Ella.
Ella está sola, sentada en el comedor, con la mirada perdida, un cuaderno en la mesa y un lápiz en su mano derecha.
Ella te recuerda, toda su casa la hace pensarte; aquel sillón, el jardín, la cocina, su habitación, su té preferido, el yogurt de vainilla, su vestimenta de danza, esa canción, y así.
Ella aún se acuerda, y siente, aquellos abrazos en su pieza, ese susurro en la cocina, esas risas en el comedor, esa conversación en el patio, esos besos en la jardinera, ese escrito en el cuaderno de matemáticas al hacer las tareas, esos días de películas y series. En fin, cada maldito rincón de su casa habla de ti.
Ojalá ella pueda algún día descansar de ti, ya que aún se sienta en ese viejo sofá a escribir de ti.