Un estruendo, seguido de un llanto. Él se preocupó al notar que el llanto provenía de su pequeña hermanastra
Asustado bajo las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitieron
“¿Y si se lastimo? Sera mi culpa”
Se repitió una y otra vez, hasta que la vio
-So-solo quería tomar agua
Menciono como si esperase una reprimenda
Su mano sangraba, había pedazos de cristal por toda la cocina
-Deja eso
-P-pero…
-Te cortaras, de nuevo
Su tono por primera vez en meses fue suave
Al terminar, ella seguía llorando, a pesar de ya haberle curado la herida
-¿Qué tienes ahora?
La forma en que lo dijo era algo confusa para la menor; era como una mescla, una mescla entre un tono despectivo pero amable, molesto pero preocupado
-Lo rompí
Susurro
-Eso ya lo se
Soltó una leve risa, tratando de restarle importancia
-Era importante
-¿Qué tan importante puede ser un simple vaso?
-Era un regalo
-¿Regalo? ¿De quién?
Tal vez tratara de animarla, pero la forma en la que le restaba importancia al asunto, la molesto
-Tuyo
-¿Mío? Pero si yo nunca te daría un regalo
Él se burlo
Ella levanto la vista molesta, con lágrimas saliendo de sus ojos
-Era para ti, para que me perdonaras
Su llanto se incremento
Él se sorprendió. Un regalo para él, para que la perdonara
La abrazó
Ambos se sorprendieron por el acto del mayor, pero ninguno se alejo