Relatos de un corazón roto

||CAPITULO CUATRO||

CAPITULO CUATRO

KASSIA

No recuerdo mucho después de eso, del show, de Jannie, nada.

Lo único que llena mi mente es nuestras miradas cruzándose de vez en cuando, pretendiendo prestar atención a la obra, junto un vago recuerdo de tener que regresar a la realidad cuando el telón se cerró.

Por primera vez, no me importó juntarme con los demás a hacer la fila para salir por la idea de pasar un tiempo más a su lado. Apesar del bullicio, me sentí relajada estando con él, hablamos tonterías mientras esperabamos, y está vez, Jannie se quejó por mí al ver que no avanzamos mucho.

—¿Por qué se quedan hablando en la salida? —cuestionó fastidiada y luego alzó la voz para llamarles la atención —¡Hay gente que quiere salir, gracias!

—¿No que era yo? —dije burlona.

Suspiró.

—Las multitudes son molestas, tienes razón.—admitió por fin.

Al menos su insistencia logró que nos movieramos más deprisa. No demoramos en salir del teatro.

—No fue tan mal. —comenté al estar de vuelta al pasillo.

—Te lo dije. —murmuró Jannie. —¿Y tú qué tal? —le preguntó a Jake.

—Fue menos aburrido de lo que pensé. —él confesó concordando conmigo.

Nos quedamos mirando a las personas que iban saliendo hasta que salió Khloe.

Se veía hermosa con el maquillaje de mariposa que iluminaba su rostro y hacía juego con su traje de ballet verde.

Khloe corrió a abrazar a su hermano.

Segundos después, nos prestó atención.

—¿Y, que tal? —canturreó observándonos. —¿Qué les pareció el show?

—Estuviste asombrosa. —felicitó Jake.

Khloe lo codeó.

—Mentiroso, no me viste. —le reprochó.

—Vine para verte, ¿cómo iba a perdérmelo? —le recordó.

—Haré como que te creo. —y luego se acercó a Jannie mientras me miraba—¿Se quedó babeando por ella, no es así? —susurró, o al menos hizo el intentó porque la escuché.

Me sonrojé.

—Más o menos—mi amiga le dió la razón. —Igual, dijo la verdad, estuviste asombrosa, tu flexibilidad es envidiable. ¿Cómo lo haces? Quisiera ser como tú.

—Años de práctica, es parte del sacrificio. —se encogió de hombros.

—Un sacrificio hermoso. —dijo Jannie.

—Pero es doloroso. —comentó Khloe.

—Suficiente tengo con los exámenes. —murmuré.

Jake río.

—Oh… estamos interrumpiendo. —expresó Jannie mirándonos divertida. —Dejemos solos a los tortolitos. —y luego empezó a caminar rápido, Khloe la siguió.

—Hey, espérame —pidió Jake a su hermana.

—¡Estaré por ahí, suerte! —fue su respuesta final.

Antes que pudiera replicarle, ella rió y se marchó por el pasillo.

Nos quedamos en silencio unos segundos mirando por donde se habían ido las chicas, luego nuestras miradas se encontraron una vez.

—Es divertida. —comenté rompiendo el hielo.

—¿Khloe? —negó animado —Es una caja de sorpresas.

—¿Más que tú? —dije burlona.

—Sí, más que yo.

—Al menos gracias a ella, descubrí tu nombre, Jake.

—Estaba a punto de decirtelo. —aclaró.

—Sí, pero ella se adelantó. —le recordé.

—No sabe ser discreta, es todo.

—Tú tampoco.

—¿Qué quieres decir? —preguntó divertido.

—Te gusta llamar la atención, ¿no es así? —aseguré.

Se encogió de hombros.

—Un poco sí, pero sólo de la persona correcta.

—¿Y eso que quiere decir? —inquirí saber.

—Me gustan los desafíos. —se limitó a decir.

—Lo noté antes. —coincidí. —Al apostar que nos veríamos otra vez y te diría mi nombre. Pudimos no habernos topado de nuevo, lo sabes.

Jake se cruzo de brazos.

—Sólo trato de llevar las cosas con calma, ¿cuántos no llevan las cosas deprisa?

—Pues eso sí.

—Así que… supongo que te veré después. —soltó

—Eso creo, sí, ya conociste a mi hermana… así que…

—Y no fue mal, fue divertido.—solté.

Una sonrisa se curvó en sus labios.

—Me alegra saberlo.

—A mí… también. —miré mi reloj. —Creo que ya debo irme a casa…

—Yo también debo irme, nos veremos pronto, te lo aseguró.

Entrecerré los ojos.

—No me digas, ¿Otro presentimiento? —probé a adivinar.

Jake asintió.

Reí.

—¿Mi insignia no fue la que me delató esa vez? —pregunté, el día que nos conocimos llevaba la chaqueta con el escudo de la prepatoria bordada a un costado.

Asintió al verse atrapado.

—Mi hermana estudia aquí, ¿cómo no la iba a reconocer? —comentó.

—Esa vez, tuviste suerte, veamos la próxima. —dije retandolo.

—Mi sensor no falla, ya lo aprenderás. —afirmó.

—Pues, nos vemos pronto, Jake.

—Esa vez aposté que diriamos nuestros nombres la próxima vez que nos vieramos —comentó sonriendo. —así que quizás intercambiemos números la próxima vez.

—¿Y por qué no lo hacemos ahora? —cuestioné, Jake siempre tenía una manera rara de hacer las cosas.

—Porque sería extraño hacerlo la segunda vez que nos vemos.—comentó.

—¿No es más extraño no pedirlo ahora?

Sonrío.

—No, aún es muy pronto, quiero que me conozcas mejor. —y vi la honestidad en sus ojos.

Mi corazón se aceleró.

—¿Pretendes encontrarnos unas cuantas veces para darte mi número? Eres raro. —y me reí al decirlo.

—Creéme, nos veremos por ahí, Kassia, lo sé.

—Cómo quieras, Jake.

Jake sonrío y se marchó tras su hermana.

Jannie no tardó en apresurarse en regresar a mi lado.

—Tenemos mucho de qué hablar, Kassia. —aseguró.

—Lo sé.

—Pero, después, dime, ¿está todo bien, Kass? —cuestionó Jannie mientras íbamos caminando hacia la salida.

—Sí.

—¿Segura? Me dijiste que debías estudiar.—insistió preocupada, ella conocía bien a mis padres.

—Y estuvo bien tomarme un descanso.—resté importancia, aún cuando sentí un poco de ansiedad.

—Sobretodo por ese chico. —soltó burlona y comenzó a caminar rápido sin darme tiempo a responder. —¡Debo ir por mi hermana, te llamó al llegar a casa! —fueron sus últimas palabras.




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