Los días pasaron con normalidad, estábamos arreglando el salón de arte, estaba quedando hermoso, habíamos hecho dibujos largos desde el techo hasta el piso, horizontalmente, con diferentes tipos de dibujos, nos quedaba muy bien, compramos materiales para los chicos, muebles nuevos, todo estaba quedando hermoso, más fascinada no podía estar.
- Eso pueden colocarlo en esa esquina, me gustaría tener todos los materiales en esa esquina, por favor. - Dice Leslie indicando a los trabajadores.
- Ah Nona le hubiera encantado esto. - Digo por mientras que poso mi quijada en su hombro. - Ya quiero ver a los chicos entrar aquí. -
- Tengo que confesarte algo. - Dice mirándome fijamente, lo miro atentamente por su confesión. - Esta idea en sí, no es tan mía, es más de Robert, el día en que, él se puso mal, me dijo que cuando yo estuviera grande, el me enseñaría a pintar. Que él y yo construiríamos un pequeño espacio para enseñarles a los demás. - Dice algo triste
- De igual forma la idea los construyeron ustedes dos, lo estás haciendo por ellos dos, por ti y principalmente porque le enseñaras a niños lo que te apasiona. -
- ¿Por qué eres tan hermosa? - Dice dándome un beso inesperado.
- Laurie. - Digo tapándome la boca y el solo me giña el ojo.
Pasaron los días, ya estábamos terminando Julio, los días enserio se pasaron tan rápido, con tanto ajetreo de la universidad, la librería, viajes inesperados por Laurie. Enserio que con él, soy demasiado feliz a su lado; diría que no tengo miedo de lo que pueda pasar, si estoy con él. Hoy era mi cumpleaños, pero no tenía pensado en festejarlo, el año pasado lo festeje sola con mi familia, y hoy creo que sería lo mismo.
Aunque pensándolo bien, ni mi hermana, ni padre me han llamado para felicitarme, ¿Se les habra olvidado? Pero bueno. Hoy es viernes, y hoy sería la inauguración del pequeño espacio de arte. Me puse un vestido blanco acampanado, con unos tacones de punta color blanco, me veía hermosa.
Por mucho, hoy decidí alisarme el cabello, dejé mi cabello caer ante mi espalda, está demasiado largo, me encanta tenerlo así, aunque tuviera mil ganas de cortármelo.
Agarre mi respectivo taxi, llegue a la librería, por lo que veo todos llegaron temprano a arreglar lo poco que faltaba, entro a la librería, estaba demasiado hermoso, adornos con globos dorados y plateados. Por mientras que Laurie en esta semana se la había pasado pintando para poner sus obras afuera antes de entrar al espacio que habíamos creado, por otro lado teníamos una mesa con aperitivos, habíamos invitado a todos los padre de los chicos, eso estaba para todas las edades, hasta para abuelitos que tuvieran interesados o el simple hecho de no perder lo que ama.
El crear algo hermoso, estaba demasiado feliz por todo esto, hasta que veo a Leslie molestando a Tris, ya que ella nunca para de comer.
- Por favor, Tris, no te comas todos los aperitivos. -
- Es que mis obras enserio que saben demasiado bien.
- No entiendo cómo puedes trabajar en una cafetería. Tú misma te comerías tu mercado. -Dice Leslie quitándole una de las galletas de chocolate.
- Igual, yo podría hacer más para mis clientes. - Dice Tris, quitándole la galleta, y se la come.
- Ustedes dos son un verdadero caos. - Digo acercándome, y ellas me miran sorprendidas. Ni sabia el porqué, hasta que me miro en el espejo. - ¿Qué? ¿Me manche? ¿Estoy fea? Enserio no me miren así. -
- Dios Marry estas hermosa, más que hermosa, espectacular, que de espectacular, Increíblemente bella. - Dice Tris dándome la vuelta, y sonrió negando la cabeza.
- Me encanta como estas vestida, no pensé que hoy te casarías con Laurie. - Dice Leslie
- ¿Y no, nos invitaste? Que mala amiga eres. - Dice Tris indignada, lo cual nosotras nos reíamos.
- Gracias chicas enserio, amo tenerlas aquí, enserio que si, no sabría cómo llevar todo esto sin ustedes. - Digo abrazándolas.
- Pero que princesa me acabo de encontrar. - Escucho decir a mi padre, me doy la vuelta y ahí estaba de elegante el rey de la casa.
- Y usted ni se diga, capitán de los siete mares. -
- Feliz Cumpleaños Hija, estoy demasiado orgulloso de ti, de todo lo que has logrado, no me cansare de decírtelo. - Dice abrazándome.
- Gracias padre, te agradezco por a ver vuelto, aunque haya reaccionado de tal manera. -
- No pasa nada, ya eso paso, estamos en el ahora, y eso es lo que importa ahora en este preciso momento. - Dice y lo abrazo nuevamente.
Estaba demasiado ansiosa, Laurie no había llegado todavía, mi hermana me había dicho que no demoraba, estaba en algunos asuntos personales, pero si él no llegaba, tendría que empezar sin él.
- ¿Todavía no llega? - Pregunto y mis amigas niegan con la cabeza.
- Tranquila Marry, que el llegara. -
- Esperare unos minutos, y si él no llega, lo buscare y lo matare con mis propias manos. -
- ¿A quién mataras? - Escucho su voz, me doy la vuelta y lo primero que hace es besarme.
- ¡Uyy! - Escucho decir a mi alrededor.
- Por favor, al frente de mí no chicos. - Dice mi padre.
Nos separamos, estaba demasiado guapo, elegante, que fascinante es verlo con traje, se veía espectacular como siempre.
- Lo siento por tardarme, tenía unos asuntos que atender en casa. -
- Lo que importa, es que ya estás aquí. -
- Feliz Cumpleaños mi flor. - Dice acariciándome la mejilla, no paraba de verme con tanta dulzura.
- Gracias. - Digo y él me planta un beso en la frente, amo sentir ese gesto, me hace sentir tan pequeña, que cirro los ojos.
- Vamos... - Dice y asiento.
Comenzamos a inaugurar el espacio que es llamado "Over The Rainbow Brown" Laurie estaba emocionado contando su idea, estaba inspirado, atrapaba la audiencia ante sus palabras.
- Over The Rainbow Brown, es una de las ideas principales que teníamos el Señor Robert y yo, cuando solo tenía nueve años, amaba pintar, dibujar, pero mi padre no me dejaba expandirme, escapaba de aquella casa, y me escondía aquí con la familia Brown, y es lo que quiero expresar aquí. Ser un escape de todos nuestros problemas, de nuestros miedos, crearlos en arte, plasmarlo en un cuadro, serás tu quien decida quemarlo o amarlo, plasmar lo que tu alma quiera expresar, tu imaginación dejarla volar, sin que tenga donde despegar, dejar que sea libre y no encerrarla. Es aquí donde quiero enseñarles lo mejor de ella, Muchas Gracias. - Y todos empezaron a aplaudir, lo veía feliz, sonriendo.