Agotada.
En este momento me encontraba mentalmente agotada. No solo por lo que había sucedido con el príncipe Orion hace unos dias, sino también porque al final, tuve que explicarle a Lyna el porque tenia una venda en mi mano derecha. Lo cual no fue sencillo, pues no solo se puso a llorar diciendo que pude morir, sino que también ahora no me deja hacer nada, solo me ordena sentarme y no mover la mano. Aunque entendia que podría ser peor...
Debia ser sincera y decir la verdad.
《Le mentí.》
Lyna se preocupa demasiado, y tuve que inventar una historia con la mitad de la verdad, le dije que ciertamente, había estado en medio de una rebelión y que el príncipe Orión me salvo, lo que oculte, fue la historia de mi herida. Nei le juro a Lyna que jamas usaría sus dones de nuevo, y mucho menos jamas heriría o mataría a alguien. Si bien yo había asesinado a aquella doncella por una causa "justa" y no me importaba mucho lo que pensase con tal de que este a salvo, lo mejor sería que Lyna no se enterarse jamas de lo sucedido, o siquiera de que hacia uso de mis habilidades. Al final, si bien todo es para protegerla, si ella se entera, estoy segura que la destrozaría, aun mas saber que su amada amiga le corto la garganta a una persona. Por ello decidí guardar aquella parte de la verdad para mi. Lo que no sabía, no podía dañarle.
En cambio, le dije que el corte de mi mano fue gracias a que recogí una daga del suelo y sin darme cuenta la tome por la parte de la hoja.
《Se que es una escusa muy mala, solo un tonto la creería... Pero tuve que pensar rápido.》
Aun así, Lyna la creyó sin dudado, pues como buena protagonista pura e inocente, jamas dudaría de nadie. Y por su bien, es mejor que lo mantengamos así, las únicas personas que sabían la verdad eran los príncipes. Y mientras aquello no cambiase, no habrá problemas. Y si tenía suerte, no volvería a cruzarme con uno de ellos jamas. Suspire.
En este momento me encontraba acostada en mi recamara, realmente estaba exhausta, Nei tenia un gran cuerpo, pero no había desarrollado sus habilidades, por ello cuando las usaba me encontraba totalmente cansada.
Aun así, mientras cerraba los ojos comencé a repasar el plan nuevamente.
《Evitar que los príncipes se interesen en Lyna, evitar al mago y hacer que Nilo y Lyna se enamoren.》
Quizás había conseguido cambiar un poco el rumbo al evitar ciertos escenarios con los príncipes, pero había un problema.
《¡No recuerdo con exactitud en que momento aparecía el mago!》
Sabia que el se interesaba por Lyna gracias a su fama como niña bendita, y que su primer encuentro era en el jardín de rosas, donde provocaba una tormenta sobre Lyna. Pero realmente me fastidiaba tanto ese idiota, que había borrado inconscientemente muchas de sus escenas de mi mente.
—Demonios...—dije en un susurro.
Debia estar cerca de Lyna mas que nunca y protegerla del jodido maestro de la torre mágica. Con el cuerpo pesado, me levanté de mi cama, me encamine hacia el balcón, era una noche cálida de primavera, sin la contaminación lumínica, podía apreciar millones de estrellas en el cielo oscuro, aquello junto con la suave brisa, me reconforto. Me apoye contra el barandal y mire el jardín en silencio.
Pronto no pude evitar pensar en Nei. La persona a quien este cuerpo le pertenecía, y que aún asi, solo sabia de ella lo que la novela me contó, pero su pasado, su familia, todo aquello era un misterio para mi. Y si sobrevivo, es posible que el pasado de Nei, si es que lo tiene, pueda volver a buscarme.
¿Quiénes son sus padres? ¿Como terminó en una subasta de esclavos?
Si ella era una híbrida, ¿Como eran y como se veían los dragones oscuros de sangre pura?
Más aún...
《Si yo estoy aquí, ¿Donde estas tu?》
Muchas preguntas, pocas respuestas.
Si lograba hacer todo bien, nadie tendría que morir, y yo podría vivir la vida tranquila que deseaba, hasta quizás encontrar aquel calor que tanto anhelaba. Pero era extraño, cuando pensaba en el futuro, podía verme a mi junto con los duques y Lyna sentados tomando té en la mansión de Equa, quizás era un recuerdo de los días felices de la antigua Nei, y aunque se sentía extrañamente cálido, sabia perfectamente que aquella vida no me pertenecía. Esa felicidad no era mía, por mucho que deseara tomarla.
Habia decidido salvar a Lyna, y luego irme tan lejos como pueda, seria lo mejor. No me sentía bien engañando a la gente.
Aun así, cada vez que pensaba en alejarme, mi corazón se oprimia y dolia mucho.
《¿Tendré una enfermedad?》
—Por ahora, concentrémonos en terminar la novela.
Con un suspiro, lleve mi cansado cuerpo a la cama nuevamente, pues debía recuperar fuerzas para mañana.
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—Oh, ¡Vamos Nei! Tienes que dejarme curar tu herida.—dijo por quinta vez Lyna.
—Señorita Lyna.—murmure mientras cerraba los ojos cansada de repetirlo por quinta vez.—Mi herida esta completamente bien, debería preocuparse por recuperar fuerzas para seguir con la purificación.—conclui.
Nos encontrábamos caminando con Lyna por los pasillos del palacio, al parecer su temor fue desapareciendo poco a poco, pues, sorprendentemente, todos eran realmente agradables con la joven que estaba curando a su rey. En cuanto a mi, al parecer el rumor de que salve la vida del príncipe se extendió, y ellos ya no me miraban con miedo, era simple incomodidad.
《Bueno, algo es algo.》
—¡Lady Lyna, joven Nei!—pronto la voz de Madam Blaine sonó a nuestras espaldas—Aquí estaban, tengo unas nuevas diseñadoras que estarán encantadas...
<<Ugh, no de nuevo.>>
Ambas nos giramos lentamente solo para encontrarnos con una agitada Madam Blaine que se acercaba a nosotras, con su cabello despeinado, parecía que había corrido una maratón.