Sobreviviendo en Camada

8. ...todo está en nuestra mente

Capítulo 8

Dedicado a Iván

 

Se hicieron las dos de la tarde cuando Sere terminó por fin de coser la herida. Ni bien se aseguró que todo estuviera en orden, se fue a dormir al lado de Maggie, quien se estaba despertando lentamente. Joaco ya recuperado, comenzó a decir que con tanta cantidad de sangre que salió de Facundo, el chico estaría muerto. Ninguno le discutió porque era lo que todos pensaban. Pero con todo lo que les estaba pasando, de alguna manera debía ser posible.

Se reunieron en un círculo arriba del escenario cerrando el telón para que los que todavía dormían no se despertaran. Había cosas que debían charlarse inmediatamente.

Felipe se aclaró la garganta.

-Bueno, obviamente tenemos que hablar de muchas cosas. Como, por ejemplo, la repentina hemorragia de Facu.

-Yo ya les dije lo que pensaba -intervino Bauti acomodándose la capucha de su buzo. -Estoy seguro de que hay algo o alguien ahí afuera haciéndonos la vida imposible.

-La pregunta o preguntas ahora son: ¿por qué?, ¿cómo?, ¿ya estaba desde antes?, ¿por qué a Facundo?, ¿dónde...

-Bah, la última ya está respondida -dijo Valen captando la mirada de todos. -Facundo es el más insoportable de todos y cualquiera se quisiera librar de él.

Un sentimiento de culpabilidad recorrió por la cara de los presentes. Compartían la opinión de Valen sobre Facundo, pero creer que esa fue la razón por la cual está en ese estado es difícil de creer. Además, a pesar de lo molesto que podía ser, nadie deseaba que se lastimara tanto. Él era su amigo y no importa qué debían ayudarlo y defenderlo.

-Valen, creo... -Jaz meditó un poco su respuesta, se había recuperado un poco y su piel iba tomando más color – creo que no hay razón alguna. Esa cosa ahí afuera no es humana. Pensá en lo que dijeron Franco y Juan: se enfrentaron a una serpiente. Felipe y yo vimos una sombra. No es normal. No es como si fuera una persona haciéndonos una joda.

-Jaz tiene un punto -dijo Juan. -Tenemos que descubrir de alguna manera cómo detenerla, antes de que lastime a otro o que... mate a otro.

El tono que implementó fue muy serio, nada común en él.

-Además, Acordate que lo que hizo Facu tenía sentido, su plan pudo haber funcionado -opinó Gonzalo. -Cuando despierte podemos pedirle que nos lo explique devuelta para poder perfeccionarlo...

-A ver, antes que nada -Feli se dirigió a Rochi, Violeta y Matilda - ¿a ustedes les pasó algo cuando fueron a buscar la aguja?

-No, nada -respondió Violeta -. O sea, no se nos apareció ninguna sombra o animal.

-Raro.

-Ya nos podemos empezar a preocupar, gente -comentó Juan volviendo a su humor usual. -Espero que no nos aparezca Godzilla la próxima.

-En esta situación necesitamos buenos chistes, pelado, buenos chistes -dijo Felipe refiriéndose al cabello de su amigo que lo llevaba tan corto como para adoptar ese apodo.

-Che, pero si la cosa esa no apreció cuando Matu, Viole y Rochi salieron, puede que esté planeando algo, ¿no? -agregó Manuel.

Callaron. Lo que planteaba era posible. Hasta que no supieran qué es, cualquiera de sus movimientos sería impredecibles para los alumnos. Tenían que averiguar lo antes posible cómo acabar con ella.

Guada rompió el silencio.

-Chicos, ¿alguno sintió algo extraño mientras dormían anoche? ¿O soñaron algo...?

-Yo soñé con la clase de física -dijo Agustín estremeciéndose. - ¡Qué pesadilla, señores!

-No, me refiero a algo peor -se aclaró la garganta y mientras hablaba movía las manos en diferentes formas según lo que expresaba-No podía mover mi cuerpo, era como si estuviera amarrada con un montón de sogas. Tampoco podía hablar. Y... y había una sombra... que me miraba desde lejos... pero cuando pestañeé... estaba muy cerca mío. No sabía qué hacer... yo...

-Se llama parálisis del sueño, Guada -le dijo Iván. 

-Yo leí algo de eso -Joaquín se acomodó los anteojos. – En la fase REM del sueño nosotros soñamos y se activa el mecanismo de atonía muscular, el cual impide los movimientos musculares. Todo esto para evitar que hagamos las cosas que soñamos. La parálisis se mantiene cuando la persona se despierta en ese estado, lo que a veces lleva a alucinaciones...

-Ehhh, bueno Pachuquita, me parece muy buena la información que nos brindas... -comentó Agustín haciéndose el elegante – pero no entendí un choto.

-Básicamente, lo que dice es que mientas estás en la fase REM, no te movés. Parece que cuando te despertás acá, la parálisis sigue -. Explicó Iván -Creemos que estamos viendo con los ojos pero en realidad todo está en nuestra mente. Las alucinaciones son como una respuesta frente al peligro.

-Yo nunca tuve una parálisis antes.

-Puede que sea a causa del estrés, o que no hayas dormido bien... -los ojos de Iván se abrieron como platos - ¡CHICOS! ¡Ya sé cómo es que pasa todo esto! La sombra, las parálisis...

La atención de los presentes se desvió a Iván. Lo miraban con intriga, con esperanza de que quizá, quizá puedan terminar con todo esto.

Iván continuó.

-A ver... -sus ojos viajaron por sus compañeros – Che, ¿es necesario que me estén mirando así, locos de mierda? Parecen búhos con los ojos así de abiertos.

Se aclaró la garganta.

-Mi teoría es que lo que está ahí afuera quiere o está...

Paró de hablar abruptamente. Sus manos que estaban haciendo gestos en el aire cayeron a ambos lados de su cuerpo. Sus ojos se abrieron tanto que parecía que se iban a salir del cuerpo y su boca también se abrió dejando caer un hilo de baba por la comisura. Como si fuera un títere, abrió el telón y bajó del escenario de un salto. Se acercó a la pared, apoyó ambas manos en ella y estampó su cara contra la misma.

Una, dos, tres veces...

Gonzalo y Bautista, que lo miraban atónitos, reaccionaron y corrieron a ayudar a su amigo. Lo agarraron de ambos brazos y trataron de sacarlo de ahí. Manuel y Franco corrieron a ayudar.



#2148 en Terror
#10072 en Thriller
#5697 en Misterio

En el texto hay: sufrimiento, muerte, amistad

Editado: 26.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.