Pensamiento Eterno

Prólogo

Ella se encontraba sentada en el filo del techo del almacén en la azotea del colegio, su lugar secreto. Con su mirada posicionada en el horizonte y en el más allá donde los sueños y el amor son real y genuinos.

—Hey, ¿en qué meditas tanto? —pregunta el chico a su lado sentado que no hace poco la vio y se dispuso a hacerle compañía.

El chico no recibe una respuesta por parte de la chica. Así que agita su mano en la cara de ella haciendo que reaccione.

—¿Ah...? —balbucea ella.

—Estoy aquí a tu lado. Date cuenta de mi existencia —declara el chico sin mostrar ninguna expresión en su hermoso rostro.

—¡Ay! Perdón. Es que... no dejo de pensar en el significado de la palabra "amor" —dice ella volteando su cabeza en dirección a él para mirarlo.

«¿Por qué rayos le cuentas eso, Evolet?» le ataca su conciencia.

—Amor ¿eh? —dice el chico soltando un suspiro direccionando su mirada al cielo.

Ambos se quedan callados por unos segundos sintiendo el aire pasar por sus rostros con sus miradas flechadas al cielo, sonríen ligeramente como si escucharan una sinfonía inimaginable que trae el aire solo para ellos. Es un momento tan corto pero mágico.

—Todo lo que sé de ello es que... No me entra en la cabeza el hecho de que en la actualidad solo busquen tener sexo... El amor apesta —habla ella rompiendo el momento tan magnifico.

—No voy a negar que el 99,9% buscan eso. Pero te tengo buenas noticias hay un 0, 00001% que es diferente —dice el chico sonriendo sin despegar sus labios.

—¿Y dónde lo puedo encontrar? —pregunta ella algo curiosa.

—Eso yo no lo sé. Debes buscarlo por ti misma —responde el chico encogiéndose de hombros.

—Si es así me da igual, no tengo tiempo para estar buscando... un amor absurdo —dice con una pisca de tristeza en su voz.

«Ja ¿"amor absurdo"? Sí, claro. Como tu "plan absurdo" ¿no Evolet?» le vuelve a atacar su querida conciencia.

—No. El amor es mágico —dice el chico serio sin ninguna emoción en su tono de voz.

—Ah... te refieres porque pueden crear un nuevo ser ¿no?

—¿Qué? No.

—Entonces, ¿por qué es mágico? —interroga la chica.

—Es mágico por unas simples cosas. Por el brillo en los ojos que explotan juegos artificiales al ver aquella persona, por los latidos del corazón que van tan rápidos que sobrepasan la velocidad de la luz, por esos revoloteos de miles de mariposas en el estómago que te vuelven loco, por ese rose indefenso e intencional con la persona que amas satisface todo.

»El amor es mágico e incluso imperfecto.

—Wow...qué profundo y cursi. ¿Acaso tú...?

—No, Evolet. ¿Acaso no eres coreana? —pregunta el chico sin dejarle terminar de hablar y al parecer cambiando de tema.

—Sí, pero qué tiene que ver eso.

—Eres coreana y no sabes qué es el amor. Muy mal, Evolet. ¿No miras los coreanitos?

—Dirás k- dramas o doramas. Respondiendo a tu pregunta no tanto.

—Si eso. Entonces, ¿no has visto alguna película romántica?

—Te diré algo, yo Evolet Jun toda mi vida hasta ahora solo miro coreanitos como tú lo dices y películas donde el protagonista o la protagonista muere.

—Qué sádica. Muy mal —habla el chico con tono de burla.

—Ajá. Si quiera yo no saco mis conocimientos sobre el amor de los "coreanitos" o películas románticas —dice la chica con una pisca de diversión en sus ojos.

—Qué dices. Yo no miro esas cosas para chicas.

—Ah... ¿y por qué te gusta mirar eso? Siendo sincera no me imaginaba eso de ti —dice ella pasando por alto las palabras del chico.

—No debes juzgar un libro por su portada.

—Oh... entonces aceptas que te encanta mirar eso —manifiesta la chica mostrando una sonrisa de oreja a oreja jocosa.

—Yo no... —El chico al dar se cuenta que ya no tiene palabras para contradecirla, se ríe.

Se ríen juntos.

Formando una sola melodía, debajo de un hermoso cielo azul con una inimaginable sinfonía que viaja a través del aire, en aquel lugar secreto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.