Inquieta.
A pesar de estar calmada la mayoria del viaje, cando el joven cochero que nos llevo de Endra a Gelia anuncio que nos encontrábamos entrando en la capital del imperio, no pude evitar sentirme inquieta de pronto, pues eso solo significaba que la novela había comenzado, y por consecuente mi misión.
Mire a Lyna quien se encontraba dormida en mi regazo, en verdad parecia cansada, por eso decidí que lo mejor era que duerma tranquilamente unos minutos mas, al menos mientras pueda. El carruaje en el que nos encontrábamos tenia las cortinas cerradas, pero no pude evitar sentir un poco de curiosidad por el así nombrado, reino de monstruos. Suavemente tome la punta de la cortina roja y la corrí un poco, lo suficiente para ver el exterior.
Entonces, me llevé una inesperada sorpresa. Pues aunque espere ver mares de fuego juntos con gritos desolados en el así llamado país de los moustros, nada podía estar más lejos de la verdad.
《Si Endra era pintoresco, Gelia es una verdadera obra de arte.》
Las calles estaban empedradas y no eran de tierra como Endra. Por donde quiera que mirara podía encontrar diversas tiendas, desde restaurantes, cafeterías, boutique de ropa, mucho mas grandes que la de Lilian incluso. Realmente el mundo moderno que yo conocía no tenia comparación, pero estaba segura que Gelia, era sin duda lo que mas se le asemejaba. Pues si bien no tenia la tecnología de mi mundo, tenia algo que me resulta verdaderamente fascinante, y eso era la magia.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que Gelia era un Imperio sumamente poderoso, y sus habitantes no eran ni mas ni menos que el cien por ciento de criaturas sobrenaturales, quienes no solo poseían magia, sino que creaban artefactos y se brindaban ayuda entre ellos.
Pues a pesar de todo, Gelia era un Impero prospero.
《Aun así, es extraño.》
De pronto mis ojos dejaron de fijarse en la estructura de la capital y se fijaron en las personas que la habitaban.
《Parece que estoy en una fiesta de disfraces.》
Realmente era un locura, sabia que este mundo tenia cosas raras, e incluso esperaba ver un animal que hablara, pero jamas lo que mis ojos veian en este momento. La gente no solo usaba ropas extrañas, sino que había personas con cuernos, algunos tenían garras largas o orejas de perro y cola, los que parecían normales, si les prestabas atención, tenían largas orejas puntiagudas o extravagantes sombreros de bruja.
Hombres lobo, elfos, magos, y muchas otras criaturas que no conocía.
《¡Literalmente!》
Lo cierto es que no son solo razas y colores al azar, cada ser poseía características únicas, e incluso con esta gama de especies no entendía como la gente se podía alterar solo por ver mis ojos teniendo en cuenta lo que aquí se podía encontrar.
Aun asi, entendia que habia varias características que ayudaban a diferenciar las especies, por ejemplo sabia que los magos tenían todos ojos rojos, sin excepción, estos eran mas o menos brillantes dependiendo de su capacidad, de la misma forma los lobos tenían orejas de perro y los elfos tenían orejas puntiagudas y ojos marrones.
Y como esas, cada raza tenia algo que las distinguía de las demás.
Incluso la familia imperial de Gelia tenia sus propias características, al igual que la familia de Endra, la cual en su caso, eran ojos rosados.
Si sabias las características de cada raza, podías también saber cuando estabas frente a un híbrido, el cual era mi caso.
Pues estos solo poseían una característica deformada de su raza, luego, era tal como ver un humano real, lo cierto, es que estos son sumamente extraños de ver. Pues por la diferencia de maná entre un humano y un ser sobrenatural, era casi imposible que se pudiera concebir uno.
《Bueno, casi.》
En el libro realmente nunca hablan de como se veian los dragones, y menos de cuales eran sus características, lo único que sabia, era que el cuerpo de Nei desciende de una mortal y un dragón oscuro. Pero aparte de mis ojos, por fuera parecia una simple humana.
《Extraña, exextraña.》
Si debia ser sincera, me incomodaba ser el centro de las miradas curiosas, pero aun así, entendía que cada vez que alguien se sorprendía cuando me veía, no era por que haya algo mal con mis ojos, sino porque eran la prueba de que Nei, es una híbrida.
Un ser único, que pronto caeria en la locura por culpa de la corrupción que marcaba cual maldición su naturaleza.
Suspire tratando de no pensar en ello.
《Pues el problema, sin duda es otro.》
Estábamos en Gelia.
Si fuera capaz de tener pesadillas, esta sería sin duda una de ellas.
Rapidamente volví prestar atención al paisaje, no estabamos en el centro de Gelia, sino mas bien, el carruaje iba por un hermoso sendero que cada vez mas se adentraba mas en un espeso bosque, según lo que recordaba, ya hemos entrado en el territorio del palacio, solo un poco mas y llegaríamos a la puerta principal.
La idea de ver un palacio me intrigaba y quería ver desde sus estructuras hasta decoraciones. Pero cuando recordaba lo que sucedia allí, cualquier curiosidad, desaparecía.
《Bueno, es momento de despertar a la protagonista.》
Suavemente moví el hombro de Lyna mientras le susurraba.
—Señorita Lyna, es hora de que despertar—hice una pausa.—Ya estamos por llegar al palacio.
Poco a poco, los parpados de Lyna se fueron abriendo dejando a la vista sus somnolientas joyas Rosadas.
Como si los recuerdos de donde estaba la hubieran invadido, rápidamente se levanto y miro a su alrededor asustada.
—¿Nei? ¿Donde estamos? ¿Ya llegamos?—Movió su cabeza buscando cualquier amenaza cerca, al ver que se encontraba en el carruaje, su cuerpo visiblemente en alerta se relajo.
Solo un poco.
—Señorita, estamos a punto de llegar a la entrada principal del palacio de Gelia.—dije esperando que no muriera de la ansiedad.