—zatu, respeto tu privacidad pero como tú madre reafirmó mi autoridad entrando a tu cuarto de todos modos — dijo la duquesa Elisabeth kroban entrando con un ariete a la habitación de su hijo dejando ver su elegante ropa gótica de la realeza que combina con su sedoso cabello oscuro con toques de blanco que daba una hermosura al combinar con su sonrisa — veintitrés mil años de edad y para mí sigues siendo mi bebé pero eso ya sabías lo que no sabías es que ya rojecio
— Mamá, aún falta para que sean las nueve de la mañana — había dicho zatu quien se volvio a tapar pero no podía enojarse con el corazón de su madre a si que se levanta — aún que no se porque me levantas si de todos modos no hago nada para vampiria aparte de darle un toque más positivo a sus calles
— si no te despertaba yo te despertaba tu padre ¿No sabes lo horrible manera de levantarte usa tu papá para ti? — decía Elisabeth dándose aire con su madre y usando un poco drama en su voz — no tiene piedad con mi bebé colmilludo
— mi padre me despierta tocando la puerta acto siguiente se manera tranquila levantarme — dijo zatu poniéndose su ropa favorita una camisa negra se manga corta para luego ponerse su abrigo cruzado cortavientos — creo que ya estoy listo
— vaya combinación que son tus abrigos que son cruzados y cortavientos — decía Elisabeth — sigo pensando que un cortavientos es lo mismo que un cruzado pero más largo
— mejor ve a criticar la ropa victoriana de mi papá y déjame con mi ropa — dijo zatu dando salto para aterrizar en la entrada de su cuarto y darle un beso en la mejilla a su madre— me iré a explorar todo lo que pueda, voy a desayunar en el camino
Rojedia es el término que se usa para el día que está rojo en territorio de los vampiros se podría decir que es una protección misteriosa que ayuda a los chupadores de sangre a no morir por los rayos del sol dando resultado un paisaje rojizo.
—¿A dónde vas tan apurado zaza? — decía magno zagno padre de zatu — ¿Piensas otra vez explorar pixilco Por ti mismo?
— no tiene nada de malo descubrir nuevas cosas por todo pixilco — dijo zatu deteniendo su marcha para mirar a la dirección de su padre— ver cosas nuevas incluso ver cosas ya vistas me llena de un conocimiento bastante genial
— recuerda hijo mío no está mal descubrír el conocimiento que encuentres — decía magno dando un paso más adelante con su hijo — lo que está mal es no comprender ese conocimiento
— no te preocupes padre voy a tratar de mirar más allá de la portada de un libro — dijo zatu despidiéndose de su padre — ¡Trataré de estar en lugares seguros!
La curiosidad del vampiro puede a llegar ser peligrosa para las otras personas pues su personalidad tan atrevida y de querer siempre pasar los muros de la vida pueda llegar a meterse en algo oscuro aún más que los mismos vampiros; la vida está llena de profundos hoyos los cuales es mejor evitar porque si caes en ello te puedes encontrar sopresas desagradables.
el reino de ronuka un lugar hermoso llegó de paisajes azules, su gente experta con todo relacionado con la cacería de bestias o lo eran en su época dorada dura milenios hasta la guerra de La tuerca un conflicto de armas e ideales la cual ronuka perdió la batalla y tuvo que adaptarse a las nuevas costumbres que tienen; todo comenzo con un licántropo que había entrado de manera pacífica a la nación azul pero fue asesinado por un grupo de nobles, la noticia había llegó hasta licantropolandia y se empezó un conflicto interno el cual acabo con el derrocamiento de la familia kuko y la familia cabutono como la nueva realeza la cual no dudo dos veces en atacar el reino de ronuka; los vampiros no eran tan rencorosos como los hombres lobos pero si había grupos de chupadores de sangre que decidieron marchar contra los ronuka; se habían perdido muchos vidas igual que se perdieron las tradiciones; los cazadores de bestias dejaron de matar a sangre fría a cualquier bestia con vida inteligente ahora lo siguen haciendo pero con justificación como el crimen organizado.
— no te preocupes papa yo no voy a dispararle a una bestia inocente al menos que sea por defensa propia — decía Vanessia con su ropa de piel y con su rifle en la espalda — yo solo quiero un poco de acción en mi vida
— pero también eres una princesa la cual debe cuidar por como la ven o tendremos problemas como en la guerra de la tuerca — decía el rey tobu — mejor caza animales salvajes en los bosques
— pero padre eso cualquiera lo hace yo solo quiere cazar una bestia — decía ella con un tono de frustración
— muy bien hija mía — decía el rey rendido ante su hija — en al frontera de vampiria se vieron algún que otro tuyoju pero solo porque pronto cumplirás veintitrés años
La princesa contenta partio de inmediato a las fronteras con vampiria a si poder cazar una bestia salvaje algo que ella le gustaba mucho pues le encantaba las historias que su padre le contaba sobre sus antepasados como cazan violentas bestias de manera épica, ella comprendia las restricciones en esas cosas pero aún a si eras entusiasta. Vanessia había tardado pero por fin llegó a la frontera la cual había un asentamiento bastante animado.
— ¿Que rayos están festejando?— dijo vanessia curiosa se acercó al lugar donde miraba a zatu quien es el causante de tanto ánimo del asentamiento — ¿Ese es lord zatu?
— ¡vaya, vaya, vaya! — exclamó zatu dando un salto hasta estar delante de la princesa — lady vanessia está presente desde el año pasado que no la veo
— lord zatu ¿Que hace aquí tan lejos de la capital de vampiria? — pregunto la princesa quitándose su sombrero — pero lo más importante es la razón de esta fiesta
— salí a explotar pero no tan lejos para no preocupar a mis padres hasta que me encontré este asentamiento a si que decidí animar un poco el ambiente — dijo zatu viendo a los ojos a la princesa— sigues siendo tan bella como siempre vava
— muchas gracias lord zatu — dijo vanessia con una sonrisa hasta que se escuchó una explosión muy cercas de ellos — ¡¿Que rayos fue eso?!