Capítulo 17
5 días. 5 días sin noticias de sus compañeros. 5 días atrás fueron al pasaje y no volvieron. 5 días estuvieron preocupados y llorando las muertes de cadáveres que no ven. 5 días en duda de si se escaparon y no volvieron a buscarlos. 5 desesperados días.
Por más que costara, tuvieron que ir a buscar comida otra vez. Manuel, Franco y Toto salieron por ella. Cuando volvieron, dijeron que no encontraron nada fuera de lo normal, la sombra no se les apareció de la nada. Lastimosamente había muy poca comida en el quiosco. Fue necesario llenar las cajas de dulces y botellas calientes de agua porque apenas había unas 20 empanadas.
Cada uno comió media empanada y tomaron una botella de agua cada cinco o cuatro. Pero no servía de mucho para saciar su sed. Comieron caramelos para terminar con el hambre. Algunos vomitaron por falta de comida.
Mientras comían, dormían o charlaban entre ellos, pensaban en todo lo que les estaba pasando. ¿Cómo es que sus vidas cambiaron tanto? ¿Por qué el sentimiento de que nada volvería a ser como antes les perturbaba todos los días?
No tenían calendario, pero calcularon que ese día sería lunes. Hace dos semanas que estaban encerrados. Hace dos semanas que estaban sufriendo.
Recordaron sus materias: Literatura, luego Introducción a la Comunicación para seguir con otra hora de Literatura, Matemáticas, Informática y salir de Educación Física a las 4 de la tarde. Sonreían ante las memorias de cómo se quejaban por los horarios de salida.
Durante esos días, se mantuvieron dentro del teatro. Apenas se hablaban entre ellos y pasaban las horas durmiendo o mirando al techo sin saber qué hacer. Muchos insistieron en leer la carta que Thiago había escrito, pero la mayor parte de ellos no querían sufrir más porque suponían que lo que llevaba escrito era una nota suicida que lograría deprimirlos aún más.
Con el aburrimiento sobrepasando al miedo, Rochi salió junto a Bautista en busca de dos guitarras. Estas se encontraban en un pequeño cuarto al lado de las aulas de primer grado. Ana se ofreció a acompañarlos atada con cadenas invisibles por el tedio.
Hicieron el menor ruido posible. Pala en mano, Bauti caminaba delante de ellas y esperó al lado de la puerta mientras las chicas agarraban los instrumentos.
Salieron corriendo hacia el teatro cuando la ventana del cuarto se abrió con un gran ruido a causa del viento. Aun gritando, Bauti abrió las puertas de par en par para luego cerrarlas tras sus compañeras hayan entrado.
—No, no toques 5 veces, solo entrá y asustános a todos —dijo sarcástica Pili con gestos de sus manos.
Bautista la ignoró y apiló unas sillas delante de las puertas.
— ¿Cómo es que no hicimos eso antes? —dijo Franco.
—No creo que esas sillas de madera resistan un ataque de dinosaurios —comentó Juan apoyado en la pared.
— ¿Por qué dinosaurios? —preguntó Sofi a su lado.
Este se encoge de hombros.
Bauti se sienta en el piso con la guitarra en sus piernas.
— ¡Ronda! —gritó llamando la atención de todos.
Sofía se sentó junto a Rochi y le pidió que tocara alguna canción de Billie Eilish. Con una sonrisa en la cara, dejó que sus dedos se muevan por las cuerdas y las palabras dejen su boca. Sofia y Ana se le unieron al canto.
I just wanna make you feel okay
But all you do is look the other way, mm
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay
I just kinda wish you were gay
Sus amigos las escuchaban moviendo sus cabezas al compás de la música y sus mentes tiraron a un lado los problemas, el miedo y la tristeza.
Con un grito, Bauti paró la canción. Empezó él a tocar otra. Matu, Sere y Maggie la reconocieron al instante y la cantaron. Rochi trata de seguirle con la guitarra que ella tenía pero confunde las notas causando unas risitas.
Now the day bleeds
Into nightfall
And you're not here
To get me through it all
I let my guard down
And then you pulled the rug
I was getting kinda used to being someone you loved
Se abrazaban mientras se inclinaban de un lado al otro. Reían cuando alguien le pifiaba a la letra. Sonreían unos a otros. Discutían por qué canción tocar después. Se gritaban entre risas al ver que alguien no se sabía la canción para nada. Charlaban con la guitarra de fondo. Se turnaban para tocar pero muchos de ellos se quejaban de que les dolía los dedos luego de un rato.
Pasaron todo el día así. Ignorando sus problemas y mirando lo que tenían delante: un grupo de adolescentes con hormonas encerrados en un teatro porque una sombra extraña los está atacando de a poco, pero que se mantendrían juntos durante todo lo que dure ese infierno y lograrían salir.
Mirando que tenían delante: amigos.
Editado: 26.02.2021