23/06/2022
¿Que estoy haciendo? ¿Enserió e llegado a esto?
Miro mi reflejo en el espejo viendo las imperfecciones de mi cuerpo, la verdad nunca pensé que llegaría a ser de esa clase de chicas la cual piensa en verse delgada o más y me sorprende la verdad.
Mi cabello negro con puntas azules ya perdió ese brillo el cual lo caracterizaba. Toco mi rostro mirándo lo pálido y mi ojos cafés, niego y acomodo mi cabello para agarrarlo en una coleta.
-Me veo del asco- susurro y salgo de mi habitación dirigiéndome hacia la puerta de entrada y empiezo a caminar hacia el instituto.
Keira entraba más temprano que yo a su escuela así que me daba tiempo de ir a llevarla y volver a la casa para luego salir yo aunque claro regresaba cuando mi padre no estaba en la casa como ahora que lleva cuatro días sin aparecer.
Luego de haber llegado al instituto me adentro de una vez ya que todos habían entrado ya. Mi primera clase era deporte así que ingrese en los vestidores cambiándome de ropa y poniéndome cómoda.
–Pero miren a quien tenemos aquí, es Adhara la soplona.- bufo escuchando el intento de insulto de Amelia y mi vista se fija en ella con fastidio.
–¿Se te ofrece algo?- alzo una ceja esperando que hable, ella achina los ojos y me señala con su dedo.
–Si, tu pequeño chismesito me costo cinco puntos en el examen!!- Ella arregla su cabello castaño con frustración y yo giro los ojos levantándome.
–A pues que mal, mis condolencias- hago una mueca y paso por su lado para retirarme cuando siento que toma mi brazo logrando que la mire seria.
–Estas caminando por donde no deberías Ghold y debes tener cuidado, no te conviene meterte conmigo- escucho lo que dice y miro su rostro quitando mi brazo.
–Tus amenazas me llegan al agujero de donde sale mi excremento así que mejor guardatelas- peino mi cabello con mis manos y me doy la vuelta para irme ingresando en la canchas de juego.
Más tarde ya había terminado con mis tres clases solo faltaba la última y era la que estaba esperando todo el día. Mi querida y apreciada clase de artes con Karol.
–¡Hola!- saludo entrando al salón y lo primero que capta mi atención es la cabellera amarilla de Karol, miro su rostro y ella me sonríe levantándose para darle la bienvenida a todos.
–Chicos, hoy nos acompañaran los del club de lectura ya que el señor harrys tuvo una emergencia familiar y me a pedido que le ayude, no se preocupen ellos estarán leyendo mientras ustedes estarán haciendo sus obras tranquilamente. Hoy en sus lienzos quiero ver plasmado el lugar en donde se sienten en paz consigo mismo y espero que sea glorioso- ella con una sonrisa palmada en el rostro se gira y abre la puerta por la cual entran varios chicos hasta que uno llama mi atención y como si el también sintiera mi presencia se giro mirándome sonriente.
Aaron no era extremadamente guapo pero sus ojos y esa sonrisa llamaban la atención de cualquiera y quien diría que le gustaba leer, eso era un punto mas que llama la atención. Lo miro y alzo una ceja en su dirección cuando este comienza a caminar hacia mi.
–Hola Adi- Saluda y lo miro seria.
–Te agradecería no me llames así, solo mi hermana lo hace y no quiero que se dañe tan bonito apodo- dirijo mi vista al lienzo aun sin saber que dibujar y tomo los pinceles.
–Oh lo siento, bueno entonces te diré...."adha"- frunzo el ceño y volteo a verlo.
–¿"Hada"? Osea con ¿"H"?- pregunto alzando una ceja y el sonríe peinando su cabello negro.
–Yo decía con "a" pero escuchándolo así suena mejor, de ahora en adelante te llamaré "Hada"- asiente sonriendo y me pregunto por qué sonríe tanto, niego y regreso mi vista al lienzo empezando a dibujar.
–Es un apodo patético "Pirce"- sonrío un poco.
–No me gusta mi apellido, ¿Esto es tu venganza? Por que si esto es lo que tengo que soportar por decirte Hada pues lo haré- suspiro y niego para mirarlo de nuevo.
–Ya puedes dejarme y volver con tu club de vírgenes?- lo miro y este niega sonriendo.
Vaya pero este chico si que es intenso.
–¿Algo más que se te ofrezca?- hago un ademán con la mano para que hable y este vuelve a negar haciendo que la frustración se adentre en mi por su actitud.
–¡Esto es el colmo! ¿puedes retirarte? ¡¡No puedo trabajar tranquila si estas aquí viéndome como un puto búho!!- me cruzo de brazos y el suelta una risa ronca que me hizo mirarlo por largo rato por tan sexy que se escucho.
–Esta bien querida Hada pero nos vemos luego- dicho esto se retiro y no lo pregunto lo afirmó, yo niego empezando a pintar.
Aproximadamente una media hora después mi pintura ya estaba terminada sintiéndome satisfecha con ella, Karol se acerca a mi y se queda callada detallando cada parte.
–¿Entonces te sientes en paz escuchando música?, es extraño como la mayoría hizo paisajes y tu solo tienes un fondo en negro mientras una rocola está allí- me mira tratando de descifrar algo más y yo alzo los hombros.
–Todos se sienten en paz de diferente manera, algunos dibujan sintiendo su paz, otros viajan y otros leen- de reojo puedo ver como Aaron me mira sonriendo y Karol asiente dándome la razón.
–Es cierto Adhara, has hecho un buen trabajo y hasta puedo imaginar que en un futuro tus pinturas podrían estar en una galería siendo exhibidas- me sonríe y se retira para observar a los demás mientras yo me quedo pensando en sus palabras.
¿Mis pinturas exhibidas? ¿Tan buenas son?
Es difícil pensar eso cuando lo más cercano que tienes como apoyo te golpea si te ve dibujando, es difícil para mi pensar eso cuando vives casi toda tu vida escuchando lo fracasada que eres y vas a ser. No es bonito que tu propia familia te diga que nunca llegaras a nada por que no eres nada y con esas palabras la mayoría de las personas crecen, algunas siguen sus sueños logrando lo que se proponen sin haberle prestado atención a lo que tantos años le metieron en el cerebro pero hay otras personas que si le prestan atención terminando sus sueños por que piensan lo basura que son aunque la mayoría de este grupo de personas terminan suicidándose.