Después de escuchar la sorprendente noticia en las palabras de su padre. Thor aseguró que esta sería una de las mañanas más animadas que viviría.
Su mente planifico cada momento del día. Primero harían un nuevo combate de práctica, después tenía que enseñarle a usar una espada de verdad, podría intentar mostrarle como usar un arco; no estaba ni serca de ser su especialidad, pero lo intentaría.
Estaba muy feliz por su hermana. Ahora anhelaría el momento en que ambos gozaran de las mejores batallas míticas en todos los tiempos.
El picaporte de la puerta apenas había girado cuando el rubio ya se encontraba gritando.
— ¡______! — Alzo sus bracitos — Felici...
— ¿Que rayos haces? — Pregunto serio Loki mientras se adentraba al comedor — Eres raro.
— No lo soy, pensé que eras _____.
— ¿Yo?...
Su vocecita timida a sus espaldas tomo por desprevisto al príncipe rubio, pero en un movimiento rápido este giro hacia su hermana y ____ sin darse cuenta ya se encontraba volando en círculos mientras Thor la cargaba.
— Buenos días hermanito — Sonrió la pequeña — Basta bobo me estoy mareando — Se rió aún más por la sensación.
¿Alguien puede arrebatarte una sonrisa ajena? Es idiota. No importa, pero es exactamente lo que sentía Loki al ver como su hermano hacia sonreír a su pequeña estrellita chillona.
El aire se volvió más pesado y los segundos se aplazaban como malditas horas. Mirar a otro punto en la habitación no basto para ignorar la ridícula "Escena de hermanos"
Loki jamás fue un fanatico de mirarlos juntos, pero hoy lo sentía distinto, hoy se sentía especialmente mas molesto ¿Por que? "Es como si estuviera cel... Enloquecí. Eso jamás"
— Si, si muy bien ya bájala.
— Felicidades hermanita, no te preocupes cuando terminemos el desayuno te enseñaré todo lo que debes saber.
— ¿De que hablas? — Malumorado Loki los separó.
— Por supuesto que del entrenamiento hermano.
— Ah... llegaste tarde. Y esta bien eso era muy peligroso para ella.
— Espera, No ¿Que? Pero...
— Bien niños, ya siéntense — Entraron sus padres al salón — Iniciemos con el desayuno.
— ¿Por que tardaron?
— Su padre insiste en cambiar la decoración de nuestra alcoba Loki — Respondió Frigga en completa serenidad — Así que tuvimos que alistar los preparativos para la remodelación.
— Si... ya hacia falta un cambio — Odin comenzó con su té.
— Su padre esta muy emocionado con los nuevos cambios. — Remarcó la reina.
— Así es.
Todos tomaron asiento en sus respectivos lugares y con normalidad comenzaron a probar sus alimentos.
— Papi... hablando de cambios, ya eh tomado una decisión sobre unirme al entrenamiento con mis hermanos.
En ese intante todo se volvió un silencio, casi palpable y profundo como el del mismísimo vacío. Odin se reacomodo en su asiento y miro fijamente en los ojos de su hija, para ponerle atención.
— Te escucho pequeña.
— Jugué con Loki a eso y ya me aburrí, pelear es fuchi. No quiero.
Mintió. Extrañaría practicar junto a su hermano, pero ahora sabia sobre el monstruo dentro de ella y tendría que cuidar de él, por el resto de su vida para que no escapará.
— ¿Estas segura? — Cuestiono de nuevo su madre incrédula.
— Si mami.
Esa última sonrisita le ayudó para convencerlos de que era lo que quería. La situación le había enseñado un poco a mentir, pues mientras los niños temen del monstruo bajos sus camas. _____ temía del mostró que habitaba dentro de ella.
— Bueno esta decidido. — Odin tomo de su té y se relajó en su silla.
— Estas bromeando ¿Cierto? — Se escucho fuerte la voz del primogénito.
— Thor respeta la decisión de tu hermana. — Advirtió severo.
— Pero padre era su sueño, lo que más quería... Esta en su naturaleza, tu lo dijiste. No lo entiendo.
— Thor si no lo comprendes no te metas.
— Tu cállate Loki. _____, hermana ¿Estas segura?
— Lo siento hermanito — Los pulgares de sus manitas jugaban entre sí, frente a ella. — Pelear es aburrido y fuchi. No quiero.
Y ojalá fuera así la realidad y no existieran, su naturaleza, su futuro o ella misma.
Las palabras de su padre no fueron mas que una sugestión a la forma con la que ahora miraría _____ su destino.
Una carga que sugería destrucción, un peso que ni siquiera le permitía comer y aún que Loki prometió siempre estar a su lado para protegerla, _____ no podía evitar cuestionarse si sería suficiente.
— ¿Que tienes corazón? — Pregunto su madre cuando notó pensativa a su hija — No has tocado tu desayuno.
— Mi pancita se siente llena. — Soltó un suspirito y siguió lentamente batiendo con el tenedor de un lado a otro sus huevos.