quizás sea momento para retirarme, si me descubre no me quiero imaginar lo que puede pensar de mí, ahí sí que abre hecho la mayor cagada de toda mi vida. Caminaba mirando el suelo, y por esta idiotez de mi parte, no me percate en el momento que choque contra él y le hice caer sus patines.

–¿Eh?... – Dije mientras veía como sus patines caían lentamente al suelo.

–Auch– Se gira rápidamente –¡Fíjate por donde caminas! – Dijo Axel mientras se agachaba para recoger sus patines –Oh– Mira fijamente –Pero si eres la de esta mañana, ¿Vives por aquí?

- ¡E-eh... e-eh!... ¡si! ¡si! ...obvio…– Dije mientras que con algo de nerviosismo tomaba un mechón de mi cabello –Ni que te estuviera siguiendo– Susurré

–¿Me estas siguiendo?

–¡¿Escuchaste eso?! – Dije sorprendida retrocediendo 2 pasos.

–Uhm– Mira confundido –Estas actuando como un bicho raro ¿Lo sabias? – Acerca su rostro hasta estar cara a cara –¿Me vas a decir por qué me seguías?

–“¡Que cerca estas!, ¡A-aléjate un poco! – Pensé nerviosamente al tenerlo muy cerca de mi –E-eh...yo... ¡lo siento!, vi que patinabas y me pareció espectacular verte–

–…

Me sentía sumamente estúpida por haberlo seguido, al final para terminar diciendo algo tan patético como esto.

–Ya me voy, ¡Disculpa las molestias! – Expresé mientras que a su vez me di media vuelta para salir corriendo del lugar.

–Espera– Sujeta su mano –¿Me viste patinar? ¿Cómo estuve?

-¡¡ PATINABAS GENIAL!! – Grité toda emocionada- ¡¡¡No podía evitar quedarme embobada viendo todos esos movimientos, eran como los de un profesional!! – Dije con la cara roja –“E-e-e-e-espera un momento, ¿Qué demonios estoy diciendo?, aaahhh, que vergüenza” – Dije entre mis pensamientos.

En eso Axel me soltó la mano y retrocedió un poco.

–Vale, vale ya entendí, pero deja de gritar, pareces loca– Mira hacia su alrededor –Y aunque es algo que ya sabía, creo que es mejor que no me vean contigo, dañaría mi reputación.

–¿Tu… reputación? – Cuestioné confundida.

–Cambiando de tema… ¿Qué más quieres de mí?, dudo que solo me siguieras como una acosadora sin algún motivo en especial, ¿Quieres proponerme algo?

–“Efectivamente solo te seguía por acosadora” – Pensé mientras que a su vez buscaba una excusa para no dejar una mala imagen de mí –Eh...eh yo…– Saque mis patines de mi mochila –La verdad… me gustaría patinar como tú lo haces, eres estupendo... pero... me da miedo… mucho miedo de…– Me quedé en silencio.

– ¿Miedo de que?

Probablemente las palabras no hubieran sido suficiente para expresar lo que siento, pero aun así agarre fuerzas para contárselo, aunque no tuviera un motivo real en especial… simplemente, si es el quien eh esperado todo este tiempo, debe saberlo.

–Cuando tenía 6 años– Apreté el puño –Soñé que estaba en una pista de hielo, cuando me caí un chico me tomo la mano y patinamos juntos hasta que desperté. Desde ese sueño quería patinar, fue tanto mi deseo que le pedí a mis padres que me compren patines a mi talla, y cuando por fin iba a patinar... vi como alguien... murió en la pista de hielo– Mis manos empezaron a temblar –Todo estaba lleno de sangre. Aun así, no me eh rendido y quiero vencer mis miedos, quiero poder patinar como tú.