Simplemente Sangre | El Último Cazador

Capítulo 1


 


La chica tomó sus gafas de la mesita de noche, y miró el reloj, una vez más se había olvidado de programar la alarma. Por suerte su ciclo circadiano funcionaba a la perfección y siempre despertaba a la misma hora. 
A muchos le hubiera parecido anticuado usar un reloj despertador en lugar del móvil pero a ella le gustaba.

El libro que había estado leyendo la noche anterior aún estaba allí, una de sus hojas levemente doblada por haberse dormido sobre el. Siempre era lo mismo, se decía «una página más» y terminaba leyendo hasta quedarse dormida, con el libro sobre la cama. Leer antes de dormir debía estarle afectado porque había tenido unos sueños rarísimos, aunque no recordaba haber leído sobre criaturas invadiendo un pueblo que parecía incluso anterior a la edad media.

Se vistió como de costumbre, nada extravagante ni llamativo y bajó a prepararse el desayuno. Su madre y su hermana no estaban, como siempre, así que un poco de café y la baguet del día anterior debían bastar. 
Para cuando salió de casa aún estaba oscuro, el reloj marcaba las 7:30 a.m y las luces de la calle aún estaban encendidas, algo habitual en esa época del año.

Cerró su abrigo y se colocó la capucha para cubrirse de la fría brisa de un invierno que acababa de comenzar. 
Cruzó la calle como de costumbre, podría haber tomado el autobús, pero ella preferiría caminar, además le gustaba llegar a horario pero nunca antes de la primera campanada. 

Algo llamó su atención. Se detuvo en seco cuando una sombra pareció colarse entre la copa de los árboles de la esquina a una gran velocidad. Se llevó el puño a la boca y carrespeó analíticamente como lo haría un político, fingiendo que el pánico no la había invadido hacia solo un momento. Miró a su alrededor, por suerte o por desgracia no había nadie a la vista, la calle se encontraba totalmente desierta. Solo se escuchaba el ladrido de Blacky, el Chihuahua de la señora Beneth que vivía al lado y algunos otros perrros de la zona dentro de sus casas o en sus patios traseros. 
Y amenos que quisiera faltar el día del examen no tenía otra opción que pasar por allí. 
«es solo un gato» se dijo y avanzó unos pasos tentativamente cuando un estruendo la sobresaltó de manera brutal. Una ventana pareció romperse en algún lugar muy cercano a donde se encontraba. Se maldijo en voz baja ante su exagerada reacción mientras permanecía de pié a mitad de cuadra.

Las luces aún permanecían encendidas en la calle y aún estaba lo bastante oscuro como para considerar volver a casa, arroparse en su cama y resguardarse en la "seguridad" de su hogar, solo debía cruzar la calle y caminar unos pasos más, pero ya no era una niña que pudiera correr a casa y huir de sus pesadillas.

Algo que se movió en su visión periférica la hizo girar hacia su izquierda, justo enfrente se erguia una antigua casa, abandonada desde que tenía memoria al igual que otras viviendas de la zona. Por un instante creyó ver que algo se movió hacía la oscuridad en la ventana del segundo piso, fue muy rápido como si "algo" que hubiese estado observando desde la ventana hubiera dado un paso atrás fundiendose entre las sombras. 
Se dijo a si misma que leer tantos policiales la estaban volviendo paranoica.

Enojada consigo misma por buscar fantasmas donde no los había emprendió la marcha airadamente con paso firme y apresurado. Era lo bueno de la ira, podía hacerte actuar con más valor del que tenía.

Cuando llegó a la escuela la primera campanada ya había sonado. Se sintió satisfecha de llegar a tiempo, ni muy tarde ni muy temprano hasta que vio el bullicio que reinaba en el aula. Reprimió una mueca ante tal visión,  siempre había odiado el desorden debido a su carácter detallista.

Nadie le dijo porque el profesor no estaba allí, así que sólo tomó su lugar y se dedicó a hacer lo segundo que solía hacer en estos casos. Observó como Evhe y Sarha se lanzaban miradas cómplices tramando algo mientras la primera hablaba con Ross, Josh estaba sentado en el escritorio del profesor sacándole risitas a Mary y Olhy con su absurda imitación, Criss la estaba viendo disimuladamente mientras hablaba con Mathy. Alisson sospechaba que Criss estaba interesado en ella debido a la forma en que la veía cuando llegaba a clase, furtivamente a lo largo del día, y siguiendola con la mirada hasta que la perdía de vista cuando se iba. A ella también le gustaba él. No entendía porqué él nunca le había hablado. De haber sido otra habría dado el primer paso, pero había aspectos en que era un tanto insegura.

En el otro rincón estaban Tyre y Melanie, quienes se habían integrado bien desde que llegaron pero de algún modo parecían distantes. Mike, Louis, Minha y Sury reían sin parar por alguna incomprensible razón. Y Rory, que siempre estaba solo, ella imaginó que quizá era un asesino de otros asesinos esperando encontrar psicópatas para ajusticiarlos, justo como Dexter o que quizá su forma de actuar se debía a que estaba huyendo de personas muy peligrosas, quizá era el testigo de algún asesinato o quizá lo más probable es que solo fuese un marginado más como tantos otros. Se repitió a si misma que debía dejar de leer tantos thriller policiales. 
Sólo faltaba Tessa, la única compañera que le hablaba de vez en cuando.

Pasaron otros interminables diez minutos antes de que el profesor apareciera y repartiera las copias de la evaluación entre los alumnos. Para la envidia de muchos Alice fue la primera en entregar el examen y retirarse. No tenía otra actividad ese día así que se fue a casa, aliviada de marcharse y de que fuese el último día de la semana. Amaba la escuela tanto como a sus libros pero sus compañeros nunca habían sido muy amistosos, como si hubiera algo en ella que los alejara.

Era un día ventoso y como llevaba su liso cabello suelto, éste se le arremoliba entorno al rostro, por suerte ella sabía improvisar -cuando los nervios no le ganaban- así que se enrolló el cabello y lo sujeto con un lápiz. Un lápiz. Eso le recordó las hermosas tardes en que solía dibujar junto a su hermana cuando era niña, aunque no era buena en ello, ya que sus dibujos se reducían a figuras de palitos y borrones de colores, cuanto se habían reído de eso juntas, pero pero eso había sido antes...




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