¡salvare a la Rosa de Marchitarse!

Capítulo 17: Órdenes y Cambios de Planes.

Ansiosa.

Hoy era el dia donde Lyna volvería a Gelia luego de su estadía en Endra, aunque solo habia pasado una semana desde que se fue, sentía que habian sido años, por ello, estaba realmente ansiosa.

Pues han ocurrido tantas cosas en el transcurso de esta semana que apenas lograba asimilarlo aun, y aunque las cosas se encontraban calmadas ahora, no podía negar que todo lo sucedido fue muy agotador.

《Al final, no he podido descansar ni un poco.》

Lo único bueno que he podido rescatar de esta situación, si lo ha habido, es que al menos Lyna se encontraría un poco mas relajada y tranquila ahora que pudo pasar un poco de tiempo con sus padres, al igual que se que seguramente los Duques estarán felices de haber podido estar con su amada hija.

Y ahora que Lyna ha recuperado un poco de energía, podrá seguir con su ardua tarea de curar al Rey.

Pronto recordé la realidad.

《Solo debes resistir un poco mas, Lyna.》

Aun así, no podía permitirme relajarme, ahora la protagonista estaba por volver al escenario de la novela, un escenario que ha cambiado por completo, donde ahora los pisos se encuentran manchados con sangre y yo tengo dos pares de ojos dorados dirigiendo su mirada hacia mi espalda constantemente.

Todavía no sabía cómo le explicaría a Lyna todo lo que ha sucedido, y aunque mi intención es saltarme algunas partes de la historia, se perfectamente que la protagonista se dará cuenta que algo mal.

《Aunque realmente espero que no.》

Suspire.

Si bien hay cosas que han cambiado, es realmente necesario que otras no lo hagan por ningún motivo.

Lyna y el príncipe Nilo deben enamorarse la noche del baile a como dé lugar, y me asegurare de que así suceda.

《Entonces, supongo que yo también debo resistir un poco mas.》

El baile de Gelia estaba a la vuelta de la esquina, al igual que la reunión con Meldian, ambos tendrán lugar el mismo dia pero con diferente horario, sin contar, que aún no sabia como haria para salir del palacio sin crear otro jodido problema. Aunque le dije a Seren que me encargaría, debo decir que me encuentro completamente perdida.

Pero debía mantenerme firme, aun había muchas cosas que necesitaba comprender, aún había muchos cabos que debían ser atados.

Levante mi cabeza para mirar el hermoso cielo celeste que se extendía ante mi vista.

En este momento me encontraba parada en la entrada principal del palacio, si mis calculos no fallan, el carruaje de Lyna debe llegar en unos minutos.

A mis espaldas, se encontraban dos guardias y a mi lado, Madam Blaine a quien llevaba ignorando desde hace un largo tiempo ya.

《Esta hablando sola desde hace una hora, me duele la cabeza.》

—Entonces joven Nei, ¿Que le parece?—Pregunto de repente.

Al escuchar la pregunta, no supe de que hablaba.

—Disculpe, ¿Que acaba de decir?—Pregunté.

Ella me miró mientras negaba con la cabeza.

—¿Donde tienes la mente joven? Desde hace rato te encuentras distraída.—Dijo en tono desaprobatorio.—Parece que le estoy hablando a la pared.

《Si te has dado cuenta, ¿Por que no te has callado entonces?》

Contuve un suspiro.

—Simplemente estoy cansada.—Contesté con indiferencia.

—Te estaba diciendo que...

Antes de que termine de hablar, fue interrumpida por el sonido de un carruaje acercándose a toda velocidad, no tardé en darme cuenta que se trataba del carruaje de Lyna.

《Pues aquí vamos de nuevo.》

Mentiría si dijera que no estaba feliz por poder ver a Lyna nuevamente, pero la felicidad era opacada por un gran sentimiento de ansiedad que lentamente se hacía presente.

Era la ansiedad de no saber que pasaria.

Sin pensarlo mucho, me fui acercando hacia el carruaje que poco a poco iba deteniéndose, Madam Blaine y los guardias rápidamente comenzaron a seguir mis pasos.

Antes de poder colocarme en la puerta del carruaje para abrirla y ayudar a Lyna a salir, esta se abrió de golpe dejando ver a la protagonista de la historia, totalmente radiante.

Al verla, mi corazon se sintio un poco mas ligero, como si los problemas que me agobiaban segundos atrás ya no fueran tan grandes.

Me pare en seco y me dedique a observarla.

Llevaba puesto un sencillo vestido blanco que terminaba por debajo de sus rodillas, su pecho estaba adornado con un prolijo moño rosado que hacía juego con sus ojos, los cuales brillaban emocionados y su largo cabello color oro se encontraba danzando con el viento primaveral.

Pronto fije mi vista en un mechón de su cabello, este se encontraba trenzado y atado con un elegante moño violeta.

Sonreí para mis adentros.

《Parece que aun lo llevas puesto.》

Nuevamente el pensamiento de que Lyna se asemejaba a un ángel me invadió.

—¡Nei!—Grito sacándome de mis pensamientos.

Rápidamente y sin la ayuda de nadie, Lyna saltó del carruaje en mi dirección, sin tomar en cuenta la altura en la que se encontraba, rápidamente cayo al suelo en un golpe.

—¡Oh, mi dios!—Grito Blaine.

—¡Señorita Lyna!—Dije mientras me acercaba a toda velocidad hacia ella.

Rápidamente llegue a su lado, ella se encontraba arrodillada mientando con la mirada fija en piso.

—¡¿Que cree que hace?! ¡Tiene que esperar hasta que alguien vaya a ayudarla!—Comece a regañarla mientras la tomaba por los hombros.

Antes de darme cuenta, Lyna levantó su rostro con una enorme sonrisa y sin una pizca de cuidado brinco hasta quedar abrazada a mi cuello.

—¡Nei, te he extrañado muchísimo!—Dijo mientras se aferraba mas fuerte.—¡Hasta he extrañado tus regaños!

《Parece que no se ha lastimado.》

Suspire.

—Yo tambien la he extrañado.—La tomé por los hombros e hice que me mirara.—¿Pero por que ha saltado de forma tan imprudente?

Ella solo me dio una gran sonrisa.

—¡Estaba muy emocionada! No me he podido contener.—Dijo encogiéndose de hombros.




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