Prólogo

Los invitados se fueron hace unas horas de casa. Mi cumpleaños estuvo genial, normalmente celebramos en lugares grandes y al aire libre, pero mi padre quiso hacerlo en acá, no pregunté el porqué, porque compró mi silencio con un pastel de Frozen.

Y aquí estoy, en mi cama, comiendo gomitas de colores con forma de osito. Mi papá me ha estado acariciando mi cabello mientras vemos la televisión, es una costumbre que tenemos desde hace algún tiempo, así pasamos al menos unas horas juntos en el día.

—¿Skyler? ¿Estás despierta?

—Si. — digo sin despegar la vista de la pantalla.

—Te tengo una sorpresa.

Inmediatamente levanto mi cabeza de sus piernas y me volteo mirándolo con confusión.

—Pero si ya me diste tu regalo.

—¿Entonces no lo quieres? — veo como se levanta de la cama decidido a irse e inmediatamente me aferro a su brazo.

—¡No, espera! ¿Qué es?

—Si te digo no será sorpresa, pequeña. — sus ojos azules me miran como si fuera lo más obvio del mundo.

Aplaudo rápidamente y me levanto para saltar sobre mi cama mientras doy grititos de emoción.

Luego de unos segundos (segundos en los que no noté que se había ido y parecía loca en el cuarto), observo como lleva sus manos detrás de su espalda.

Solo espero que sea el micrófono para una noche de karaoke.

—Cierra los ojos. — obedezco rápidamente, cubriendo mis ojos con mis dedos. En un pequeño lapso, mi padre toma una de mis manos y sitúa algo frío en ella.

Era algo liso, repaso una vez mas con mis dedos, pero nada se igualaba a eso, ni las gomitas, ni el micrófono. La curiosidad me mataba, por lo que quité la diestra de mi cara y abrí mis ojos.

¿Que es esto? ¿Un papel?

—Pues... ¿gracias? — mi incomodidad era evidente para la persona de enfrente.

—Léelo.

Lo acerco un poco y alcanzo a descifrar las palabras "EasyFly". Sin pensarlo, volteo la lámina azul.

EasyFly                                                                                                                                                    Primera Clase

Nombre: Skyler Morrison. Origen: Washington. Destino: Seattle.

Vuelo: D103 Horario: 06:30 am. Fecha: 01/09/2020

—Y esto significa que... — lo miro esperando una respuesta.

—Nueva ciudad, nueva casa y... sí: nueva escuela.

—Y la razón de esto tan repentino es...

—No importa, no tienes de que preocuparte. — dice tomando mi mano para ayudarme a bajar de la cama. — Ahora, llamaré a Clara para que comiencen a empacar tus cosas, vigila que no se te quede nada.

Él besa mi cabeza intentando tranquilizarme y sale por la puerta. 

Sinceramente, estoy aterrada por dos razones.

Uno: no he tenido buenas experiencias en escuelas.

Y dos: nunca he viajado en un avión.