Stiles miro su boleto en la mano. Tenía los números del caballo al que había apostado, pero en la pista no había ningún caballo ni jinete. Tampoco había apostado a ningún caballo. Dudaba que lo hubiera hecho alguna vez en su vida.
Ve alrededor, las demás personas en las gradas están mirando hacia la pista de carreras vacía. El sonido de arranque sonaba una y otra vez repitiéndose cada cierto tiempo. Una tétrica versión de un hipódromo donde no corrían caballos.
Cuando llegó ahí, hizo lo mismo que todas esas personas. Esperar a que la carrera comenzará. Impaciente, pero sin ninguna otra opción, se sentó y lo hizo. Nada, no había pasado nada. Le costó darse cuenta donde y porque estaba ahí. De nuevo.
El lugar había cambiado. No era la vieja estación de tren que recordaba. Pero tal como había sido antes, las personas atrapadas ahí, esperaban por una carrera de caballos que nunca comenzaría.
Apenas levantarse de las gradas, la campana sonó, y en lugar de que pasará absolutamente nada como las veces anteriores, está vez, de la línea de comienzo, aparecen los jinetes fantasmas jalando tras su caballo personas con sus látigos y cuerdas. Finalmente las liberan en el paddock dónde desaparecen y las personas tienen que caminar escaleras arriba hasta las gradas.
Stiles vuelve a mirar a su boleto y busca salir de ahí para explorar el lugar. Va hasta la ventanilla de apuestas, pero no hay nadie como imagino. En el tablero se mostraban los caballos que correrían. Fue ahí cuando callo en cuenta de que no eran los nombres de los cabellos los que estaban, si los nombres de los condados.
Tenía que salir de ahí pronto. Obtener la mayor información posible y salir y advertir a todos. Encontrar a su bebe, Junior.
Su respiración se comienza a agitar cuando recuerda los últimos momentos con Junior. Seguramente este ya no lo recordaba ¿Cuantos días habían pasado? ¿Habrá logrado llegar a Beacon hills? ¿Estaría ahora con Derek?
Derek, pendo Stiles. ¿Cuál fue la reacción de Derek al encontrarse con su hijo? Si quiera lo habrá creído posible. Stiles aún no había entendido como es que eso había pasado, no importaba cuantas veces Deaton le explico sobre los lobos. Como la conexión especial que tenían hizo aquello posible. Aun mas no entendía porque Derek lo tracciono de esa manera.
Se detiene cuando una lagrima baja por uno de sus ojos. Rápidamente Stiles la limpia con su palma. No era momento para recordar. Tenia que salir para recuperar a su hijo y si solo podría hacerlo si averiguaba porque había sido traído ahí. Recordaba que cuando se llevaron a Corey y estos lo usaron como un enlace del limbo a Beacon Hills. Todo eso le hacia preguntar porque él de nuevo. No podía ser una casualidad que se encontrara en el ojo de la tormenta dos veces. Y de ser especial, porque no darle un propósito como Corey. A menos de que el no fuera el objetivo.
Nada le estaba gustando, le hacia sentirse desprotegido y la incertidumbre de no saber si Junior estaba a salvo le mataba.
Al menos tenia su arma, pero no era algo que pudiera usar contra los jinetes. Busca en sus bolsillos todo lo que tenia su favor. Goma de mascar, mentas, una servilleta a arrugada y su celular que no encendía.
Vuelve a meter todo en su bolsillo y regresa a la caja para cobrar las apuestas. Tras el cristal parecía estar el comunicador con el que se anunciaba al ganador. Si pudiera hacerse con él y crear algún tipo de frecuencia de radio o saber que podría hacer con todo eso, pero se le ocurriría algo. Golpea el cristal con sus puños y no logra siquiera hacerlo retumbar. Es muy grueso, no era un cristal cualquiera.
—¡Maldita sea, si tan solo tuviera algo filoso conmigo! — pensó incluso en disparar al cristal, pero si este era tan resistente como parecía, temía que la bala fuera a rebotarle. Se estaba frustrando.
—¿Quizás estas puedan ayudarte? — una voz detrás suyo llamo su atención. Tomo su arma y se giró rápido apuntándole. Un hombre llevaba las garras por fuera, sobresaliendo de la manga de su gabardina negra que le cubría hasta la cabeza.
—Tengo balas de Wolfsbane, así que mas te vale que te vayas con cuidado —advirtió no fizándose del supuesto lobo.
—Realmente lo supuse, siendo tú, ¿no es así Stiles?
—¿Qué? ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? — le exigió saber.
—Supongo que es normal que no me recuerdes, yo también me fui un poco despues de que desapareciste — el hombre se bajo la capucha y mostro su rostro. Una mata rizada cubría su cabeza. Reconoció esos rizos y le dio gusto ver una cara conocida. Aunque nunca fueron muy cercados. Seguro era mejor que volver a encontrarse con Peter Hale.
—Isaac.
—Y dime ¿Qué te trae por aquí?
—Lo mismo que te trajo aquí, no es como que uno venga a vacacionar por estos lares por gusto — bufa y se guarda el arma de nuevo. —¿Desde hace cuánto estas aquí?
—No tengo ni idea. Creo que reaccione al escuchar el cristal ser golpeado. Trajo... no gratos recuerdos...
—¿Lo escuchaste? Ni se movió — Isaac solo lo miro esperando que comprendiera —O, si claro, oído de lobo apestoso.
—¿Perdón?
—No tú, otro lobo. ¿Por qué llevas esas ropas?
El comentario provocó que Isaac se mirara el atuendo. Parecía haber estado atrapado por mucho tiempo, más del que Stiles había estado.
—Estaba en una misión de incognito en una base de cazadores... en Luisiana ¿Dónde estamos?
—En la zona fantasma, apunto de toparnos con el general zod— Isaac no comprendido lo que Stiles quiso decirle, pero luego se volvió hacia donde miraba Stiles y se dio cuenta de que la carrera estaba por comenzar y pronto daría paso a los jinetes fantasmas. —Los lobos pueden salir... pero tendrías que experimentar uno de los mas grandes dolores. Isaac, tienes que salir y decirles, buscar a Derek y a mi hijo.
—¿Qué? ¿tienes un hijo? ¿Con quién? —pregunta no entendiendo.
—Eso no importa. Tienes que decirles. Creo que estaban en busca de Junior por alguna razón y me llevaron a mi por accidente. No deben tenerlo a ningún costo. Si las cosas salieron bien, él esta con Derek ahora.