Capítulo 1
Bienvenida al palacio Bass, Holly. O como muchos lo conocen: la villa de la muerte.
Tres años después.
Holly Bennet.
—Es una misión suicida.
—Sabes perfectamente que es mi trabajo hacerlo.
Introduzco mi maleta al auto y cierro la puerta para ver la cara de Jake. Sus ojos suplicaban que me quedara, pero no podía hacerlo. No después de lo que hice.
—No se que intentas probar. No necesitas hacerlo, ya no trabajas en la FAD.
—Ese es el problema, tengo que demostrarles que sigo siendo útil para la agencia.
—Acéptalo, Holly. Perdiste.
—No lo creo, esto se acaba cuando yo lo diga.
—¿De verdad volverás a repetir la historia? Le diste fin a la historia en el momento que mataste a Bellamy.
¿Era cierto? No. La historia nunca acabó, tendría que aniquilar a todos los Bass que habitaban este planeta. No eran más que una plaga, fríos, sin compasión y unos corruptos con fachada de hombres buenos.
—Creí que te había quedado claro que no descansaré hasta que los Bass estén tras las rejas o muertos. Y en este momento, el mismo diablo es quien está a cargo de las empresas Bass.
Jake suelta un suspiro y me toma de los hombros. Supuse que entendería de una vez por todas. Pero no fue así.
—Lo que pasó no fue tu culpa. Deberías dejar eso en el pasado y concentrarte en el futuro. En unos cuantos meses es nuestra boda. ¿De verdad quieres arruinar eso?
—No hay nada más importante que mi trabajo y mi deseo por acabar con los Bass. Creí que lo sabias. Pero si no es así, no creo que seas la persona con la que quiero pasar el resto de mis días.
Pude sonar cruel, pero Jake sabía lo que sentía por él. Sabía lo mucho que lo amaba, pero mi deseo por acabar con esa miserable familia era más grande que cualquier cosa.
No estaba dispuesta a dejar tirado todo por un hombre. Buscaba venganza, y estaba dispuesta a usar todas mis armas. Esta sería una guerra a muerte, y solo habría un vencedor.
Sin despedirme de mi futuro "esposo", me adentro al auto e inicio mi camino sin mirar atrás. Tenía que remediar lo que había hecho, y que mejor forma que entregando en bandeja de plata al Boss de la mafia más temida del estado: Nathaniel Bass.
***
Las enormes barricadas del palacio Bass se abrieron dejándome el paso libre. La casa era enorme, pero era normal cuando sus empresas fluyen por dinero sangriento y fraudes.
Al primero que observé fue a Todd, el guardaespaldas de Nathaniel. Un joven bastante alto, treinta años de edad, su madre se encuentra en un asilo y su hermana en una guardería privada.
Tuve que investigar a fondo el mundo al que estaba apunto de meterme.
—Buenos días.
—Buenos días, señorita.
El joven de ojos verdes me llevó hasta el salón del palacio, un gran y enorme salón. Lámparas bastante costosas colgaban en el centro, jarrones extremadamente hermosos adornaban el lugar.
Una completa maravilla.
Mi vista se clavo en el joven que bajaba los escalones con un gran traje, el reloj más caro que había visto y los ojos más bellos que puedes imaginar. Su semblante serio, y su caminado parecía que había sido practicado por al menos diez años. Parecía perfecto, pero era un Bass. Y no cualquier Bass, era Nathaniel Bass. El diablo encarnado.
Si es un Bass, tiene que ser un maldito.
—Mucho gusto, Señor Bass—. Me presento extendiendo mi mano.
—¿Tu eres?—pregunta con un tono seco.
—Violett Queen.
Él me quedo observando de arriba abajo, sabía que tenía que vestirme formal. Pero no tanto. Tenía que guardar la imagen de una pobre universitaria con el sueño de trabajar en las empresas Bass.
Extiende su mano y regresa el saludo.
—Natha....
—Nathaniel Bass. Lo conozco perfectamente Señor, siempre ha sido mi sueño trabajar para usted.
No podía creer lo que estaba diciendo, nunca imagine que de mi boca salieran esas palabras, pero tenia que interpretar muy bien mi papel.
—¿Tienes experiencia trabajando en empresas?
—Claro, trabaje para la corporativa Wilson como gerente ejecutivo por cinco años. Y estudie administración de empresas en Princeton con un doctorado.
—Tendrás que pasar unas semanas de prueba, sin sueldo. Puedes dejar tus documentos en recepción.
¡Muy bien, Holly! Estas dentro.
—Bienvenida al palacio Bass, Violett.
No imagine que me alegraría tanto escuchar esas palabras. Ahora, que comience el juego.