Por nosotros

Capítulo 2

Habían pasado cuatro días desde mi regreso a CA y aunque poco a poco intentaba incorporarme nuevamente a mi vida en algunos momentos seguía siendo raro, con esa constante sensación de querer huir de todas las miradas extrañas llenas de lastima y curiosidad, ni siquiera me atreví a almorzar en la cafetería, sabía que en cuanto entrara sería un blanco fácil de los cuchicheos, no había podido ver a Hellen, mencionó en días anteriores que estaba envuelta en algunas cosas de clase y ni siquiera le avisé que hoy regresaría, así que preferí no aturdirla con mis dramas.

Esperaba que luego de un mes de los acontecimientos la noticia se habría enfriado y no prestarían tanta atención a la chica secuestra que resultó salir con su secuestrador, que además resultó ser la hija robada de unas personas que fueron asesinadas hace tantos años.

Había estado pensando en eso por supuesto e incluso me atreví a googlear sobre el asesinato de mis verdaderos padres, pero me acobardé antes de dar click en el buscador, cuando pensaba en las personas que me dieron la vida no me resultaba fácil imaginar a alguien más, solo podía pensar en mi madre, la mujer que me crió en mi niñez, a mi supuesto padre no lo recuerdo, pero a mamá si, ella me amó y yo a ella, imaginar a otra persona siendo mi madre era casi ilógico, pero aunque me dolía pensarlo, era real.

Estaba acostada sobre mi cama mirando hacia el techo, divagando en el mar de situaciones raras que me atormentaban, escuché tres golpes en la puerta y antes de que pudiera responder Care asomó su cabeza.

- pasa-dije cuando la vi dudosa de si podía o no entrar por completo.

- ¿Cómo estás? -preguntó jugando con sus manos nerviosa mientras entraba. Esa era la pregunta que más había escuchado y siempre que me la hacían tenían esa reacción como si en cualquier momento me fuera a romper y debieran tratarme como a un jarrón de cristal. Entendía que mi actitud no fuera la mas alegre en el último tiempo, pero lo que menos pasó por mi cabeza fue hacer locuras como suicidarme o cosas de ese tipo.

-bien- respondí sin tener nada más que decir.

La relación con mi hermana se sentía como estar parada sobre un estanque de agua congelada en donde en cualquier momento se podría romper y quería acabar con eso, poder regresar a lo de antes, bueno tal vez nunca sería como en el pasado, pero sé que recuperaríamos esa confianza, solo debía ordenar un poco más mis emociones.

-oh- sabía que se moría por hacer cientos de preguntas sobre mis días en la escuela y se estaba resistiendo- ¿hablaste con el director? Dijo que cuando decidieras regresar debían hablar-

Y ahí había empezado.

-sí, hablamos, le dije que en cuanto tomara una decisión le avisaría, el padre de Jake continúa pagando y dijo que estaba dispuesto a seguir haciéndolo-

- ¿y aceptarás la ayuda? –

Ella me conocía y sabía de lo orgullosa que podía ser, pero también conocía mis ganas de estudiar en CA y que esto era una decisión complicada para mí, aunque le dije a Jake que no quería más ayuda de su padre, por mucho que me costara aceptarlo, eso fue lo que me ayudó a tener un lugar dentro de esa universidad, sino jamás, ni en un millón de años me hubieran considerado tal vez.

-no lo sé, si acepto me sentiría extraña de seguir recibiendo ayuda de los Lander luego de lo que se suscitó, pero si no acepto pues…tendría que irme de CA-

Irme de CA no solo representaría dar por perdido mi gran sueño de estudiar ahí, sino que tendría que esperar para aplicar a otras universidades.

-sabes que lo que decidas, te apoyaremos- acotó, sentándose en el borde de mi cama.

-gracias-le sonreí con sinceridad.

- el señor Harrison estuvo esta mañana en el refugio -la sola mención de ese apellido me causaba nerviosismo.

- ¿qué quería? –

-quiere hablar contigo, pero teme que si te vuelve a buscar no quieras hablar con él-

- no sé sobre que deberíamos hablar- de acuerdo si se me ocurrían muchas cosas de las que tal vez deberíamos hablar, pero últimamente era una completa cobarde y había evitado pensar que tarde o temprano el volvería a buscarme.

-Alex ellos te han buscado por mucho tiempo, solo quieren conocerte supongo, ellos son tu…-bajó la mirada, vi el dolor reflejado en su rostro, el pensar que había personas que se decían ser mi familia nos dolía a ambas.

Una lagrima se deslizó por su mejilla, esto también la afectó a ella y me sentía mal, yo no tenia nada que reprocharle, además de que no fue su culpa, siempre me cuidó y me ha amado, ella es mi familia sin importar nada más.

-hey- le dije acercándome a donde estaba, me tomó en un fuerte abrazo, sollozando. Mis lagrimas no esperaron mucho tiempo en salir también.

-lo siento tanto Alex, de verdad lo siento- se disculpó.

Me separé de ella, viéndola a la cara.

-no tengo nada que perdonarte, me has dado todo, una vida maravillosa y llena de amor, lamento si he estado distante, es solo que todo parece tan irreal-

-sé que debí decirte la verdad hace mucho tiempo, es solo que no supe cómo hacerlo-

El momento que tanto temí llegó, escuchar la verdad, pensé en esperar el momento perfecto, pero eso tal vez jamás llegaría, así que debía preguntar de una vez por todas.



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En el texto hay: misterio, amor, suspenso

Editado: 24.08.2023

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