De pronto ella se levantó, agotada, le había soñado a él, aquel hombre que ella una vez amó. Por mas que fuese un simple sueño ella no lo podia olvidar, no paraba de recordar a cada instante todo lo que vio en el mundo de Morfeo. Las imagenes se repetían una y otra vez en su cabeza, la calle, la gran lluvia y... él, no podia creer que él seguía presente en su mente, desde que habia terminado con la relación no pensó en su amor pasado, ella era feliz con su nuevo amado, aquel hombre que llegó y de un momento a otro la enamoró haciendo que ella olvide a su anterior ilusión, sin embargo esa noche fue diferente, él volvio a estar presente y en un instante todos los bellos y malos momentos que juntos vivieron se manifestaron.
<<¿Por qué nuevamente me estoy acordando de él?>> se preguntó. En ese momento una mueca de desdén se marcó en su cara, a ella le molestaba recordarlo no existía una razón clara, pero el odio ahí se presenciaba.
Eran las 3 de la mañana y el resplandor de la luna penetro entre las cortinas, sus pies se empezaron a mover por su cuenta acercándose lentamente a la ventana y la abrió con la misma parsimonia con la que habia llegado, ella sacó lentamente la cabeza notó rodo a su alredeor mojado, lluvió bastante fuerte según pudo observar, el aire gelido de la madrugada la golpeó de repente, cerró los ojos y cuando los volvió abrir a lo lejos la luna se levantaba majestuosa, no habia presenciado nunca antes tan increíble escena.
<<Se ve hermosa>> se dijo <<a veces verla me recuerda a él>> mencionó ella poniendo una mueca en su cara, pues tan solo acordarse de aquel que fue su amor le era molesto, ya no le gustaba ni escuchar su nombre, prefería apodarlo con cierto desdén El borracho. Al pensar en eso una pequeña risa surgió de ella, un sentimiento inexplicable entre vacío, odio y nostalgia afloró en su interior.
En ese momento de desconcierto apreció que el brillo de la Luna aumento exponencialmente, la luz creció de tal forma que se asemejaba a la del sol, ella no lo podía creer, se tapó los ojos con la mano un momento porque pensó que se iba a quedar ciega, cuando la potencia del brillo por fin mermó ella dejó de cubrir sus ojos y se quedó sin aliento ante lo que presenció.
Él estaba ahí, aquel hombre que un dia fue su ilusión estaba en frente de ella, se veía demacrado, borracho, mojado como si hubiese estado bajo la lluvia durante horas.
<<Pe... Pe... Pero>> ella tartamudeó, la sorpresa era inmensa, ya no podía articular palabra alguna. Y en ese instante escuchó claramente la voz del borracho que una vez fue su amado.
<<Te amo, siempre te ame y nunca te dejare de amar, tu fuiste la razón de mi existir por mucho tiempo, tu eres la única que me ha aceptado como soy, tu que siendo tan hermosa aceptaste a este desperfecto, tu mi amor>> dijo el borracho.
Ella vio como el le decía todo eso con una sonrisa y lágrimas que salían como un caudaloso río de su ex amado. Ella se sintió molesta, no entendía y pensó que estaba en un sueño, empezó a pellizcarse en los brazos y las mejillas, sintiendo un dolor agudo en cada tirón que hacía. No estaba soñando eso era seguro.
<<Pero que esta pasando>> dijo ella casi gritando ofuscada por tener que volverlo a ver tan precipitadamente. Entonces ella se percató que el rostro del borracho se transformó en uno mas triste y resignado.
<<Sin embargo, yo se que tu amor le pertenece a alguien mas, que tu ya eres feliz con aquel que te supo enamorar, yo no soy nada comparado con él, pero solo quiero que sepas que si el destino nos separó espero que tu siempre seas feliz aunque mi vida tenga que terminar para que tu ni tengas amargura alguna, gracias por estar ahí, conmigo, muchas gracias>> dijo el borracho.
Ella ante tal declaración no supo que hacer. Por alguna razón ya no sentía odio y no lo aborrecía más, fue un sentimiento calido extraño que no pudo explicar, pero después de un segundo aquel bello sentimiento se convirtió en una horrible sensación de muerte y vacío.
Sintió un dolor agudo en su corazón y las lágrimas empezaron a brotar a cada segundo más y más. Todos sus recuerdos con el borracho se hicieron presentes mientras ella no paraba de llorar.
<<¿Por qué? ¿Por qué?>> se preguntaba ella.
Una voz suave y dulce le respondió: <<Porque el te amó de verdad>>
Ella al escuchar eso solo lloró y lloró hasta que el cansancio la domino, rendida se dejó llevar al maravilloso mundo de los sueños donde pudo descansar.