Me encontraba tendido en el suelo respirando con dificultad.
--- ¿Te das por vencido? Me preguntó un hombre vestido con traje de mayordomo.
--- No es justo, tu habilidad es demasiado poderosa Uno. Le dije levantando la vista para verlo a la cara.
--- Por lo mismo no la estoy utilizando, recuerda que esto es un entrenamiento cuerpo a cuerpo. Y mi nombre es Jofreey, no Uno.
--- Como sea Jofreey, espera a que me recupere un poco para continuar. Le dije mientras me sentaba
--- No, deberíamos detener el entrenamiento.
--- ¿Por qué? Aun es temprano.
--- Me refiero a que deberíamos detener todos los entrenamientos, ya has aprendido lo que puedo enseñarte, experiencia real es lo que te hace falta. Le informaré al consejo que ya estas listo para dejar el nido.
---¿¡Enserio!? Entonces por fin podré dejar esta jaula.
--- Yo no la llamaría jaula, pero si. ¿Ya has pedido que te fabriquen un arma?
--- Si, le pedí a Cinco que me forjara una espada.
--- Conque una espada, ciertamente va bien con tu estilo de combate, ¿Pero por qué no un arma de fuego Yury?
--- No tengo buenos recuerdos con ellas, así que me niego a usarlas.
--- Entiendo, deberías entonces apresurarte e ir por esa espada, no dudo que si tardas un poco mas de la cuenta, la señorita Anny la volverá chatarra para alguno de sus inventos.
--- Oh, ¡mierda!.
---Bueno, ya debo marcharme tengo papeleo que hacer, ojala pudiera quedarme mas tiempo para charlar. De igual forma felicitaciones Yury, por completar tu capacitación.
--- Gracias, no lo habría logrado sin ti.
Vi como se daba la vuelta y salia caminando por uno de los pasillos abiertos que conectaban con el campo de entrenamiento.
--- Ha pasado tiempo desde que llegué a esta ciudad. Dije para mi mismo.
Me quedé sentado sobre el cesped observando el cielo por un rato mas.
La ciudad en la cual me encontraba era Heart City, la mas importante de todo Gartlán. Sobre poblada y con los mayores avances tecnológicos. Se extendía a través de una llanura que era atravesada por un río.
Consistía en un cúmulo de casas, tiendas, edificios, calles y callejones. Que vivían al compás del bullicio de la gente, las carretas motorizadas y las fabricas.
En el centro de todo esto se alzaban grandes muros de al menos cincuenta metros de altura, los cuales formaban un circulo unicamente interrumpidos por un enorme par de puertas en el extremo norte.
Detrás se escondían grandes terrenos, llenos de las viviendas de los empleados de baja categoría, como los guardias y el personal de mantenimiento.
Todo esto era para proteger y mantener el funcionamiento del gigantesco edificio con forma de Pentágono que se hallaba en el medio. Las estructuras a su alrededor no parecían mas que simples juguetes.
El nombre de este edificio era Neo-Génesis. Estaba dividido en cinco diferentes departamentos.
El primero era el Departamento De Avances tecnológicos; Encargados de diseñar nueva tecnología y aplicarlas a la vida diaria.
La División De Investigación Magica; Los cuales estudiaban las repercusiones de la magia en nuestro mundo, las criaturas mágicas y hasta a los propios nacidos como yo.
Administración De Recursos Económicos; Creaban planes económicos para aplicar y decidían en que áreas debía invertirse el capital del mundo.
Cuerpo De Ejecución; Un pequeño grupo de Nacidos excepcionales los cuales estaban encargados de mantener el orden y eliminar todo lo que amenazara al estado.
Por último La División Política; la mas importante de todas, básicamente se encargaban de tomar todas las decisiones en el mundo. Su poder era inquebrantable e inamovible.
--- Creo que ya debería irme. Dije mientras me ponía de pie.
Me fui justo por donde Jofreey se había ido. Al adentrarme en los pasillos la imagen de personas vestidas de diferentes maneras llegó a mis ojos, algunos llevaban bata, otros traje y muchos mas usaban oberoles de mecánica.
Las paredes como el techo eran de color blanco, haciendo contraste con el negro del piso y pilares. Caminé por un rato hasta llegar a una puerta.
La puerta era de un metal denso, a su lado había una pantalla que decía "Departamento De Avances Tecnológicos".
Puse mi mano en la pantalla hasta que esta empezó a brillar, la puerta se volvió transparente e intangible. Al pasar a través de ella, sentí como mis prendas y cuerpo fueron esterilizados.
La puerta recuperó su estado solido. A mi alrededor habían diversas salas que parecían laboratorios, las personas con batas blancas predominaban en esta área.
Al verme muchos de ellos se detenían para bajar su cabeza en señal de respeto, para luego seguir su camino.
Una de esos fue una chica joven de aproximadamente unos veinte, con el cabello rubio y los ojos color esmeralda. Estaba vestida como los demás, en sus manos tenia una tabla de apuntes con algunos papeles.
--- Saludos al futuro número Yury. Dijo la chica.
--- No tienes porqué ser tan formal Catherine después de todo me conoces desde niño.
--- Lo siento señor Yury, intentaré ser menos formal entonces.
--- "Señor Yury", veo que no lo entiendes, tan informal que eres con Kenua, le tomas la mano y todo. Aunque él si es un número, no un simple aprendiz como yo Catherine. Dije con una sonrisa maliciosa.
---¿¡Com-Cómo sabes eso!? Me preguntó mientras se sonrojaba.
--- Es conocimiento general, todo el mundo lo sabe. Mas importante aun Catherine, ¿Sabes donde puedo encontrar a Cinco?
--- ¿La señorita Anny? Si, creo que debe estar en la sala de pruebas siete, dijo que debía probar un arma nueva.
--- ¡Genial! Llevame ahí.
--- Con gusto, dijo mientras sonreía
Mientras caminábamos el uno al lado del otro, los sonido metálicos, el olor a fluidos mecánicos y la imagen de personas corriendo de un lado a otro me asombraron.
--- Siempre olvido lo enérgicos y ocupados que son en este lugar. Le dije a Catherine.
--- Si, siempre hay alguna necesidad que se pueda suprimir con algún invento, por eso nunca debemos parar de trabajar.
--- ¿Tú no eras una nacida al igual que yo?
--- Si, aunque mi habilidad no es muy útil para el combate, trabajo para mejorar la tecnología implementada en la agricultura. Y así obtener de manera mas eficiente los alimentos que necesitamos.
--- Entiendo, al parecer tu habilidad para controlar las plantas es muy útil, quizás mucho mas útil que la mía.
--- Yo no diría eso, pero gracias Yury. La siguiente sala es donde está Cinco, yo debo seguir, aunque no lo parezca estoy muy ocupada.
--- Muchas gracias por acompañarme, espero nos volvamos a ver pronto Catherine.
Entré a la sala y lo unico visible en ella eran una figura humana frente a una maquina, la cual consistía en dos soportes metálicos que sostenían una espada de doble filo. De sus bases salían diversos cables que llegaban a una caja negra de gran tamaño.
La persona en la sala era una joven mujer atractiva de cabello corto, llevaba una playera, un pantalón de mecánica y botas militares.
--- Hola cinco.
--- Hola. Respondió mientras se ponía unas gafas de proteccion y me pasaba unas a mi.
Presionó algunos botones de la caja y esta empezó a hacer un ruido parecido a un zumbido. Los soportes empezaron a brillar con una luz cegadora.
Unos segundos después la luz cesó al igual que el ruido, la espada que ahora estaba humeando parecía no tener ningún tipo de daño.
--- Bien, ese era la última prueba. Dijo Cinco con cara de satisfacción.
--- ¿Esa es la espada que te pedí?
--- Ah, sigues ahí, esta arma me pidieron fabricarla, si fuiste tú entonces espera a que se enfríe antes de tomarla. Por cierto ¿Cómo te llamas?
--- Mi nombre es Yury, pero ya deberías saberlo porque llevo años presentandome ¿Qué fue esa luz de hace un momento?
--- ¿Enserio? No te recuerdo. La luz era la concentración de magia creada por esta maquina de aquí, revisaba si la titanita en la espada conducía de manera correcta la magia. Era una de las especificaciones que me pidieron.
--- Lo sé, fui yo quien pidió esas especificaciones. Dije con un tono irritado.
--- No te recuerdo para nada. Dijo mientras reía.
Número cinco del Cuerpo De Ejecución; Anny Smith. Antes de siquiera cumplir los seis años de edad ya era reconocida como una genio, era una prodigio capaz de superar a cualquier inventor o científico existente, básicamente era un monstruo capaz de construir lo que sea.
El único inconveniente era que vivía apartada de la realidad, nunca recordaba el nombre de sus superiores o compañeros, pocas veces seguía ordenes, la mayoría de misiones las rechazaba diciendo que no eran de su interés. Y se decía que solo entró a Neo-Génesis para tener materiales de mejor calidad.
---¿Hay alguna instrucción que debas darme antes de que me lleve la espada? Pregunté mientras miraba el arma
Al no recibir ninguna respuesta giré mi cabeza solo para ver a Cinco saliendo de la sala sin siquiera decir una palabra.
--- No me sorprende...
Tomé el arma, la enfundé en una vaina que conseguí tirada detrás de la maquina. Recorrí el mismo trayecto que usé para llegar y salí del Departamento De Avances Tecnológicos para adentrarme nuevamente a los pasillos.
Esta vez mi destino era un poco diferente al anterior, ciertamente era otra puerta metálica, solo que esta era menos llamativa y no tenia ninguna pantalla.
Puse mi mano en el frío metal, la puerta se dividió en dos, cada lado se ocultó detrás de la pared, lo que se abrió ante mi no era ningún área llena de laboratorios o gente, sino un pequeño elevador.
Entré a el, bajé la palanca que se encontraba de lado adentro, las puertas se cerraron con un golpe fuerte. El sonido de mecanismos llenaban el pequeño espacio.
El elevador empezó a descender a una gran velocidad hasta detenerse un minuto después, la puertas nuevamente se abrieron dejando ver lo que había en el exterior.
Una caverna llena de luces de diferentes colores aparecía ante mi. De las paredes surgían pequeñas cascadas que caían en canales, cristales de muchos colores que eran los causantes de las luces surgían por doquier.
La escena parecía sacada de un cuento de hadas. Esta hermosa cueva era la sede del Cuerpo De Ejecución, contaba con una red de pasajes que conectaban con los diferente departamentos e incluso con el exterior de Neo-Génesis.
Pero la característica mas importante de esta cueva natural, era el hecho de que se había formado por grandes cúmulos de magia comprimida, haciendo que los materiales de los cuales estaba hecha fueran prácticamente indestructibles. Haciéndola el hogar perfecto para las personas mas poderosas y potencialmente peligrosas del mundo.
Recorrí la cueva hasta llegar a una sala circular, iluminada por mas cristales. En el medio de esta habían pequeñas piedras que flotaban suspendidas en el aire.
Me acerqué y tomé una entre mis dedos, con el puño cerrado.
--- Dormitorio seis, nombre de usuario; Yury Kavanov. Dije en voz alta.
Todas las células de mi cuerpo empezaron a temblar, perdí cada uno de mis sentidos. Sentía como si acabara de caer a un infinito vacío.
Cuando todo regresó a la normalidad, me encontraba parado en el medio de una habitación rectangular, pequeñas partículas de luz caían del techo. Las cuales al sentir mi presencia se aglutinaron en un solo punto hasta volverse una esfera que iluminaba todo.
La recámara consistía, en una cama que estaba en un rincón de la habitación, un escritorio con una pantalla táctil en ella, estanterías llenas de libros, un armario entre abierto que dejaba ver algunas prendas y una puerta que llevaba a un baño.
Puse la espada junto con la piedra sobre el escritorio. Tomé una toalla para ir a ducharme, después del baño escogí un libro y me recosté en mi cama para leerlo. Trataba sobre criaturas del mundo, en la portada aparecía un enorme tigre blanco alado, en algún momento la somnolencia me venció y caí dormido.
****
Estaba parado en el campo de practicas de hace unos días con sudor en todo mi cuerpo. Había estado entrenando para acostumbrarme a mi nueva arma.
---- ¡Señor Yury!. Gritó un chico joven que se acercaba corriendo a donde estaba.
---- ¿Qué ocurre? Pregunté.
---- Disculpe por interrumpir su entrenamiento futuro número Yury. Dijo al inclinarse
--- Ahorrate la chachara dime porqué has venido.
--- El consejo me envió para darle una carta.
Tomé la carta de sus manos y le agradecí para que se marchara, me senté para examinar el contenido del documento.
La carta decía que debía presentarme a la División Política mañana a las seiscientas horas.
Seguí practicando un rato mas hasta marcharme a mi cuarto para descansar y prepararme mentalmente, en los años que había residido en Neo-Génesis nunca había sido invitado a la División Política. Así que estaba algo nervioso.
Al otro día me levanté muy temprano y me puse un traje que Uno me había dado.
Cuando llegué a mi destino esta vez la puerta era mucho mas grande que las otras, habían guardias parados a cada lado de ella.
--- ¿ Cuál es tu nombre y qué asuntos tienes aquí? Dijo uno de ellos.
Eso me molestó bastante ya que era imposible que no supieran quien era.
--- Me llamo Yury Kavanov, el consejo me citó para que viniera.
El guardia tomó mi carta y la estudió para ver su veracidad. Al rato me la devolvió.
--- Todo está bien, puedes pasar. Varios guardias sacaron llaves que tenían colgadas en el cuello y las insertaron en ranuras que habían en el marco de la puerta.
Al pasar volvieron a cerrar las puertas, me encontraba en un salón con pilares de marfil que llegaban hasta el techo, el cual tenia hermosas pinturas en él. Las paredes estaban decoradas con cuadros y esculturas. Lo mas sorprendente era el hecho de que casi todas estas decoraciones tenían oro en ellas.
--- Disculpe, ¿seria tan amable de seguirme?
Un hombre mayor vestido con un traje parecido al mio detuvo mi asombro. Seguí a este hombre a través de mas salones tan asombrosos como el primero hasta llegar a un gran comedor.
Cuando pasamos habían solo tres hombres sentados en la larga mesa que fácilmente podría albergar veinte comensales, esta estaba llena de tantos platillos que hasta una docena de personas tendría problemas para comérselos todos.
--- Buenos días Yury. Dijo un hombre joven de cabello amarillo el cual era bastante bien parecido. Su nombre era Charlie.
--- ¿Cómo estas muchacho? Dijo otro de los hombres que visiblemente era del continente Shirahako y mucho mayor que el primero, el nombre de este era Liu.
--- Mucho gusto sus excelencias, es un honor estar frente a ustedes. Dije mientras ponía una rodilla en el suelo para inclinarme.
--- No tienes que ser tan formal todos somos camaradas. Dijo el ultimo hombre con un acento muy marcado que demostraba que era de la Unión Patriótica. De nombre Vladimir.
Los tres eran diputados del Gobierno Unido.
--- Disculpen mi rudesa, ¿pero a qué se debe el que me hallan llamado?
--- Me agrada este muchacho, va directo a punto. Dijo Vladimir.
--- Pues hemos recibido un informe del Joven Jofreey donde decía que habías cumplido los requisitos para volverte un número. Dijo Liu.
Así que te llamamos para darte la bienvenida al Cuerpo De Ejecución número Seis. Esperamos mucho de ti. Terminó Charlie.
--- Muchísimas gracias sus señorías, prometo trabajar en pro de mantener el orden en el mundo. Dije sin poder contener la alegría en mi pecho.
--- Nos alegra saber eso. Dijo Vladimir.
--- Pero no te llamamos solo para darte la bienvenida. Hay otros asuntos que debemos atender. Dijo Liu
--- ¿Y esos asuntos tratan de?
--- De tu primera misión como número por supuesto. Aclaró el diputado Charlie.
--- Las instrucciones están en este sobre, partirán mañana al amanecer. Dijo el diputado Vladimir mientras deslizaba un sobre por la superficie de la mesa para hacérmelo llegar.
--- ¡Entendido! Espere... ¿Partirán?
--- Si, no creerías que te dejaríamos marchar solo a tu primera misión, obviamente te enviaremos con un supervisor. El único problema es que todos los números están en alguna misión exceptuando por ti y la señorita Anny, así que será ella quien te acompañe. Dijo Liu.
--- ¿Hay algún problema con nuestra decisión? Preguntó Vladimir.
--- No, si esas son sus ordenes. Respondí ocultando mis verdaderos sentimientos.
--- Correcto, entonces ya te puedes ir, descansa ya que necesitará energías para mañana.
Llamaron al mayordomo para que me guiara de nuevo a la puerta. Después de salir de la reunión me fui directamente a mi cuarto, necesitaba leer el contenido del sobre.
La misión consistía en suprimir a un hombre llamado Stephen Green. Había sido un científico de la División de investigación Mágica, pero traicionó al estado y huyó de Heart City para terminar refugiandose en una de las bases de los Disidentes.
Los Disidentes eran un grupo de terroristas que estaban en contra del gobierno y todo lo que representaba. Poniendo así en peligro a los ciudadanos con sus actos rebeldes.
Esta base en particular había sido reportada porque en ella se hacían experimentos en humanos para mejorar sus habilidades. Al enterarme de esto no pude evitar que mi sangre hirviera, no iba a permitir que la historia de mi hermana se repitiera en otros.
Esa noche no pude dormir, pasa las últimas horas antes del amanecer alistando mi equipo. Cuando solo faltaba una hora decidí ir hasta la puerta de Neo-Génesis. Me senté allí a esperar, los minutos pasaron mientras veía a los guardias relevar sus turnos con otros.
Cuando los primeros rayos del sol se asomaron por encima de los muros, una mujer de cabello corto y una playera con el dibujo de un unicornio llegó.
--- Llegas unos minutos tarde Cinco.
--- Si, me quedé dormida. Por cierto ¿Quien eres?
--- Soy tu compañero para esta misión.
--- Genial, entonces debes ser un número como yo.
--- Como sea, debemos apresurarnos a buscar una carreta motorizada, el punto donde debemos llegar está a ocho horas de distancia.
--- No necesitamos ninguna carreta, tenemos esto. Dijo mientras se alejaba un poco de mi.
De su mano apareció un cubo de color gris con líneas azules. Ella le susurró algo ininteligible, y este empezó a cambiar de forma mientras se expandia.
Cuando el cubo terminó su metamorfosis. Se habia convertido en lo que suponía era un vehículo de dos ruedas donde apenas y cabían dos personas.
--- Qué es esta cosa. Pregunté
--- Es un invento mio, lo llamo motocicleta. Dijo mientras se montaba en ella.
Había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que vi el mundo exterior, así que me encontraba algo expectante. Con este sentimiento abandoné la ciudad.