Ewan: espero que te haya gustado nuestro segundo beso, mi amor. Solamente que esta vez lo quise hacer, porque realmente lo quería.
Sofía: nunca debiste de hacerlo de esta manera. Será mejor que me avises antes de querer besarme de nuevo para estar preparada, por favor.
Ewan: si deseo hacerlo lo hago. Recuerda que eres mi esposa y no podrás impedírmelo, me gusta sentir tus labios, eso no se compara con absolutamente nada de lo que he sentido en toda mi vida.
Sofía: en cambio yo no puedo compararlo con nada. Eres el único que me ha besado y te agradezco eso, pero no puedo creer que tenías que ser precisamente tú.
Ewan: siempre seré yo y en tu vida no existirá nadie más. Porque te prometo amor y sobre todo fidelidad para que te des cuenta que nuestro matrimonio durara para siempre.
Sofía: muchas gracias, Ewan. Además, me siento demasiado cansada, quisiera irme a mi casa y seguramente mañana nos espera un viaje largo.
Ewan: necesitas recordar que estamos casados. Ahora tu casa es la mía como corresponde y no pienso dejarte ir nunca de mi lado.
Ella se queda sorprendida, Sofía estaba segura de que muy pronto perderá el interés en ella y que muy pronto reflexionaría sobre su matrimonio. Ellos se despiden de sus padres para después subirse a la limosina que los llevaría a casa y tiempo después llegan a su destino, Ewan ayuda a su esposa a bajar y de esa manera entran a su casa
Sofía: esta es la primera vez que estoy en tu casa. Precisamente recuerdo que también me dijiste que dormiríamos en recámaras separadas y espero que eso lo respetes.
Ewan: lo pienso respetar. Solamente que en nuestra luna de miel dormiremos juntos y hasta que al fin nos hayamos enamorados nos comportaremos como marido y mujer.
Sofía: eso jamás pasara y te cansaras de esperar. El amor nunca puede ser una obligación y con tus palabras me has demostrado que eso seré para ti.
Ewan: has malinterpretado cada una de mis palabras igual que siempre. Necesito amarte a ti, además no me importa si eres fea o bonita.
Sofía: nada más que eso tarde o temprano te importará y seguramente te dará vergüenza salir conmigo. Será mejor que me lleves a mi recámara.
Ewan: mi esposa nunca será una vergüenza para mí. Ahora la única persona que significara todo para mi eres tú Sofía, espero que algún día lo entiendas.
Sofía: espero que entiendas lo que también te dije. Porque mi nana mañana se va a venir a tu casa, ella se va sorprender cuando no me encuentre aquí.
Él toma la mano de su esposa y sube las escaleras hasta llegar a su recámara. Sofía se sentía nerviosa y más cuando la miraba. Él se despide de ella y sale de su recámara, ella se acerca al clóset a buscar su pijama y todo estaba en su lugar para después quitarse su vestido de novia y guardarlo. Ella entra al baño y se pone su pijama, tiempo después sale y al momento de que lo hace se acuesta en su cama para quedarse profundamente dormida