Proyecto Hacker

Cap.3: Todos tenemos un as bajo la manga

Viernes de niebla en Londres, Avis caminaba hacía el edificio de radio como de costumbre, cargando esta vez con un bolso de almidón y una botella de agua. Su cabello iba recogido en un moño, la chica llevaba encima una chaqueta de mezclilla y unos jeans negros. No había mucha gente a aquellas horas de la mañana, pero la poca que se encontraba en la calle, sentía que la mataba con la mirada. Su mente conspiraba que todos a su alrededor la querían fuera del mundo, su respiración entrecortada por el frío y su corazón latiendo a una velocidad para nada natural hacían la escena mucho más pesada de lo que ella podía soportar.

Saco torpemente las llaves del bolsillo de su pantalón, comenzó a buscar la llave de la puerta, la neblina no la dejaba ver absolutamente nada, se sentía realmente inútil tratando de encontrar la llave correcta. Se rasco la nuca frustrada, dejó su bolso y la botella a un lado para mayor comodidad, entrecerró un poco los ojos para ver si al caso lograba identificar la llave con una mancha azul. Calculando, Avis contó más de 6 minutos parada delante de la vieja puerta de madera, la cual se podría abrir perfectamente pegando una patada y en realidad la chica se moría de ganas por hacerlo, aunque Jin la mataría si se enterase que fue ella la que rompió la puerta de entrada a un lugar tan importante como lo son las oficinas de los Hackers Blancos.

Rendida se dejó caer al piso con un suspiró, la ojiverde estaba reconsiderando la opción de botar la puerta. Acababa de empezar el día, y ya se sentía del asco, no sabía si eso era una señal divina de faltar al trabajo o solo era una señal de que nada iba a mejorar pronto. Saco de su mochila un pequeño dispositivo color beige, tenía forma rectangular y cabía perfectamente en cualquier bolsillo.

Jin lo llama “el localizador”, lo utilizaba en muy pocas ocasiones, solo cuando alguno se perdía o necesitaba ayuda con urgencia. La ojiverde vaciló un instante antes de presionar el botón sobresaliente de la pantalla, volvió a dejar el dispositivo en su bolso y acunó su rostro entre sus manos aburrida.

—¿Qué haces aquí Avis?— le preguntó una voz ronca por las cercanías, una voz que reconoció de inmediato.

—Las puertas, las llaves y yo, no nos llevamos bien, tenemos una relación tóxica— bromeó la chica, poniéndose de pie para quedar a la altura de Alex.

—Estas de humor a pesar de que ayer tuvimos un día de los diablos—el chico se acercó a la puerta con una llave en mano, la metió en el cerrojo y luego la giro. Los engranajes hicieron clic y la puerta al final cedió la entrada para ambos al edificio.

—¿Crees que salgamos de esta, Alex?—cuestionó de forma sincera la chica, haciendo que el rubio se quedará estático en su lugar.

—Bueno yo...no quiero ser pesimista Av—contestó con voz queda—Confío en Jin, pero esta es y será siempre su peor pesadilla. Me da pánico que pierda los estribos y ya sabes.

Alex se giró para ver a la ojiverde, la chica sonrió de lado y pasó su mano por encima del hombro del chico.

—Vamos a estar bien. Si Jin pierde los estribos, Sheila, Thiery, tu y yo, estaremos ahí para salvar el día—Ambos rieron, Avis tomó de nuevo su botella y su mochila y acompañó a Alex al interior del edificio.

La tercera planta del edificio parecía desierta, no se escuchaban voces, nada. A pesar de que todos ya estaban ahí. No había señales de Sheila ni Jin. Thiery estaba en una esquina tomando té. Avis miró a todos lados, todo parecía tranquilo.

—¿No han llegado amenazas de hackeo?—susurró Alex al oído de Avis, él también había notado la paz en el ambiente.

—Es extraño. En días como estos las amenazas llegan a montones— le respondió la chica en el mismo tono.

Ambos se miraron y se alzaron de hombros, Alex caminó hacía Thiery y Avis se fue a sentar a su escritorio, agarró un lápiz y comenzó a tamborilear sobre la mesa, esperando. Algo no andaba bien, no recibir alertas era bueno pero ¿en realidad era bueno no recibir ni una sola? La ojiverde agarró su celular, no tenía llamadas ni mensajes, suspiró y cerró los ojos.

El sonido del televisor a lo lejos la alertó, se giró para ver por qué tanto alboroto.

—Ivanov—dijo Thiery, acercándose al escritorio de la chica—Tenemos un...pequeño problema.

—¿Qué sucede?

—Ven a verlo por ti misma.

Avis se levantó de su escritorio y se dirigió al televisor, no podía creer lo que estaban transmitiendo, tomó el control y cambió el canal varias veces, en todos los canales estaban pasando la misma noticia. Comunicaban de la estafa que no pudieron detener el día anterior, alrededor del televisor varias personas lloraban, algunos estaban pálidos y temblaban, otros simplemente tenían la mirada fija y escuchaban con atención.  La ojiverde subió el volumen de la T.V. y se concentró en la noticia.

“La  empresa de moda más reconocida a nivel nacional ha sido víctima de una estafa millonaria. El día de ayer por la tarde un grupo criminal no identificado logró ingresar con éxito a una de las cuentas bancarias de la empresa. Se dice que lograron extraer cerca del 60% de las ganancias totales de la empresa y un 40% de cuentas vinculadas. La principal preocupación de los ciudadanos es su propia seguridad, hemos entrevistado a varias personas en Londres, algunas afirman que si los hackers lograron ingresar a la cuenta de la empresa, podrán atacar con facilidad las cuentas de las demás personas.”



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En el texto hay: hackers, problemas amigos, engaños.

Editado: 02.11.2022

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