Las horas pasaban como segundos, la noche cubrió Asgard con su manto oscuro y como en un chasquido avanzo hasta la madrugada.
— Ya vine.
— Hola — Sus ojitos estaban entreabiertos.
— ¿Estas lista? — Torpemente con sus pies ______ se deshizo de las sabanas que la cubrían y sonrió ligeramente para su hermano. — Bien pues vamos.
La puerta se abrió un poco, Primero miraron a la derecha, después a la izquierda, para poder salir en completo silencio de la habitación.
Loki guiaba y ____ lo seguía sigilosamente, sujeta a su mano; ninguno de los trece guardias noto su presencia; pasillo tras pasillo, puerta tras puerta, hasta llegar a uno de los niveles mas bajos del palacio.
— Esta vez te ganaré. — Tomo su daga
— Siempre dices eso Loki. — Jugo con sus manitas frente ella, sus dos pequeños pulgares ocilaban entre si.
— Esa sonrisita tuya se borrara cuando digas tu derrota.
____ solo sonrió animada, corrió hasta el estante donde se encontraba la que ya era su daga y al igual que el ojiverde acomodo su postura para dar inicio a un combate.
Ojos tintados con jade permanecían atentos a cada movimiento de la pequeña niña frente a él. Tal vez era para seguir sus movimientos y contra atacar, o tal vez solo para tener una excusa y ver fijamente su sonrisa, o a sus ojitos brillantes, o su imperfecto lindo cabello.
Cada puchero, cada risotada, cada mueca, en cada detalle se sentía perdido. Estaba mal, sabia que estaba mal, había intentado enojarse con ella, alejarla y engañarse asi mismo para apartase, pero no pudo, no podía verla lejos, no podía verla sola sin él.
Y podríamos culpar el que se encontrara distraído el pequeño príncipe ojiverde, pero con cinco hábiles movimientos de su daga, _____ gano el encuentro. Loki ni siquiera se percato del momento cuando termino tirado en el suelo, con su hermana en sima de él, sujetando ambas dagas en su contra.
— Te vencí otra vez — Sus inocentes ojitos brillaban solo para él.
Podía acostumbrarse a ello. No, ya se había acostumbrado; cada momento queria congelarlo y atraparlo solo para si mismo en una botella.
El sonoro sonido de varios aplausos los exaltó por completo, ____ se levanto enseguida y lanzo lejos las dagas al ver hacia la puerta.
— Asi que esto explica por que siempre tienen tanto sueño — Su expresión era ácida — Pero por favor, ignórenme y continúen como lo han estado haciendo todos estos meses.
— Padre es mi culpa yo...
— ¡Silencio Loki! — El grito de su padre hizo brincar a ambos, pero el estruendo de la puerta azotando a sus espadas, fue lo que hizo a ____ correr a los brazos de su hermano.
— Una cosa ____, solo te ordene una sola cosa, espere a que la obedecieras — Cada paso que daba su padre la hacia temer mas "¿Por que el tiempo de repente se torno eterno?" — Y me desobedeciste.
— Con migo es con quien debes de enojarte — Las palabras salían apresuradas de sus labios — Yo la convencí para esto, quería que me ayudara a entrenar para...
— ¡Eh dicho que te calles! ¡¿No entendiste?! — Es normal mirar a un rey enojarse, mirarle a los ojos y percibir su rabia, pero lo que tenía Odin en su mirada era peor, algo mas oscuro y quebrado, algo que jamás los pequeños habían visto en él — ¡Ve lo que has hecho!
____ era muy pequeña para verlo, ella solo veía a su padre enojado, gritándole a su hermano mayor sin razón. Siendo malo. Ella solo podía pensar en lo que el mayor había hecho por ella y en lo que su padre no hizo.
— ¡No le grites asi a Loki! — Grito. — El solo hizo lo que tu negaste a hacer por mi, el solo me apoyo. ¡Era lo único que quería de ti y me lo negaste! — Sus manitas se cerraban en puñitos a sus costados — ¡Sabias que esto es lo único que quería y me ignoraste!
En toda su vida el monarca jamás había visto tan enojada y firme a la menor de su legado. Eso junto con lo que vio, solo reafirmaba al mayor de sus miedos.
Muchos años paso suplicándo por qué las Nornas estubieran en un error, por qué el destino no se repitiera, y muchos mas trato de ignorárlo, pero ahora que se encontraba frente a él se sentía aterrado. Todos esos años esperando lo peor no habían sido suficientes para preparase.
— Solo quería protegerte.
— ¡Mientes! ¡Eres malo! — Lágrimas amargas recorrían sus mejillas.
— ____... hija...
En ese instante Odin se sintió indefenso, un asco y no por saber que le había fallado a su hija. No, se sintio totalmente aterrado por saber que la lastimaría y no podría hacer nada para evitarlo.
Su corazón no estaba menos hecho estragos que su mente, las palabras se eliminaron de su vocabulario y las que aun recordaba no bastaban, no contaban con el suficiente valor para hablar con su hija.
— Es por lo que soy ¡¿No es asi?!
Y es este el momento que el rey Odin siempre recordaría hasta el último de sus días, hasta su último aliento. El día en que su peor sueño se hacia real, el momento en que todo había iniciado, pues en algún punto, su hija se había dado cuenta, de alguna manera, todo se estaba concretando.