Psycho

Café amargo

Las ciudades grandes a veces llegan a ser molestas, la gente caminando rápido que choca contigo hace que te quieras ir de ahí, los niños que sueltan a sus mamas y se pierden en el camino, o como los automovilistas suenan sus molestos claxon como si eso lograra que los carros avanzaran, y lo más molesto es la cantidad de volanteros que existen en esta ciudad, no importa hacia donde vaya, siempre hay alguien que ofrece algún producto para el consumista promedio y eso es fastidioso.

Pero algo que me gusta de las ciudades grandes son sus cafeterías, el café es lo más hermoso que existe, el olor cuando esos granos se encuentran con el agua caliente y el vapor que expira y hace contacto con tu piel es lo que lo vuelve tan hermoso, sin embargo me encuentro en una casa abandonada con un café frió y todo porque simplemente alguien no supo hacer bien su trabajo ahora debo pensar cómo solucionarlo.

- Si te corto la garganta tal vez no sientas tanto dolor pero eso no sería divertido y lo que haremos en esta larga noche será divertirnos – la persona atada frente a mí no decía nada, aunque no es como si pudiera.

La casa se encontraba en el bosque y no había nadie y él estaba sentado y atado con cadenas a la silla, y una mordaza la cual era bastante útil ya que cuando lo atrape no dejaba de gritar, las cadenas lo hirieron por la fuerza tal vez por eso sus manos sangraban tanto lo cual era molesto porque ensuciaba el piso pero eso en un momento no importaría así que sera mejor que termine con esto rápido.

Sin pensarlo abrí su garganta y vi como la sangre se esparcía por la habitación y tome mi taza de café, algo que odio mas que las ciudades grandes es el café frió en verdad eso me podía poner furioso pero intente calmarme al fin y al cabo ya no había nadie con quien desquitar mi odio, estaba muerto y no existe diversión en apuñalar alguien muerto.

Esta escena seria un desastre para los policías, pero si me atraparan no seria divertido, tuve que esparcir cloro por la pequeña habitación de madera la cual seria mas sencillo quemar al darme cuenta que ya estaba desgastada, limpie todo con cloro y bañe el cuerpo, tenia que apurarme o tal vez el ultimo autobús no lo alcanzaría, como dije odio las ciudades pero necesito tomar una buena taza de café.

solo quedaba cambiarme pero eso seria rápido tal vez debí vestirle con mi ropa aunque eso no seria apto los cuerpos también son sagrados o  eso escuche alguna vez, como sea decidí que era momento se prenderle fuego a la casa e irme por ese café amargo que no todos saben apreciar.

La casa prendió en llamas rápido tal vez tendrían que venir los bomberos porque el bosque se incendiaria rápido si alguien no hiciera algo, es una pena que no sea de las personas que haga algo así que me iré mientras el aire aun es frió y la luna ilumina mi camino, al fin y al cabo el mundo necesita calentarse un poco.


 



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En el texto hay: asesinato, locura, amor

Editado: 30.05.2020

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