Rosse & Lucas

1.Patines

Estoy en mi cama mirando el techo de está cuando la puerta se abre y sé que se trata de Alejandra, mi hermanastra de 16 años, un año menor que yo.

-Rose, iremos a patinar, arreglate.-Dice apoyándose en el marco de la puerta.

-¿A qué hora?-Pregunto, porque eso definitivamente es mejor que sólo respirar.

-En diez minutos me voy, avisale a Anie.-Tira el cabello castaño claro que tiene sobre su hombro como una diva, da media vuelta y se va.

Son las cuatro de la tarde y aún sigo en pijama, menos mal mamá trabaja hoy o estaría con la chancla estampada en mi cara por andar así.

Busco en el armario que está frente a mi cama y optó por un overol de falda color rosa pastel y debajo de este una camisa blanca. Y para que no se me vea el alma un short de leggins.

-¿Irás a patinar?-Pregunta mi hermano mayor en la puerta de mi cuarto cuando peinó mi cabellera anaranjada.

-Sí-afirmo y sigo peinando mi cabello para sacar todos los nudos que tengo.-¿me harías una trenza?, por favor.

Axel me mira levantando una ceja y luego resopla acercándose a mí y tomando mi cabello.

-Odio el día en que mamá me enseñó a hacerlas para que fueras a la escuela peinada.-voltea los ojos mientras hace la trenza espigas.

-Yo lo amo, gracias a ti iba peinada y muy guapa.-Digo y mi hermano comienza a reír.

Cuando termina de colocar el elástico al final, la coloca sobre mi hombro y dice: -Esto quita totalmente mi hombría de hombre macho pecho peludo.

-Es nuestro secreto, hermanito.-Digo sonriendo.

Axel tiene 21 años, está en casa por las vacaciones de verano, pero ya luego tendrá que irse para acabar su último año de universidad.

Es mi hermano por parte de ambos padres.

Mamá cinco años después de la muerte de papá volvió hacer su vida con Edgar, su actual esposo y padre de mis dos hermanastro, los cuales son Alejandra de 16 y Tomás de 10 años.

Nuestra familia es unida y nos llevamos bien, claro que como todas tenemos discusiones, pero tratamos de resolverlo. Más bien mamá y Edgar.

Tomo mi celular y marcó el número de mi mejor amiga.

-Hola bebé, ¿sucede algo?

-¿Tendría que pasar algo para llamarte?

-No, claro que no, pero es rara que me llames sin mandar un mensaje.

-Oh, ya. Te quería decir que pasaremos a tu casa con Ale, para ir a patinar.

-Vale, pasen a buscarme, las espero.

-Bien-Digo y Axel me hace unas extrañas señas para que le diga que el le manda saludos.-Axel te manda saludos... Creo.-lo último lo susurro.

-Ese maldito adonis, lo odio.-Yo solo asiento con la cabeza.

Anie y Axel fueron algo tipo amigos un tiempo, hasta que a mi amiga le gustó y no pasó nada porque el idiota de mi hermano salió corriendo a la universidad.

Corto la llamado y digo apuntando a mi hermano con mi dedo índice "acusador"

-Tienes novia Axel, deja de molestar a Anie.

-Está lejos.-Se encoje de hombros.

-Anie no es de piedra, tonto.

-Vale, vale,-Dice mostrando sus palmas.-solo le mande saludos como amiga y ya.

-Ajá, solo dejalo estar vale, eres un adulto.

-Vale, Rossetta.-Dice dando media vuelta para salir de mi cuarto.

-AXEL-lo detengo y el se voltea a mirarme.-¿Me veo bien?-Y sé que con eso lo haré reír y no me equivoque.

-Te ves... Fea.-Dice riendo mientras sale de mi cuarto.

Bajo en busca de mis patines y de Ale.

-Axel, Vivian dijo que quedabas a cargo de Tomi.-Dice mi hermanastra cuando ve al aludido que quedará a cargo.

-Bueno-Le dice y voltea a ver a Tomi-¿quieres ir por un helado?

-Bueno, ¿podemos ir a ver una película igual?

-Bien, tarde de chicos-dice chocando los puños.

Nos dirigimos a casa de Anie cuando Ale habla.

-Escuche que Lucas estará en la pista junto a sus dos hermanas.

-Es una pista pública y grande, no hay nada malo en ello.

-¿Te sigue gustando?

-No.
(Mentirosa, mentirosa. Te gusta un poco mucho.)

-Es bueno saber eso, ya que Matilde quiere conquistarlo.-Asiento con la cabeza y tocó el timbre de la casa de Anie.

-Ojalá le resulte, ese hielo de la Antártida no sé derrite con nada.-Y claro que yo era consiente, desde que tenía ocho años que era así de hielo.

(Ni siquiera una sonrisa nos da, menudo tipo que nos toca)

-Hola, chica.-Nos saluda una sonriente Anie.-¿Nos vamos?

Asentimos y caminamos a la pista de patinaje que hay a unos cinco minutos de la casa de Anie.

***
Cuando dejamos nuestras cosas en un casillero de la pista nos adentramos a esta y vemos que hay bastante gente patinado o sentadas en el pasto mirando a los que lo hacen.

-No creí que hubiera tanta gente.

Me enojo de hombros:-Es una pista pública, bien cuidada y es fin de semana. Vayamos a patinar antes que nos salgan raíces.

Ambas ríen y Anie se nos adelanta.

-Rose, sabes que no te puedes sobre exigir.-Asiento rodando los ojos.

-Lo sé, Ale. Vamos.

Competimos en carreras las tres y por su puesto que yo salgo última como siempre.

Ahora vamos en la última carrera según Ale cuando me doy de bruces contra alguien y caigo de culo al suelo.



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En el texto hay: romance, amor, amistad

Editado: 08.09.2018

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