Kurt
Camino hacia la playa luego de dejar todo preparado en la casa, sé que dentro de unos minutos mi madre estará llamando, está preocupada, pero no sabía cómo decirle que la mujer que quiero luego de haberla visto después de todo un año había querido irse con otro, bufo, debí suponerlo, me dijo un millón de veces que lo amaba, es el amor de su vida, fui un idiota y ahora me arrepiento de haberle sacado de la cárcel. Me siento en la orilla de la playa y abro la botella que tengo en mi mano, doy un largo trago de esta sintiendo que quema mi garganta, miro hacia el horizonte sin dejar de beber, la noche ya casi cae, mi teléfono sigue apagado porque no quiero ahora saber nada sobre ella, sigo bebiendo sabiendo que no debo emborracharme aunque es lo que deseo, cuando sé que estoy al límite dejo la botella a un lado y camino entrando en el agua, comienzo a nadar por esta intentando no pensar en ella, enamorarse es una tontería que no me debió pasar. Saco la cabeza del agua dispuesto a volver a la orilla antes de que mi madre infarte, pero me quedo quieto al ver a la mujer que viene hacia mí.
—Hola Kurt —es ella, es su rostro, su cuerpo y su voz pero
—Naomi —susurro cuando se detiene justo frente a mí mientras las olas nos mueven —joder he tomado demasiado, ahora veo visiones —ella ríe llevando sus manos a mi rostro
—No soy una visión, estoy aquí
—No sabes nadar —sonríe
—Aprendí, seis meses en un lugar con playa y dos niños amantes a estar en el agua te hacen aprender —sonrío llevando mis manos a su cintura, sí que es ella, no estoy alucinando y parece un sueño.
—Pensé que estarías con Gael
—Estoy aquí, contigo —sonríe más haciendo que yo también sonría
—Naomi
—Solo quería estar segura Kurt de lo que sentía, pero dime tú, no te dejé terminar aquel día, ¿qué sientes por mí? —los nervios me atacan mirando sus ojos
—Naomi, yo..tú me gustas —sonrío nervioso —yo... yo
—También te quiero Kurt —dice acercándose a mis labios y es ella quien me besa de forma suave haciendo que mi pulso se dispare, la pego más a mi cuerpo sin dejar de besarla mientras mis manos se mantienen quietas en su cintura y aunque quiero tocarla como he soñado varias veces no quiero romper el bonito momento que ahora vivimos
—Te quiero —digo contra sus labios haciéndola reír y la abrazo, claro que la quiero, estuve un año esperando este momento, meses en los que me miraba en un espejo y practicaba como pedirle una oportunidad y ahora tengo esa oportunidad y sé que no voy a echarlo a perder, nada arruinará lo nuestro.
Nervioso camino hacia los gemelos que están en la arena jugando mientras Kathleen y mi madre están dentro, ya hace un mes que están aquí y aunque es muy poco tiempo estoy seguro de lo que quiero, solo espero que ella también lo esté, los gemelos me miran sonriendo y me siento frente a ellos.
—¿Nos harás un castillo de arena? —pregunta Laia con sus ojos brillantes y sonrío
—Claro pequeña pero deben aprender
—No nos sale —Owen bufa y río
—Bien, les enseñaré, pero antes quiero que me den una opinión sobre algo —ellos me miran atentos —ustedes son lo más importante para Naomi —ambos asienten felices —son la prioridad de ella y por esa razón necesito pedirles antes que nada su bendición —ahora me miran confundidos
—¿Bendición? No entendemos —comenta Laia y se miran entre ellos, joder, sigo nervioso y solo estoy hablando con ellos, meto una mano en mi bolsillo y saco el anillo de este, ambos me miran estupefactos y río.
—Quiero pedirle que se case conmigo —el silencio se hace presente, solo se escucha el sonido del viento y las olas, la voz de Naomi llamándolos me hace guardar rápido el anillo y los gemelos siguen sin decir algo, ambos se ponen de pie.
—Es precioso —dice al fin Laia sonriendo —es lindo Kurt
—¿Verdad que si?
—Si quiero que te cases con ella, pero —mi sonrisa se borra con su pero —tienes que comprarme un anillo también a mí
—Lo haré —pronuncio sonriendo —juro que si, el que quieras
—Perfecto
—¿Y tu Owen? —miro al pequeño que sigue callado, luego soba su mentón pensativo
—Pensaré en lo que voy a pedirte —los tres reímos —pero sí, tienes mi bendición —sonrío y ellos corren hacia la casa, miro hacia Naomi que está de pie en la puerta y saludo a esta con mi mano viendo su enorme sonrisa, ahora solo debo hablar con ella.
La luz de la Luna y las estrellas iluminan todo, Naomi y yo caminamos por la orilla de la playa mientras las olas mojan nuestros pies, ella va junto a mí sin soltar su mano y mi corazón quiere salir de mi pecho, debo decirle, el paseo pronto acabará, llevamos una hora fuera de la casa y ya vamos de regreso, respiro hondo y me detengo, ella hace lo mismo y me mira confundida, trago en seco mirando sus ojos porque nunca he hecho esto.
—Naomi —suspiro —soy malo expresando mis sentimientos
—Lo sé —sonríe
—Pero sabes que te quiero aunque no lo diga mucho —ella asiente
—Lo sé Kurt —sus manos van a mi rostro —no tienes que decirlo —sonrío nervioso cuando me besa
—Naomi —detengo el beso separándola un poco de mí y tomo sus manos —sé que solo llevamos un mes aquí, nos conocemos bastante y a la vez poco, pero —las palabras se atoran en mi garganta y ella ríe separándose un poco de mí.
—Kurt estoy loca por ver el anillo —la miro desconcertado —¿en serio creías que los gemelos no iban a decirme?
—¡Dios! —ella ríe —los mataré
—Ya y apuesto a que si no hablo íbamos a estar varios días en esto —asiento, ella tiene razón, luego me echo a reír —Haz la pregunta Kurt —miro sus ojos y me pongo de rodillas ante ella, meto la mano en el bolsillo de mi pantalón, pero no encuentro el anillo, luego meto la mano en el otro, pero nada, me desespero arrodillado frente a ella y Naomi ríe, la miro sintiendo que pierdo el color de mi rostro.
—Creo que lo perdí, maldición soy un bruto —paso las mano por mi rostro y ella no deja de reír.